Básicamente el accionar de la Reserva Federal, que aplicó el apretón monetario más agresivo en más de cuarenta años, deprimió los precios durante 2022, y el temor de la llegada de una recesión, anunciada por la mayoría de los analistas, generó que el 2023 avance con mucha cautela.
De hecho, observando el comportamiento del S&P 500 entre diciembre 2022 y octubre 2023, es claro que, con subas y bajas, el índice lateralizó. Es más, yendo a los hechos, el espectacular rendimiento del último año del S&P 500 y el Nasdaq, se explicó en una buena parte por el desempeño de unos pocos papeles conocidos como “Las siete magníficas”.
Hubo momentos en el año incluso que eran esas siete las que mantenían al S&P 500 a flote. Tal fue su out performance que el Nasdaq 100 debió rebalancearse para aminorar su ponderación por superar sus umbrales de concentración.
No obstante, lo cierto es que, desde noviembre, conociéndose el destacable dato de crecimiento del PBI del tercer trimestre (4,9% interanual) y notándose cierta descompresión del mercado laboral (tasa de desempleo subió hasta 3,8%, al tiempo que la tasa de participación se mantuvo estable en 62,8% y los salarios crecieron al 0,2% mensual en lugar del 0,3% esperado), los índices aceleraron.
El 13 de diciembre Jerome Powell comunicó que la suba de tasas adicional con la que había amenazado desde septiembre no existiría
Ello se exacerbó tras el 13 de diciembre, día en el cual Jerome Powell comunicó que la suba de tasas adicional con la que había amenazado desde septiembre no existiría. No solo no existiría, sino que además dio el primer discurso dovish en casi dos años, señalando que 2024 tendría un sendero de tasas más bajo al inferido a partir del último dot plot. En este contexto, en los últimos días de enero, los tres índices principales (S&P 500, Nasdaq y Dow Jones) alcanzaron nuevos máximos.
Desaceleración de la inflación en los EEUU
A esta altura, el 2024 parece ir transformándose en un año prometedor. Los datos del índice de precios al consumidor se acomodan por debajo del 4% interanual desde hace ya más de siete meses, e incluso por debajo de 3,5% en los últimos tres registros.
Los datos del índice de precios al productor incluso se ubican por debajo, promediando 1% en los últimos tres meses. El crecimiento de la economía estadounidense se mantiene firme, obteniendo registros de 4,9% para el tercer trimestre y del 3,3% para el cuarto (cuando se esperaba que rondara 2 por ciento).
Además, la Fed comunicó que va hacia una relajación de la política monetaria, lo que podría liberar tensiones del mercado (como las del mercado inmobiliario) y mejorar las perspectivas económicas de los agentes, algo que ya se ve reflejado en los últimos datos de confianza al consumidor.
No menos importante, el dato de actividad del PMI no solo fue expansivo para el Composite y Servicios, como lo venía siendo a lo largo del año anterior, sino que también lo fue para el sector manufacturero, algo que ocurrió únicamente en octubre y abril del 2023. En definitiva, los datos apuntan en la dirección correcta.
Puntos de tensión
Sin embargo, cada año está repleto de sorpresas, y eventos que aún no conocemos se irán desarrollando. Por lo pronto, hay varios puntos de tensión que podrían impactar sobre los mercados, que vale la pena repasar.
Uno de ellos es la deuda del Tesoro norteamericano, que ya desde 2023 ha generado varios dolores de cabeza. Aunque el techo volvió a pausarse en enero, pasó su próximo vencimiento a marzo, por lo que los riesgos de negociaciones hasta el último minuto en medio de pujas políticas no se han disipado demasiado.
El año pasado las calificadoras de riesgo más importantes del mundo le bajaron la calificación a Estados Unidos por sus persistentes déficit
En este sentido, cabe recordar que el año pasado las calificadoras de riesgo más importantes del mundo le bajaron la calificación a Estados Unidos por sus persistentes déficit (cerca de 5,5% del PBI en 2023) y alto endeudamiento con respecto a su producto, acusando dudas sobre su sostenibilidad.
De hecho, la última licitación del Tesoro sorprendió por la baja demanda con respecto a sus promedios históricos, y por la exigencia de tasas más elevadas. Estos puntos podrían llevar a un rebote en las tasas de mercado que castiguen las valuaciones del equity.
