Todos los años Mercer participa en el Foro Económico Mundial en Davos. Este año, los diálogos ejecutivos en la reunión anual exploraron cómo impulsar estrategias fomentadas por la visión a la acción, para lograr un cambio real a largo plazo.
Prosperar en un mundo continuamente disruptivo y cada vez más fragmentado exige un liderazgo audaz y un sólido compromiso con la colaboración. Impulsar acciones tangibles para desarrollar la resiliencia en estos tiempos difíciles requiere conocimiento, innovación y la capacidad de adaptarse rápidamente.
A medida que el mundo emerge del covid-19, los nuevos desafíos de la fuerza laboral, incluida la escasez de talentos, y las tensiones del mercado han resaltado la necesidad de un cambio profundo en el contrato social entre empleadores y empleados. Ese cambio debe respaldar el bienestar total en medio de la transformación digital y garantizar una atención accesible y equitativa en todo el mundo.
Según el estudio se Tendencias Globales de Talento 2022 de Mercer, los empleados calificaron la reputación de la organización como la segunda razón principal por la que se unieron a su empleador actual, un salto desde el noveno lugar antes de la pandemia. Aunque la notoriedad corporativa es el resultado de muchos factores, pesa mucho lo que respecta a su historial de bienestar, trabajo flexible, desarrollo e inclusión.
El trabajo bueno y decente del futuro cumple con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, que requieren que las organizaciones cumplan con los derechos humanos y aborden cuestiones como:
– Flexibilidad en el lugar de trabajo para todos.
– Despliegue responsable y ético de algoritmos y nuevas tecnologías.
– Una cultura arraigada de diversidad e inclusión.
– Bienestar.
– Remuneración equitativa y suficiente para un nivel de vida digno.
Alcanzar la prosperidad futura también dependerá de reconsiderar las etapas tradicionales de la vida laboral de las personas y de reimaginar las visiones aceptadas de la jubilación. Desde 2019, la esperanza de vida ha aumentado en más de seis años en todo el mundo, mientras que la edad de jubilación se ha incrementado en menor medida. En ese contexto, en la conferencia de Davos de 2023, los delegados participaron de una sesión sobre los desafíos y las oportunidades que se crean en una sociedad que vive más tiempo.
Considerar la longevidad únicamente como un asunto económico es un error. Queremos mayor esperanza de vida, pero también más propósito, dignidad y buena salud. Esto es mucho más que simplemente financiar la seguridad social y los beneficios de jubilación. Requerirá múltiples partes interesadas, tanto del sector público como del privado, para encontrar formas innovadoras de dar forma a un enfoque más equitativo y sostenible para apoyar vidas más largas, asegurando que las personas tengan los recursos para satisfacer sus necesidades y seguir haciendo lo que las nutre y satisface.
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