Las remarcaciones en medio de la incertidumbre electoral y la liberalización de algunos precios pisados por el Gobierno, hicieron que durante noviembre la inflación acelerara nuevamente por encima de los dos dígitos, en torno al 12%, según las primeras estimaciones de las consultoras. El nuevo Gobierno, los analistas y las empresas esperan que desde diciembre, por cuestiones estacionales y por el esperado “sinceramiento” de algunas variables, la nominalidad suba un nuevo escalón.
El índice de precios al consumidor que mide la Fundación Libertad y Progreso (IPC-LyP) marcó un aumento de 12,6% para el mes pasado. Ese dato implica un quiebre sobre la desaceleración al 8,3% que se había registrado en octubre y una vuelta a los niveles registrados por la devaluación posterior a las PASO de agosto. “En cuanto a la variación interanual, la misma ascendió a 160,4%, 68 puntos más que un año atrás, y el valor más alto desde julio de 1991 (178,3%)”, detallaron.
Las expectativas de sinceramiento en los precios del tipo de cambio oficial, tarifas, servicios regulados y productos de consumo masivo enmarcados en Precios Justos que generó el triunfo de Javier Milei en las elecciones derivaron en un salto de la inflación en la última semana del mes. “Los datos de la última semana mostraron que tras la segunda vuelta electoral los precios crecieron a un ritmo del 6,6% semanal, el mayor registro de toda la administración de Alberto Fernández”, consignó el informe de LyP.
“La suba estuvo impulsada por el rubro de alimentos y bebidas, donde anotamos subas del 12% para la mayor parte de los productos; algo vinculado al vencimiento del programa de Precios Justos que se renovó con actualizaciones del 12%. Y también por el lanzamiento de un nuevo tipo de cambio diferencial, 20% superior al oficial, para todas las exportaciones, equivalente a un salto cambiario para toda la canasta de productos transables que son parte de nuestra canasta exportable”, explicaron.
Desde la consultora C&T informaron que su relevamiento arrojó un IPC del 11,5% en noviembre y una variación interanual del 161,6 por ciento. En paralelo, anticiparon que para diciembre se espera un nivel todavía superior. “El mes arrancó con diversos ajustes significativos luego del freno que había tenido lugar hasta las elecciones generales de octubre. Luego hubo una moderación y después del balotaje comenzaron a registrarse incrementos fuertes y generalizados”, destacaron.
Para C&T, salud fue el rubro de mayor suba a partir del alza del 19% en los medicamentos, una de las más altas de todos los rubros del IPC. En esparcimiento se destacaron el turismo y los equipos electrónicos; en el caso de los últimos, a pesar de las ofertas que tuvieron lugar durante el mes. Los electrodomésticos impactaron particularmente en equipamiento y mantenimiento del hogar, acompañados por los productos de limpieza y un nuevo aumento para las empleadas domésticas.
En dicha medición, alimentos y bebidas subió 13%, con alzas generalizadas, que no bajaron del 9% y que llegaron hasta el 22% en frutas y verduras. En transporte y comunicaciones, los componentes más influyentes fueron el mantenimiento de vehículos, los servicios de conexión y los equipos de comunicaciones.
La estimación de Eco Go sobre la inflación general de noviembre fue del 13,4 por ciento. Allí vale destacar que los alimentos subieron 3,4% en la última semana, un rubro sensible para los sectores de menores recursos.
Esa dinámica también se observó en el informe que realiza semanalmente la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía, a cargo de Gabriel Rubinstein. El índice general relevado por el Palacio de Hacienda se movió un 3,1% al alza, en comparación con el 2,3% que había marcado en la semana previa. Así, el ritmo de avance de la inflación acumulada en 4 semanas pasó del 9,6% al 10,8 por ciento.
Emilio Prado, Economista de LyP, sostuvo: “Es evidente, otra vez, que los controles de precios y los cepos cambiarios no terminan en buen puerto, y mucho menos, para enfrentar las consecuencias de una monumental emisión de pesos para paliar los excesos de gasto público. Si bien se espera mayor inflación en el corto plazo, el nuevo gobierno debe de ejecutar un plan de estabilización lo más ordenado posible y presentar una serie de reformas que den sustento a este plan para que los precios empiecen a desacelerarse antes de que termine el año 2024″.
El dato oficial de noviembre será informado por el Indec el próximo 13 de diciembre, tres días después de la asunción de Milei. El IPC del organismo estadístico había acumulado hasta octubre un 147,7% interanual y de 76,6% en 2023, los niveles más alto desde la hiperinflación de 1990.
“Con todo esto, la inflación acumulada durante la presidencia de Alberto Fernández se ubicó en 928,8%, siendo la más alta acumulada por un presidente desde 1991″, concluyó LyP.
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