El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció este jueves que el Sector Público Nacional registró en abril superávit fiscal por cuarto mes consecutivo, esta vez de $17.409 millones. Este resultado está en línea con la principal ancla que mantiene el Gobierno de Javier Milei en su programa económico, la cual considera “innegociable”.
En lo que va del año el Gobierno acumuló un saldo positivo en las cuentas públicas, contando el pago de intereses de deuda, por 0,2 puntos del PBI, según detalló el titular del Palacio de Hacienda a través de su cuenta oficial de X.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) había destacado como uno de los resultados “más notables” del Gobierno de Milei que Argentina había conseguido el primer superávit fiscal trimestral en 16 años.
Para el caso del objetivo fiscal del primer trimestre, el acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el FMI fue que el sector público nacional debería poder mostrar a fines de marzo un excedente primario -es decir, la contabilidad que no toma en consideración el pago de intereses de deuda- de 962.000 millones de pesos. El dato final del primer trimestre terminó por ser de 3,8 billones de pesos, es decir, cuatro veces superior.
El superávit primario del primer trimestre había alcanzado $1,13 billones, es decir, 0,2 puntos del PBI. Aquel resultado, informado el mes pasado, fue anunciado por el Presidente a través de una Cadena Nacional grabada en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno y en el que estuvo escoltado por Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y su vice Vladimir Werning, más el secretario de Finanzas Pablo Quirno.
Los principales detractores de la política oficial y algunos economistas señalan que el ajuste que lleva adelante el Gobierno puede tener límites hacia adelante. En particular, apuntan sobre la sostenibilidad social y política de los recortes en un contexto de crisis económica. Es que el mayor aporte a la caída del gasto tuvo que ver con jubilaciones, otros gastos sociales y salarios públicos.
Al respecto, la consultora Econviews de Miguel Kiguel había señalado: “Hay dos maneras de ver cómo se distribuyó el ajuste hasta ahora. Una es la contribución absoluta a la caída del gasto, y ahí surge que la ‘licuadora’ sobre jubilaciones y otros gastos sociales (44%) y salarios del sector público (11%) explica más de la mitad. La ‘motosierra’ a la obra pública (22%), subsidios económicos (12%) y transferencias a las provincias (6%) es el otro 40% (lo de las provincias es en parte por menor recaudación de impuestos coparticipables”.
De todos modos, en el primer trimestre la diferencia entre el gasto devengado y el base caja, es decir lo efectivamente pagado, sumó $2 billones entre los $680.000 millones que quedaron del Gobierno anterior en 2023 y $1,3 billones de pasivos que acumuló la gestión de Milei. Si bien ese monto de “deuda flotante” no es históricamente alto, no contempla la deuda de Cammesa con las generadoras de electricidad y productoras de gas natural que, en definitiva, son compromisos del Tesoro.
La Secretaría de Energía había informado que el stock de deuda de Cammesa por diciembre y enero era de $1,074 billones, monto que quiere postergarse con un título en moneda extranjera que cotiza al 50%, de los cuales unos $600.000 millones estaba en manos privadas. Luego detallaron que el stock total, contando febrero, era de $1,74 billones. Resolver este punto será clave para la consolidación fiscal que busca el Palacio de Hacienda.
Las generadoras tienen hasta este viernes para aceptar la propuesta de Caputo, aunque Economía comenzó a liberar algunos pagos a las empresas. Las empresas que sí suscribieron el acuerdo, se estima que suman menos de $200.000 millones, registraron el 100% de los pagos correspondientes a febrero. Para esas y todas las demás se liberó el 68% de los fondos correspondientes a marzo, que comenzaron a vencer esta semana según confirmó Infobae con jugadores del sector.
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