El cuarto está completamente sellado y solo es posible ingresar con datos biométricos muy particulares, ya que el nivel de seguridad es muy superior al resto de las dependencias de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). A ese verdadero búnker solo acceden muy pocos y, si alguien sin autorización lo intentara, sería detectado en cuestión de segundos.
Casi nadie sabe dónde está ubicada esta oficina dentro del gigantesco edificio central de la AFIP frente a la Plaza de Mayo, donde están guardados y encriptados con estándares de seguridad internacionales los datos fiscales que llegan de los argentinos en el exterior.
Por esta cuestión, la administradora federal, Florencia Misrahi, se reunió en la embajada de Estados Unidos con su representante en la Argentina, Marc Stanley. Misrahi afirmó que aspira a fortalecer el intercambio de información y la colaboración con ese país “a través de mejores prácticas que permitan incorporar más contribuyentes y simplificar la administración tributaria” y el embajador “resaltó la importancia que Estados Unidos le asigna a la transparencia y al intercambio de información”.
Durante la reunión, informó la AFIP, “analizaron el estado actual de los diferentes acuerdos y convenios bilaterales vigentes con énfasis en las medidas para llevar a cabo acciones en pos de concretar el intercambio automático de información por Fatca en septiembre próximo”.
Cada año, la AFIP recibe en un servidor decenas de miles de datos de los países con los que firmó acuerdos bilaterales y también por el acuerdo multilateral auspiciado por la OCDE. Cuando los países participantes de este convenio multilateral depositan el 30 de septiembre de cada año la información, el fisco argentino solo puede recoger del servidor los datos de los ciudadanos de sus residentes.
Infobae reconstruyó el proceso de intercambio y procesamiento de datos con calificadas fuentes de la AFIP y del sector bancario.
Este año el desafío, cibernético y fiscal, es mucho mayor, ya que el próximo 30 de septiembre llegarán a esa computadora central todos los datos que aportará el Internal Revenue Service (IRS) con las cuentas de los argentinos en Estados Unidos.
Cuando los países participantes de este convenio multilateral depositan el 30 de septiembre la información, el fisco argentino solo puede recoger del servidor los datos de los ciudadanos de sus residentes
Ese mismo día, la AFIP también le enviará al IRS los datos de los contribuyentes norteamericanos con cuentas en la Argentina, en el contexto del acuerdo Fatca que firmó Sergio Massa como ministro de Economía con el Tesoro de Janet Yellen.
Fuentes de la AFIP precisaron a Infobae que los datos se encriptan en forma especial, de manera tal que ni siquiera el jefe del organismo puede acceder a esa base de información. A partir del 1ro de octubre comenzará el proceso de verificación de las identidades y el cruzamiento con las declaraciones juradas de cada contribuyente individualizado por el IRS y otros organismos extranjeros.
Chequeos de seguridad
La Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero (Fatca, por sus siglas en inglés) fue aprobada en 2010 por el Congreso de los Estados Unidos para evitar la evasión de las obligaciones fiscales de los contribuyentes estadounidenses que tienen cuentas en otros países. Se trata de un mecanismo de intercambio automático -no individual o a requerimiento, como el que funciona desde 2018- con Estados Unidos, un territorio clave para que la AFIP avance en la lucha contra la evasión.
Una misión del IRS inspeccionó la oficina en cuestión ese mismo año para chequear si se cumplían todas las medidas de seguridad y la AFIP pasó el examen. De todos modos, tanto la OCDE como el IRS inspeccionan en forma periódica si estos niveles de seguridad se mantienen, ya que los acuerdos que se firman contemplan la posibilidad de suspenderlos si alguna información se filtra. Esta revisión “entre pares” es un elemento clave para evitar filtraciones a terceros.
Tanto la OCDE como el IRS inspeccionan si los niveles de seguridad que presentó la Argentina se mantienen, ya que los acuerdos que se firman contemplan la posibilidad de suspenderlos si alguna información se filtra
La AFIP ya logró detectar casos de evasión con otros acuerdos vigentes, como con España, varios paraísos fiscales y hasta con Estados Unidos, donde el organismo fiscal que lidera Florencia Misrahi pudo acceder a datos de propiedades de argentinos en Miami y otras ciudades icónicas de ese país.
A partir de esa pesquisa, el fisco argentino le pidió al IRS información más amplia y contundente para fiscalizar a esos contribuyentes. También logró frenar varias operaciones trianguladas a través de paraísos fiscales. Claro que no siempre es fácil llegar a conclusiones nítidas, ya que en algunos casos pueden aparecer personas con nombres o apellidos parecidos o información incompleta. Y los plazos de prescripción para investigar no son del todo favorables para el fisco.
Los expertos contaron a Infobae que para que toda esta orquesta funcione en forma perfecta, los organismos oficiales que controlan la evasión deben tener la colaboración plena de los bancos.