Otro evento que será de suma relevancia a lo largo del 2024 es la carrera presidencial. Este enero se han cumplido tres años desde que Joseph Biden asumió su rol en la Casa Blanca, por lo que durante el año corriente se verá cómo republicanos y demócratas pelearán por el puesto máximo en Washington DC.
Se sabemos que, de parte de los azules, es muy probable que la reelección sea el camino a elegir. Del otro lado, recientemente el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se bajó de la pelea como representante de los republicanos. Así es que Nikki Haley será quien deba enfrentar a un dominante Donald Trump, quien obtuvo una importante victoria ganándose el apoyo de New Hampshire (aunque por una diferencia menor a la esperada).
Este año, la disciplina fiscal será un tema clave en los debates, aunque no menos importante serán las relaciones con China y lo relacionado a seguridad nacional, para lo que el expresidente se jacta de haber cumplido un rol ejemplar.
Aunque el año electoral debería ser un tema positivo para los mercados, pues la Fed se verá presionada a evitar a toda costa una recesión, es factible que se transforme en un problema. Por un lado, Biden querrá ser lo más laxo posible para generar una sensación de bienestar, mientras que los republicanos querrán forzar máxima austeridad.
Por este motivo, las próximas negociaciones por el techo de deuda podrán transformarse en un nuevo punto de tensión.
Biden querrá ser lo más laxo posible para generar una sensación de bienestar, mientras que los republicanos querrán forzar máxima austeridad
Por último, el escenario geopolítico no debe ser ignorado. Aquí el abanico de conflictos es amplio. Rusia y Ucrania siguen en guerra. Rusia y Corea del Norte se alían para construir un frente unido en contra de Estados Unidos y sus aliados. Israel y Hamas no se dan tregua.
Los Houthi entorpecen los viajes comerciales a través del Mar Rojo atacando todo tipo de cargamentos (aunque el objetivo inicial eran únicamente buques israelíes) y, en represalía, Estados Unidos y Gran Bretaña bombardearon Yemen buscando destruir locaciones del grupo insurgente.
Por otro lado, la Guardia Revolucionaria Islámica, que forma parte del ejército oficial iraní, ha lanzado misiles y drones en dirección a Erbil (Irak) con el objetivo de impactar bases de ISIS, matando cuatro civiles. Además, los ataques impactaron cerca del consulado norteamericano y del aeropuerto internacional, donde las fuerzas estadounidenses hacen base.
Como si fuera poco, Suecia se une a la OTAN cuando tiempo atrás Rusia había negociado que la organización no podría expandirse.
El Parlamento de Turquía, que era el único país que bloqueaba la unión del país nórdico, aprobó su adhesión y, de esta manera, Rusia quedaría como el único país no perteneciente a la OTAN con salida al Mar Báltico, lo que pone en jaque sus traslados marítimos.
Por último, se transita un momento donde el secretario de Defensa británico declara que la era del “dividendo de paz” finalizó, y es tiempo de que las alianzas democráticas se aseguren de incrementar su gasto en armamento, afirmando que los próximos cinco años pueden ser peligrosos.
Para resumir, los índices estadounidenses más importantes se encuentran en su mejor momento en términos de precio.
La cuestión de la valuación es debatible, con el indicador de Buffet, que relaciona la capitalización de las empresas con cotización pública con el PBI, aproximándose a máximos históricos, pero en precio no es discutible.
A su vez, cabe destacar que el sector tecnológico es el gran impulsor del rally, con la inteligencia artificial como protagonista.
El sector tecnológico es el gran impulsor del rally, con la inteligencia artificial como protagonista
Por otro lado, la economía norteamericana parece encaminarse a un soft landing e incluso un no landing a pesar de su lucha contra la inflación. El mercado laboral resiste, las expectativas mejoran y la actividad recupera.
En definitiva, buscando oportunidades, se debería llegar a buen puerto. Aun así, el escenario denota la importancia de mantenerse diversificado. Es cuestión de utilizar la imaginación el poder esbozar los numerosos desequilibrios que podría desatar el complejo escenario geopolítico. Así, 2024 será un año complejo que requerirá estar atentos e informados.
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