El Gobierno completó un primer mes de gestión intensiva, la cual se manifestó no sólo en reuniones diarias del pleno del gabinete de ministros, sino también en las propuestas de desregulación generalizada de la economía, a través del DNU 70 y del proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ley Ómnibus); el restablecimiento del acuerdo que estaba caído con el FMI, así como la recuperación de reservas, la drástica caída de las brechas cambiarias; y que la inflación de diciembre no represente más de 22% del sinceramiento cambiario como ocurrió con la devaluación de Axel Kicillof, en enero de 2014, pese a que ahora tuvo lugar con desregulación de precios y notable baja de la tasa de interés de referencia del Banco Central.
Pero al mismo tiempo, por la herencia y por las medidas adoptadas, se produjo una fuerte pérdida de ingresos reales de los trabajadores (más en los informales e independientes que en los registrados) y de jubilados y pensionados, y con ello una drástica caída de la actividad productiva y comercial -CAME estimó 13,7% de disminución de ventas de las pyme en diciembre-, al tiempo que postergó dos mensajes fuertes de campaña, como la dolarización y el “cierre del Banco Central”.
Con ese cuadro, Infobae entrevistó a Mariano Flores Vidal economista, consultor, ex gerente general del Banco Central, y que llegó a formar parte del equipo de Emilio Ocampo para sanear las cuentas del ente monetario, para que brinde su mirada del primer mes de gobierno, así como qué espera para los próximos meses.
— ¿Qué balance hace del primer mes de gobierno de Javier Milei, quien decidió postergar la dolarización y el cierre del BCRA?
— Es claro que en la actualidad, no hay reservas internacionales para plantear ningún tipo de fijación creíble, ni de convertibilidad, ni de dolarización. Por lo tanto, esta última opción quedará pendiente hasta tanto se den las condiciones, que son reservas internacionales suficientes para no generar saltos cambiarios previos y obviamente un tipo de cambio unificado funcionando previamente sin ningún tipo de cepo.
El balance del primer mes es muy positivo. En una coyuntura económica, política y social compleja donde el tiempo es oro, el Presidente planteó en tiempo récord un diagnóstico claro sobre la situación heredada y un plan de salida integral, con medidas coyunturales y transitorias para sortear los desequilibrios inmediatos y con medidas estructurales que buscan orientar la economía nuevamente en un sendero de crecimiento sostenible y con inserción al mundo global.
“Las reformas, en muchos casos desregulaciones, planteadas en el DNU 70 y la Ley Ómnibus dotarán a la economía de un dinamismo muy fuerte”
En lo inmediato presentó un programa fiscal contundente de shock de 5 puntos del PBI para equilibrar las cuentas en este mismo 2024, buscando resolver el principal factor de desestabilización económica de la Argentina; comenzó con el desmantelamiento del cepo cambiario y eliminó el demoníaco sistema de permisos de importación (SIRA y otros), que generaban ineficiencias y corrupción; devaluó el peso (tipo de cambio oficial), para corregir el cuello de botella del mercado cambiario que había dejado sin reservas al BCRA, incentivando a la liquidación de exportaciones y sincerando el precio de la importaciones; generó el espacio para el normal reacomodamiento de los precios relativos de los bienes y servicios regulados, que están terriblemente retrasados, generando escasez, gasto público (subsidios) y un ancla para las decisiones de inversión y por ende crecimiento para la Argentina.
A la postre, logró en estos últimos días resucitar el Acuerdo con el FMI que estaba prácticamente caído por los flagrantes incumplimientos de la anterior administración.
En lo que hace a medidas estructurales, las reformas, en muchos casos desregulaciones, planteadas en el DNU 70 y la Ley Ómnibus dotarán a la economía de un dinamismo muy fuerte. Un conjunto de medidas que, por la cantidad, la integralidad y la profundidad, tienen pocos precedentes en el país.
En definitiva, el balance es muy positivo. Mi único punto es que personalmente en lo que hace al cepo y al tratamiento cambiario, hubiera preferido ir a un mayor desmantelamiento y a la unificación cambiaria, no creo que esto hubiese generado un tipo de cambio mayor al que hoy se registra.
— ¿La herencia que recibió el gobierno justifica la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia y un Proyecto de Ley Ómnibus, con desregulaciones en varios frentes para incentivar la inversión y el crecimiento de las empresas y el empleo?