Para las entidades financieras argentinas el incentivo es claro: si no cumplen con el pedido de la AFIP de entregar su base de datos en los próximos meses para que la AFIP la gire en septiembre a Washington, el gobierno de ese país les aplicará sanciones luego del 30/9, con la retención del 30% de su renta.
Por este motivo, los bancos de ABA y Adeba recibieron instrucciones técnicas precisas la semana pasada de parte de los funcionarios de la AFIP y comenzaron a correr contra reloj para cumplir con los plazos. Esto implica, entre otras tareas, comunicarles a los clientes que estarán sujetos a la ley Fatca. Varias entidades con filiales en la Argentina ya se lo hicieron saber a sus clientes más sofisticados, con mensajes que explican los alcances del largo brazo del IRS hasta los confines de cualquier país que tenga un acuerdo con Estados Unidos.
Hasta ahora, los bancos argentinos le enviaban directamente la información al IRS; pero desde este año la AFIP, por el acuerdo bilateral, actuará como intermediario, en buena medida porque hay una excepción al secreto bancario para cumplir con Fatca.
La guía para hacerlo es el “Régimen Informativo de Cuentas Financieras de Sujetos No Residentes (CRS – Fatca)” que les pasó la AFIP. En 30 páginas, los bancos pueden develar cómo proceder y qué información deben brindarle al fisco.
Entre otros ejes, el informe les explica que se estableció “un régimen de información dirigido a las instituciones financieras obligadas a reportar las cuentas correspondientes a sujetos no residentes en el país (incluyendo los contratos o esquemas que califiquen como tales), según los requisitos, formas y plazos establecidos por la Resolución General AFIP N° 4056-E y sus modificatorias”.
Se estableció un régimen de información dirigido a las instituciones financieras obligadas a reportar las cuentas correspondientes a sujetos no residentes en el país
Con ese fin deben definir “en función de cada uno de los métodos de remisión de información, el procedimiento, la definición del diseño de registro y las validaciones de negocio que se realizarán en cada campo”.
“Los sujetos obligados deben remitir la información requerida generando un archivo por cada año calendario, teniendo como fecha límite para su presentación el 30 de junio del año siguiente al período que se presenta”. En este caso, deben entregar los saldos y movimientos del período fiscal 2023 en el formato determinado por el organismo madre de la DGI. A EEUU le llega más información de la que ese país envía a la Argentina (solo datos de la renta y no los saldos) y a otros países que firmaron el acuerdo en el marco de Fatca.
Los requisitos de la información
En la carta difundida por una importante entidad en Buenos Aires, se explica que deben cumplir con este pedido de información los siguientes sujetos:
- Agentes de retención de los EE. UU. (USWA, por sus siglas en inglés): Entidad estadounidense que tiene control, recibo, custodia, cesión o pago de todo pago sujeto retención.
- Instituciones Financieras Extranjeras (FFI): Entidad no estadounidense que acepta depósitos en el curso habitual de una actividad bancaria similar; mantiene activos financieros por cuenta de otros como parte sustancial de sus operaciones; actúa como empresa controladora o centro de tesorería de un grupo FFI o se usan relación con ciertos vehículos de inversión; es una entidad de inversión que realiza ciertas actividades de inversión por cuenta de los clientes, es un vehículo de inversión administrado por otra FFI, o es un vehículo de inversión colectiva o similar; o es una compañía de seguros especificada (o empresa controladora de una aseguradora).
- Entidades extranjeras no financieras (NFFE, por sus siglas en inglés) Cualquier entidad extranjera que no sea una FFI o alguna de las siguientes entidades específicamente exentas: › Sociedades que cotizan en bolsa y sus empresas afiliadas (más de 50 % de voto y valor).
- Entidades constituidas según las leyes de una posesión de Estados Unidos.
- Gobiernos extranjeros u organismos de propiedad entera de los mismos.
- Organizaciones internacionales, organismos de propiedad entera o dependencias de las mismas.
- Bancos centrales extranjeros (a menos que actúen como intermediarios de clientes).
- Cualquier otra clase de personas que la Secretaría considere que presenta riesgo bajo de evasión fiscal.
- Ciudadanos o residentes de Estados Unidos; sociedad o corporación constituida en Estados Unidos o de conformidad con las leyes de este país o de cualquiera de sus estados.
Funcionarios que trabajaron en la negociación y la implementación de estos acuerdos afirmaron a Infobae que, año tras año, la AFIP puede utilizar mejor este torrente de información que llega desde el exterior y confían en que el mismo proceso de aprendizaje ocurrirá con los valiosos datos que aportará Estados Unidos dentro de 161 días. Todavía quedan varios especialistas en materia tributaria que dudan sobre la veracidad de este intercambio, pese a que fue confirmado por el Tesoro de Estados Unidos; en pocos meses llegará la hora de la verdad cuando un funcionario del IRS decida pulsar desde Washington el botón de “send” con destino a Plaza de Mayo.
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