Desde el Gobierno afirman que las jubilaciones se vienen recuperando en los últimos meses, apuntaladas por el cambio de fórmula y las compensaciones otorgadas por el Estado. Según un informe elaborado por Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), lo que dice el Gobierno es cierto, pero la recomposición es mínima en comparación a todo el terreno perdido en los últimos años.
De acuerdo al estudio, desde 2017 hasta hoy los jubilados que cobran la mínima perdieron un 26% de su poder de compra. “En moneda de junio de 2024, un haber promedio mensual era de $370.000 en el año 2017″, comentó Argañaraz. A partir de entonces las jubilaciones comenzaron a caer y llegaron a un piso de $212.400 en febrero de este año. “Este fue el mes de menor poder adquisitivo de los últimos años, registrando una caída del 43% respecto al promedio de 2017″, aclaró el especialista.
En marzo, abril y mayo las jubilaciones comenzaron a subir, pero quedando aún muy lejos de los valores que alcanzaban en 2017. “El monto del mes de mayo, incluido el bono de $70.000, fue de $273.000 en moneda constante. Desde el piso de febrero, el poder adquisitivo de la jubilación subió un 29%, pero respecto al promedio de 2017, la caída relativa sigue siendo muy grande, del 26%”, indicó el especialista.
“Dado el actual esquema de ajuste mensual, si la inflación de ahora en más se mantuviera relativamente constante, los haberes reales se estabilizarían en estos valores actuales. Obviamente, quedarían muy por debajo de los del año 2017″, agregó.
Repasando, las jubilaciones decrecieron de $370.000 en 2017 a $273.000 en mayo de 2024 en moneda constante. ¿Qué significa esto? Que un jubilado hoy tendría que ganar $97.000 para igualar el poder de compra que tenía en 2017.
“Un aspecto clave que el gobierno debe resolver en el corto plazo es qué dinámica le va a dar a los bonos compensatorios. Si por ejemplo dejara fijo el valor del bono en $70.000, la licuación que generará la inflación, a pesar que sea baja, va a hacer que el ingreso real de esta importante masa de jubilados, luego de tocar un máximo en este mes de junio, empiece a descender mes a mes”, analizó Argañaraz.
¿Sigue la pérdida?
Para el presidente del Iaraf, dado el actual esquema de ajuste mensual, si la inflación de ahora en más se mantuviera constante, los haberes reales no tendrían mayores oscilaciones, es decir que se seguiría manteniendo la diferencia del 26% con el 2017 e incluso se agrandaría.
“El gobierno debe tomar una decisión respecto al bono de $70.000. Si no lo actualiza, los ingresos totales de los jubilados que lo reciben van a empezar a caer a partir de este mes de junio. En efecto, lo que se recuperó en estos últimos meses se va a volver a perder. En diciembre de 2025 se volvería a los mismos valores de febrero de este año”, insistió el especialista en impuestos.
En este contexto, afirmó Argañaraz, el gobierno debería instrumentar un mecanismo que al menos evite que se vuelva a registrar una pérdida de poder adquisitivo.
“La Cámara de diputados sancionó un proyecto que implica, entre otras cosas, mejorar un 8,5% los haberes reales. El presidente de la Nación ha manifestado que va a vetar cualquier proyecto que ponga en riesgo el equilibrio fiscal. La sostenibilidad a futuro es la clave. Sería ideal que el Congreso sancione en el mismo momento el cambio de gastos o de ingresos que garanticen que el gasto que está subiendo no tiene un impacto neto negativo en el resultado fiscal. Pronto debería haber una reforma integral del sistema previsional, dentro de una reforma fiscal integral, que permita que los jubilados al menos recuperen el poder adquisitivo del año 2017″, opinó el presidente del Iaraf.
“En este sentido y bajo la condición del equilibrio fiscal, la sociedad debe definir un mecanismo que garantice que los jubilados que aportaron durante su vida activa puedan al menos recuperar el poder adquisitivo del año 2017 y que se les mantenga de manera sostenida. No hay mucho tiempo para la discusión”, agregó.
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