El enésimo cruce entre Mercado Pago y los bancos por norma que dispone la eliminación del Debin, o débito inmediato, y su reemplazo por las “transferencias pull” entró en un compás de espera mientras los mismos actores, con el BCRA en el medio, disputan otros negocios, al mismo tiempo que la campaña electoral también tuvo influencia sobre el tema.
¿Qué se discute? El Debin, un método de transferencia electrónica iniciado por quien cobra que, con la simple aceptación de quien paga, permite hacer pagos en forma periódica. Mercado Pago lo utiliza para que su clientes carguen sus cuentas bancarias en su billetera, por una única vez, y así tengan sus fondos disponibles. El BCRA decidió que desde el 1° de diciembre ese mecanismo sea reemplazado por las “transferencias pull”, ya que el Debin en realidad fue creado para hacer pagos en el ámbito comercial y no para transferir dinero.
De entrar en vigencia, la norma obliga a repetir, también por única vez, el trámite de cargar todas las cuentas bancarias que hoy están subidas a cada billetera de Mercado Pago. De ese modo, la empresa salió a advertir que al menos 4 millones de sus usuarios corrían riesgo no poder usar sus servicios de la forma en que lo hacen por la decisión del BCRA.
Cabe destacar que la norma no impacta sobre las transferencias desde una cuenta bancaria (CBU) a una de Mercado Pago (CVU) con las que el público suele fondear sus billeteras. Ese mecanismo está fuera de discusión.
Decisión en el freezer
En plena campaña electoral, el ministro de Economía Sergio Massa intervino para pedir la derogación de “una norma que perjudica a los usuarios de las billeteras”. A cambio de esa modificación, le pidió a Mercado Pago una reducción de las comisiones que cobran a los comercios (de 6.99% a 5,77%) por cobrar con tarjeta de crédito vía QR y una bonificación de aranceles por 90 días para los nuevos comercios que ingresen al sistema. A la manera de los acuerdos que lleva adelante con múltiples sectores, Massa captó la polémica y la transformó en una acción de campaña para exhibir la reducción de un costo importante para comerciantes y cuentapropistas, cada vez más acostumbrados a Mercado Pago que a la banca tradicional.
Un video de 1 minuto de Massa en las redes explicando esa decisión dejó atrás el armado de la norma que, según el BCRA que preside Miguel Pesce, había sido “consensuado con todos los actores con participación en el sistema de pagos del país” desde el año pasado. De hecho, el ministro dejó entrever que su mensaje no fue consultado con Pesce.
La respuesta de Pesce y los directores del BCRA fue poner la cuestión en el freezer. Tras el mensaje del ministro, el jueves pasado el directorio evitó tratar la derogación pedida por Massa y respondió que estudiará el tema en el ámbito de la Cimpra, una comisión donde el Central y todos los actores del sistema financiero analizan los medios de pago.
El directorio del BCRA no mostró apuro por resolver la cuestión de inmediato. En los hechos, la norma no provoca efecto alguno hasta el 1° de diciembre y eso es mucho tiempo, si se considera que en el medio hay elecciones cuyo resultado aún es incierto. Tiempista, Pesce prefirió esperar.
Massa captó la polémica y la transformó en una acción de campaña para exhibir la reducción de un costo importante para comerciantes y cuentapropistas, cada vez más acostumbrados a Mercado Pago que a la banca tradicional
Detrás de la pelea por el Debin se cruza otra, mucho más relevante para el negocio de los medios de pago, que protagonizan los mismos actores. El Banco Central dictó una norma que obliga a todos los proveedores de lectores QR a aceptar pagos con tarjetas de crédito o débito cargadas en billeteras electrónicas de cualquier marca. Hasta ahora, un comercio con el lector QR de Mercado Pago acepta pagos con transferencias desde cualquier billetera, pero pagos con tarjetas únicamente si están cargas en una billetera de Mercado Pago.
Esa norma que obliga a la empresa de Marcos Galperin a abrir su ecosistema debía entrar en vigencia el 1° de septiembre. Mercado Pago le pidió al BCRA una prórroga y el Central la concedió por 45 días. En el sector financiero es un secreto a voces que el 15 de octubre el sistema no estará implementado y que la interoperabilidad QR para pagos con tarjeta deberá esperar.
Mercado Pago no parece dispuesto a cumplir con esa norma en el corto plazo. En el sector, algunos vieron la firme resolución sobre el Debin como una respuesta del BCRA a esa negativa de Mercado Pago.
Otra tensión que transcurre por detrás de esta nueva pelea es que las billeteras digitales (Mercado Pago, Ualá, Naranja X y otras), con distintos mecanismos, pagan intereses por el saldo en cuenta, algo por lo que los bancos pagan cero. En tiempos de inflación elevada, ese rendimiento superior al 90% anual y con disponibilidad inmediata del dinero se vuelve atractivo para los usuarios (mucho más que un plazo fijo) que pasan en forma constante millonarios fondos desde sus cuentas bancarias a sus cuentas virtuales para ganar intereses.
Se volvió frecuente que alguien cobre su sueldo en una cuenta bancaria y pase gran parte de ese dinero a una billetera. Ese hábito comienza a preocupar a los bancos, por lo que todos los mecanismos de interoperabilidad entre cuentas de un sistema y de otro empiezan a ser cruciales. Por eso a Mercado Pago le importa sobremanera que 4 millones de usuarios no tengan que volver a cargar sus cuentas bancarias en la billetera.
La norma que obliga a la empresa de Galperin a abrir su ecosistema debía entrar en vigencia el 1° de septiembre. Mercado Pago le pidió al BCRA una prórroga y el Central la concedió por 45 días
Este último punto es el centro de la discusión. Si a partir del 1° de diciembre se desactiva el Debin para enrolar las cuentas y se obliga a utilizar las nuevas transferencias pull, Mercado Pago deberá decirle a 4 millones de sus usuarios que hagan ese trámite que en teoría lleva un par de minutos. Mercado Pago alega que muchos bancos aún no implementaron ese mecanismo, que en otros es muy engorroso o presenta fallas y dificultades para el usuario. Y que eso no se solucionará para diciembre.
Por eso en la principal fintech piden que no se desactive el Debin, al menos mientras las transferencias pull terminan de implementarse. De lo contrario, habrá muchos usuarios sin servicio. Aseguran que una primera prueba, con un universo de 500.000 usuarios a los que se habilitó “subir” sus cuentas a la billetera con transferencias pull, dio resultados muy negativos.
Mercado Pago es el único que utiliza el Debin con esa finalidad. Ualá, Modo, Naranja X y las demás billeteras no lo hacen. Y los bancos, como es esperable, dan otra versión. Aseguran que el reemplazo del Debin por las transferencias pull estaba acordado desde comienzos de año, por lo que Mercado Pago no tiene por qué sorprenderse. Y que si bien hay bancos que lo implementan con menor velocidad que otros, los problemas o demoras en las transferencias pull son los habituales en un sistema nuevo.
En la banca tradicional afirman que el rechazo de Mercado Pago a la norma del BCRA tiene que ver con no querer abrir su ecosistema con el QR interoperable para los pagos con tarjeta, algo que una vez implementado cambiaría el mapa de los pagos digitales en la Argentina, tal como lo hizo en su momento el programa Transferencias 3.0, que obligó a todos los lectores QR a aceptar transferencias de todas las billeteras, sin importar su marca y con comisiones acotadas.
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