“Confié y me equivoqué. He sido traicionado en el verdadero sentido de la palabra. Meses atrás me di cuenta que había algunas cosas que no andaban, que la fotografía del grupo que me repetía los máximos ejecutivos del Consejo de Administración no eran reales”.
Con esas palabras al periodista Daniele Manca, del Corriere della Sera, el más tradicional diario italiano, Luciano Benetton, que junto a sus hermanos Carlo, Gilberto y Giuliana fundó en 1965 en la provincia de Treviso, en la región italiana del Veneto, el Grupo Benetton, fundamentó su renuncia a la presidencia de la empresa, que es parte del holding familiar Edizione. Benetton estimó el “dramático agujero” del balance en unos 100 millones de euros pero que podrían estirarse a 230 millones.
En Patagonia
A través de la Compañía de Tierras del Sud Argentino (CTSA), los Benetton son también dueños de centenares de miles de hectáreas en la Patagonia, al punto de estar entre los mayores terratenientes del país y ser grandes productores de lana ovina y carne vacuna y una de las empresas que plantó más árboles en la región patagónica, proyecto que inició en 2016 implantando 8.600 hectáreas de pino ponderosa con el objetivo de llegar a 16.000 hectáreas y a un primer corte comercial hacia 2034, para convertirse en un productor de fibras de mejor calidad.
Las propiedades patagónicas de los Benetton los llevaron a frecuentes conflictos con grupos Mapuches, a los que en 2017 ofrecieron donar 7.500 hectáreas en la provincia de Chubut.
La marca, famosa por sus colores, publicidades atrevidas y centenares de prendas de vestir, en particular al inicio por pulóveres que los Benetton producían en grandes volúmenes pero distribuían en pequeñas cantidades hasta que, una vez detectados los colores de mayor aceptación, mandaban a teñir masivamente, ya a sabiendas de que tendrían salida tiene -según consigna este domingo el Corriere- unos 5.000 locales en el mundo y unos 6.000 empleados directos.
En una larga entrevista que ganó la atención de toda Italia, Benetton confesó que detectó que había problemas “en modo tenue” el 23 de septiembre del año pasado, pero que “todo parecía bajo control”.
De “problema tenue a “agujero dramático”
Desde entonces pasaron casi diez meses. “Mientras recibíamos asesoramiento sobre esas primeras señales, de modo despreocupado por parte de los ejecutivos, me di cuenta que los números no cuadraban y que el problema era bien diferente de lo que me habían descripto. Y además hacía tiempo que percibía un descontento interno y externo a la empresa por la actitud arrogante y poco capaz de los nuevos ejecutivos”, dijo Benetton al Corriere, apuntando, sin nombrarlo, al Consejo de Administración encabezado por Massimo Renon, el CEO de la compañía, que le habría ocultado “un dramático agujero de balance” de unos 100 millones de euros.
Se trata de una cifra que el propio Benetton considera aproximada. “Todo lo que emergió a partir de septiembre de 2023 es una vergüenza”. Se trata, le dijo al Corriere, “de un shock que nos dejó sin respiración”.
Luciano Benetton, de 89 años, se había alejado de las cuestiones cotidianas del Grupo en 2012, momento en que funcionaba bien y facturaba unos 2.000 millones de euros anuales, pero volvió en 2018, el mismo año en que murieron Gilberto y Carlo, sus dos hermanos menores.
Al año siguiente eligió como CEO a Renon, al cual ahora acusa -sin nombrarlo- de haberlo engañado o, cuanto menos, de incapaz.
De los cuatro hermanos fundadores ahora quedan Giuliana y Luciano, cuya salida del holding se formalizaría en la próxima asamblea, a mediados de junio.
El holding familiar, que actualmente conduce Alessandro, hijo de Luciano, abarca activos que trascienden largamente el rubro textil y se extiende a inversiones inmobiliarias (como en la Patagonia), concesiones viales, producción alimenticia, operaciones en el rubro de seguros y desarrollo y administración de infraestructuras digitales y portuarias.
Alessandro, segunda generación de los fundadores, buscó tranquilizar las aguas respecto de la bomba lanzada por su padre. Admitió que los 100 millones de euros de los que habló Luciano son “una pérdida significativa” pero que repararán en los próximos años con aportes de capital de unos 260 millones de euros para relanzar lo que muchos todavía recuerdan como los “United Colors of Benetton”, una de sus campañas publicitarias más famosas y que hicieron aún más famoso a Oliviero Toscani, el creativo italiano a cargo de la publicidad del grupo.
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