El 14 de febrero es una fecha para conmemorar el amor y la amistad, sin embargo, para muchos es un día en el que el consumismo aflora lo peor de cada persona, impulsados por grandes campañas de mercadotecnia.
De acuerdo con especialistas, esto se refleja en el hecho de que éste es el primer momento del año en el que se registra una recuperación económica, de aproximadamente 3%.
Aunque efímero (debido a que los beneficios no compensan la cuesta de enero), el día de San Valentín beneficia a ciertos sectores de la economía, en particular al comercio de flores, peluches chocolates y globos, así como los servicios de hospedaje temporales (hoteles) y restaurantes.
Violeta Rodríguez del Villar, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que somos una sociedad que confiere mayor significado al hecho de regalar que a demostrar el afecto de otras maneras.
Estamos muy condicionados a expresar nuestras emociones mediante los bienes materiales, lo que lleva precisamente al incremento de las ventas
Según explicó Rodríguez del Villar en un comunicado de la institución, en 2018 la recuperación económica en el día de los enamorados fue de 20.000 millones de pesos, superando al año anterior; y para este año se espera una cifra similar.
Al igual que sucede en diciembre, el consumo alrededor del 14 de febrero tiene un componente emocional importante, que evita que las personas evalúen correctamente sus compras; "por lo general el gasto excede la capacidad de pago, característica del consumo emocional", dijo.
La gente llega a febrero sin haber saneado sus finanzas, lo que implica que en el 14 de febrero sólo se incrementen las deudas. La fecha podría implicar un efecto similar al de las fiestas decembrinas: una cuesta, pues las personas piensan en satisfacer a sus seres queridos con obsequios sin considerar si pueden pagar lo adquirido.
¿En qué gastan los amorosos?
Los sectores que mayores ganancias registran en esta fecha es el restaurantero, el alquiler de cuartos de hotel y el comercio. En una escalara menor, se encuentra la venta de bienes no duraderos como peluches, bebidas, tabaco y algunos alimentos.
Debido a que lo que se compra suele ser desechado más fácilmente, Rodríguez del Villar recomendó fomentar un consumo que no sea controlado por las emociones, y si éstas van a dominar el gasto, "regalar artículos necesarios o que tengan un efecto positivo a largo plazo, como un libro o un anillo de oro".
Es necesario quitarnos la idea de que los sentimientos tienen que expresarse con bienes materiales, y si lo vamos a hacer, que sea un consumo inteligente que adicione al patrimonio y no cualquier objeto para salir del paso.
Los muñecos de peluche, suaves como el amor
Siempre tiernos, tersos y esponjosos; de colores, tamaños y formas diversas. El día de los enamorados los muñecos de peluche tienen un papel protagónico por los efectos que tienen en las mujeres.
Los motivos para obsequiarlos son variados, pero el 14 de febrero es la fecha en que se convierten en uno de los regalos favoritos, no sólo por la ternura que representan, sino por su textura suave, "esa sensación táctil que hace referencia al amor", resaltó Ricardo Trujillo, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM.
¿La razón? porque la textura blanda se asocia intrínsecamente con las emociones, de tal suerte que los peluches tienen un sentido de afectividad que hace referencia al amor.
"Para una mujer recibir un anillo de diamantes quizá no es un detalle tierno, pero sí representa poder. Pero hay formas de vincularse con alguien a partir de lo tierno y hermoso, y un peluche es una buena representación, aunque no la única. Cualquier cosas que tenga que ver con lo suave, dúctil, maleable y sencillo, como un beso, estaría representando esta emocionalidad", explicó el especialista.
El gusto por los muñecos de peluche no tiene que ver con el apego, sólo son elementos con un valor emocional, concluyó.
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