Agentes policiales del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela asedian desde la noche de este viernes la residencia oficial de la Embajada de Argentina en Caracas, donde se encuentran refugiados seis opositores desde marzo.
Magalli Meda, quien fue la jefa de campaña para las presidenciales, denunció que están sin luz y con los accesos a la sede tomados por el régimen. “6:30 am. En la Embajada de Argentina en Venezuela custodiada por Brasil, estamos con la electricidad cortada y con los accesos a la sede tomados”, manifestó a través de su cuenta en la red social X, al tiempo que compartió dos fotografías tomadas por ella desde el interior de la sede diplomática.
Por su parte, Pedro Urruchurtu, coordinador internacional de Vente Venezuela -partido liderado por María Corina Machado-, había destacado que “Brasil sigue representando los intereses de Argentina”. Sin embargo, horas después la dictadura revocó de forma unilateral el permiso para que esa nación custodie la embajada de Argentina en Caracas.
El Comando con Venezuela, de los opositores María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, manifestó también en X: “07:35AM. Así amanece la sede de la embajada de Argentina en Caracas, rodeada por agentes del régimen, encapuchados y armados, quienes -además- impiden acceso a periodistas aunque la calle no está cerrada”.
En la publicación, se observan tres imágenes. Una muestra la bandera de Brasil, que confirmaba lo que expresó el mencionado Urruchurtu, que ese país seguía representando los intereses de Buenos Aires, y dos fotos en las que se ven agentes del régimen chavista rodeando el edificio.
Además de Meda y Urruchurtu, también se encuentran asilados el ex diputado Omar González, miembro de Voluntad Popular (VV); Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de VV; Humberto Villalobos, coordinador electoral del Comando de Campaña de VV; y el ex ministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el principal bloque opositor.
Los seis opositores se refugiaron luego de que la Fiscalía chavista los acusara de varios delitos, como “conspiración” y “traición a la patria”, entre otros.
A finales de julio, este grupo de opositores denunció que “funcionarios de seguridad del régimen” estaban a las afueras del lugar y buscaban “tomar esta sede diplomática”, lo que calificaron como una “grave violación al derecho internacional”.
Desde agosto, Brasil se ocupaba de la custodia de las sedes diplomáticas de Perú y Argentina en Venezuela, así como de la representación de sus intereses y ciudadanos en el país caribeño, tras la expulsión de los miembros de ambas legaciones.
Además de Perú y Argentina, la dictadura de Maduro también exigió a Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay el retiro “inmediato” de sus representantes, en rechazo a sus “injerencistas” declaraciones sobre las presidenciales del 28 de julio, en las que el chavista fue proclamado ganador, lo que cuestiona buena parte de la comunidad internacional.
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