— La cantidad y magnitud de los desequilibrios que venía llevando la economía, acumulados ya por varios años, y particularmente la dinámica que fue tomando en 2023, reflejado en la aceleración inflacionaria, hacía necesaria una reacción rápida y contundente. Cuando me refiero a cantidad y magnitud, lo que quiero decir es que los desequilibrios provenían a mi buen entender no sólo de malas políticas macroeconómicas, sino del propio mal funcionamiento de la microeconomía, por infinidad de regulaciones que desincentivaban el dinamismo de sectores con potencial, la creatividad, y lógicamente la inversión. Resolver esto es fundamental para poder retomar el sendero de crecimiento de Argentina.
— ¿El sinceramiento cambiario y de varios precios de la economía, como los combustibles y servicios privados, implican una nueva nominalidad de una vez o efectos que llevarán a una secuencia de readecuaciones que llevará varios meses con tasas de inflación altas?
— El sinceramiento de los precios es lo que los economistas llamamos un cambio en precios relativos, es decir sube el precio de un bien respecto de otro, generando esto un aumento de los precios (que no debiera llamarse inflación) de una única vez. Lo cierto es que en un escenario inflacionario y cuando el reacomodamiento es paulatino, es de esperar que los efectos persistan en varios meses, por segundas rondas de aumentos, recuperación de poder adquisitivo de salarios, etc. Lo importante en estos casos es siempre mostrar un sendero de desaceleración considerable, eso da la pauta que se va hacia una estabilización.
“El sinceramiento de los precios es lo que los economistas llamamos un cambio en precios relativos (no debiera llamarse inflación) de una única vez
En escenarios inflacionarios altos es todo un desafío el sinceramiento de precios. Ha funcionado cuando luego del reacomodamiento se va a un tipo de cambio fijo (en la forma que elijan) creíble que cambia definitivamente las expectativas inflacionarias para adelante.
— ¿Cómo ve la reacción de los empresarios que rápidamente acomodaron sus precios, luego de 4 años con regulaciones y restricciones extremas, y no adoptaron un esquema menos traumático para los menguados bolsillos de trabajadores y jubilados?
— Las decisiones empresarias, dentro del marco de la ley, no se pueden juzgar como bondadosas o maliciosas, es decir éticamente. Se deben juzgar por la eficiencia que es lo que redunda luego en beneficios para la sociedad, si se han excedido en sus aumentos lógicamente venderán menos y tendrán que acomodarse. Lo que veo por el momento es que los precios que más aumentaron inmediatamente son los comerciables internacionalmente, porque está vinculado directamente con el tipo de cambio, ahí no hay mucho para decir, y los no comerciables internacionalmente pero que venían muy pisados, con pérdidas.
— ¿Por qué cree que rápidamente se achicó la brecha cambiaria de más de 200% a 10%, aunque luego rebotó a 40%, y no se vio la misma reacción en la tasa de riesgo país?
— La brecha cambiaria se achicó rápidamente porque con la devaluación del peso oficial se incentivó la liquidación de exportaciones (esquema de liquidación 20% CCL / 80% mayorista) y con ello la expectativa de aumento de oferta de divisas también en el paralelo MEP/CCL. Esto se vio como una oportunidad para hacer carry trade por un tiempo (apostar a tasa en pesos especulando que el dólar se mantendrá). Con la combinación, de reducción de tasas de interés en pesos del BCRA, algunos ruidos respecto al financiamiento del Tesoro para pagar al exterior y mayores temores por la evolución de la inflación, la brecha cambiaria se abrió nuevamente a niveles hoy de 40 por ciento.
El riesgo país creo va a reaccionar positivamente cuando se despejen los vencimientos de deuda de 2024, el rescatar el acuerdo con el FMI ayuda mucho en ese sentido y será fundamental sentarse a extender plazos de la deuda local (CER y DLink y Duales) que explican el 85% de los vencimientos excluyendo los de Organismos internacionales, y que están en manos de los bancos, Fondos Comunes y Compañías de Seguros.
“La brecha cambiaria se achicó rápidamente porque con la devaluación del peso oficial se incentivó la liquidación de exportaciones”
Obviamente, el riesgo país lograra niveles más acordes a la región, cuando se empiece a ver la viabilidad política del proyecto país, los resultados en materia fiscal y una cierta estabilización de la inflación.
— El BCRA emitió un bono pensado para dar solución a la sobredeuda acumulada por los importadores, por el severo cepo que impuso el gobierno anterior, pero no tuvo inicialmente buena aceptación ¿Por qué cree que recibió esa respuesta?
