El presidente francés, Emmanuel Macron, alertó este jueves que Europa “puede morir” en un mundo en el que cambiaron las “reglas del juego”, por lo que abogó por reforzar su “soberanía” con una defensa creíble o una nueva política comercial.
“Debemos entender que nuestra Europa es mortal, puede morir”, subrayó Macron, en un discurso sobre el futuro del Viejo Continente basado en el tríptico: “Una Europa poderosa, de prosperidad y humanista”.
Aunque muchas de sus propuestas hacen referencia a la Unión Europea, integrada por 27 países, su visión es de una entidad político-geográfica más amplia, atrapada entre la rivalidad chino-estadounidense y confrontada a una Rusia más agresiva.
Su intervención en la Universidad de la Sorbona, vista como un intento de impulsar a su alianza centrista en las elecciones europeas de junio, sigue la estela de su otro discurso clave sobre Europa hace siete años.
Desde entonces, el mundo ha cambiado: el Reino Unido abandonó la UE, una pandemia de covid-19 confinó el mundo y la invasión de Rusia a su vecina Ucrania devolvió la guerra a la primera plana en Europa.
Y, como en 2017, el mandatario de 46 años, quien tras la retirada de la alemana Angela Merkel está considerado como el líder de más peso en la UE, abogó por una Europa más soberana y estratégicamente más autónoma.
“Atrás quedaron los días en que Europa compraba su energía y fertilizantes a Rusia, externalizaba su producción a China y delegaba su seguridad en Estados Unidos”, aseguró.
Durante su discurso de casi dos horas, detalló las decisiones que Europa debería adoptar “ahora” para evitar quedar “relegada” en la próxima década en ámbitos como la ciberdefensa, inteligencia artificial o transición ecológica.
Con una Rusia sin “límites” claros y con un Irán que se acerca a la bomba atómica, presentó una Europa “cercada” frente a las grandes potencias regionales y alertó del cuestionamiento creciente de la “democracia liberal” europea.
Macron llamó así a la UE a contar con una defensa “creíble”, a un “préstamo europeo” para impulsar su industria militar y a reforzar el pilar europeo en el seno de la OTAN, abogando incluso por dotarse de un escudo antimisiles.
“Somos todavía demasiado lentos y poco ambiciosos”, estimó el mandatario, quien abogó por una Europa fuerte que “se haga respetar”, “garantice su seguridad”, “proteja sus fronteras” y retome su “autonomía estratégica”.
Europa no puede ser un “vasallo” de Estados Unidos, subrayó Macron, quien reiteró que, para la seguridad europea, es “indispensable” que “Rusia no gane la guerra de agresión en Ucrania”.
En su visión, Europa debe ser una “potencia de equilibrio” entre China y Estados Unidos, que coopere con las potencias emergencias y con América Latina, África y otras regiones.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, destacó los “buenos impulsos” del discurso de Macron para que “Europa siga fuerte”.
“Reglas del juego”
Ya sea con Rusia y su guerra en Ucrania, o con Irán y su desarrollo nuclear, el inquilino del Elíseo advirtió que las “reglas del juego” han cambiado y que incluso Pekín y Washington “ya no respetan” las del comercio mundial.
“No puede funcionar si somos los únicos del mundo que respetamos las reglas del comercio tal y como se escribieron hace 15 años, si los chinos y los estadounidenses ya no las respetan subvencionando sectores críticos”, aseguró.
Aunque defendió la “apertura” del mercado europeo de 450 millones de consumidores, Macron pidió “revisar” la política comercial de la UE para que se respeten sus reglas sanitarias, laborales y climáticas, y sus “intereses”.
En este sentido, puso como modelo de esta nueva política que debe basarse en la “reciprocidad” el acuerdo entre la UE y Canadá, frente a los acuerdos de “antigua generación”, como el negociado desde hace décadas con el Mercosur.
La UE vive en 2024 un año de renovación de sus instancias comunitarias, que arrancan con las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio a las que seguirán las negociaciones para escoger una nueva Comisión Europea.
En Francia, la candidata oficialista, Valérie Hayer, no logra imponerse en los sondeos, muy por detrás del candidato de la extrema derecha, Jordan Bardella, y con la nueva estrella de la izquierda Raphaël Glucksmann acercándosele.
Macron celebró que “ya nadie proponga salir de Europa o del euro”, en referencia a la extrema derecha, pero criticó que quieran aún matar el proyecto europeo socavándolo desde dentro.
(AFP)
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