— Las primeras dos licitaciones del Bopreal 27 es cierto que no tuvieron éxito, muchas dudas por parte de los importadores respecto del funcionamiento y del precio que podría tener el bono en el mercado secundario, dato fundamental para saber a qué tipo de cambio estarían consiguiendo los dólares. En la última licitación la aceptación ya fue bastante mayor, casi USD 1.200 millones, estimo que por la suba de la brecha cambiaria y el hecho de que apareció una tímida referencia de precio del bono, que indicaba un tipo de cambio en torno a $1.250, sumado a que se mejoraron algunas condiciones de acceso al MULC para los suscriptores. Veremos cómo sigue la aceptación en las próximas licitaciones.
— Dado que al Banco Central le llevará un largo tiempo revertir el estado de reservas netas propias negativas ¿Cómo piensa que se podría dar solución a esa deuda de los importadores, clave para normalizar el ingreso de insumos y máquinas necesarias para reactivar la industria?
— Por un lado la deuda de los importadores no es una deuda del BCRA, por el otro los importadores no veo que estén en depósitos en pesos, al menos la gran mayoría, por lo que no veo una disparada del tipo de cambio por el hecho de que empiecen a pagar, porque además los importadores se estiman racionales y no pagarían cualquier cosa.
Sin embargo, si se quiere ser cauteloso (que es bueno cuando se trata de políticas económicas) lo que se puede hacer es plantear un cupo mensual por empresa de equis millones de acceso al CCL, sin operar la prohibición de ir al MULC por 180 días (restricción cruzada actual si va al CCL por 180 días no va al MULC). En la medida que se vea que no hay incidencia fuerte se va ampliando el cupo hasta liberarlo.
— Economía comenzó a gestionar con los bancos una estrategia para convertir la bola de nieve de los Pases Pasivos del BCRA a 1 día por bonos del Tesoro a diferentes plazos ¿Cuáles son sus expectativas y que riesgos conlleva en términos de descalce de plazos, dado que tienen como contrapartida depósitos privados y del sector público concentrados hasta 30 días?
— No creo que tenga ninguna incidencia, ni mejora ni empeora la situación, lo único que habría que asegurarse es que la colocación del Tesoro vaya simultáneamente a cancelar deuda con el BCRA, sino esa operación generaría una expansión del dinero muy grande, y al final la cantidad de Pases Pasivos sería la misma. No veo que haya un problema de descalce de plazos porque evidentemente ante cualquier necesidad de liquidez de cualquier banco, el BCRA seguramente tome esos Títulos del Tesoro y asista con liquidez. Tampoco veo que esto resuelva ningún problema.
“La bola de Pasivos del BCRA sólo son un problema si ocurriese una corrida de depósitos, y se convierten en liquidez, lo que dispararía el tipo de cambio. Bueno, pasaría lo mismo si los títulos son del Tesoro”
La bola de Pasivos del BCRA sólo son un problema si ocurriese una corrida de depósitos, y se convierten en liquidez, lo que dispararía el tipo de cambio. Bueno, pasaría lo mismo si los títulos son del Tesoro, porque el BCRA daría la liquidez contra esos bonos. En definitiva, lo único que puede resolver esta situación es el aumento de la demanda nominal de dinero, por la inflación en sí misma (dada la tasa real negativa) y de la demanda real de dinero.
— ¿Qué escenario imagina para el corriente año en materia de inflación y variación del PBI?
— En términos de actividad económica, vamos a tener una ralentización del consumo por todas las medidas que implican un ajuste, pero va a estar bastante compensado con la buena cosecha que impulsa otros sectores de la economía y que haría apuntalar el consumo más para fin de año. En definitiva veo el PBI en promedio con leve caída, pero en la dinámica levantando entrado el año, sintiéndose primero en el interior del país y luego en los grandes conurbanos.
Respecto de la inflación es muy prematuro aventurar algo, pero trabajo con un escenario de una tasa anual promedio en torno a 300% y punta a punta de 230 por ciento.
“Son muy importantes los pasos que esta administración está dando y el camino que está proponiendo para poder resolver los temas de Argentina desde sus entrañas”
— ¿Una reflexión final?
— Creo que son muy importantes los pasos que esta administración está dando y el camino que está proponiendo para poder resolver los temas de Argentina desde sus entrañas. Me parece atinado hacerlo contundente desde el primer momento, porque cumple con sus promesas de campaña, y porque tiene que aprovechar el apoyo del 56% que tuvo en las urnas para poder alinear a un Congreso en el que no tiene esa representación, y que marca la viabilidad política de todo esto. Tiene que ser rápido porque se requiere aplicar las medidas concretas cuanto antes para evitar un mayor costo social y una menor probabilidad de éxito del proyecto del Gobierno.
Fotos: Maximiliano Luna
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