La reforma laboral que aprobarían este jueves los diputados en el marco de la Ley Bases no es la que hubieran querido los empresarios. El sector privado anhelaba cambios mucho más ambiciosos y profundos -como los previstos en el tan cuestionado DNU o en el proyecto de ley enviado inicialmente por el Ejecutivo-, pero al mismo tiempo entiende que lo que salió del Senado, muy licuado pero prácticamente sin cambios respecto del aval inicial en la cámara Baja, implica un importante avance frente a la situación actual. ¿Es suficiente? No, coinciden en el establishment. “Pero es un paso, un comienzo fundamental”, agregan en el Gobierno, mientras esperan con ansias festejar, mañana, el batacazo final.
Días atrás, tras la sanción del proyecto en el Senado, desde la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham) hicieron trascender un punteo sobre la visión de las empresas socias en torno a cada uno de los puntos de la ley. Y con respecto a la reforma laboral, el planteo fue que “la redacción final aún no genera las condiciones mínimas necesarias para un aumento sustancial de la empleabilidad, ni para la reducción significativa de la informalidad”.
Sin embargo, desde otras entidades prefirieron mirar el medio vaso lleno y tomarlo como un hecho muy positivo, frente a la realidad política actual y las debilidades que tiene el Gobierno en el Congreso. Así lo creen en instituciones como la UIA o IDEA o incluso la Cámara Argentina de Comercio (CAC), donde igualmente admiten que para que caiga la informalidad y comience a generarse mayor empleo, el principal driver es el repunte de la actividad económica de la mano de un crecimiento de la inversión. Para ello, la estabilidad macroeconómica es una condición sumamente necesaria, aseguran los empresarios.
Desde la AmCham, con respecto a la reforma laboral el planteo fue que “la redacción final aún no genera las condiciones mínimas necesarias para un aumento sustancial de la empleabilidad, ni para la reducción significativa de la informalidad”
“Lo mejor es enemigo de lo bueno. A todos nos hubiera encantado una reforma laboral profundísima. Si en Diputados el gobierno la fue lavando un poco fue porque entendió que no era posible y mantuvo lo que entendía que podía mantener. Una Ley Bases, aunque no sea perfecta, es mucho mejor que un proyecto mucho más ambicioso pero que no termina siendo ley”, afirmó, en diálogo con Infobae, el director ejecutivo de IDEA, Daniel González. Y siguió: “¿Soluciona los problema de empleo de la Argentina? Obviamente que no, pero si la economía se estabiliza, este tipo de reformas son importantes. Mejora, va en la dirección correcta”.
También desde la CAC recibieron los cambios con satisfacción, pese a los importantes recortes que le había hecho Diputados. El asesor legal laboral de la entidad, Pablo Devoto, consideró que “hay puntos importantes que el Senado mantuvo, como la derogación de las tan cuestionadas multas; o la extensión del período de prueba de 3 a 6 meses, entre otros, por lo que más allá de que se dejaron de lado algunos artículos del proyecto original, lo que saldrá es positivo”. En cuanto al impacto en el empleo, remarcó que “todo cambio en la normativa laboral que la torne más actualizada puede generar más empleo y, en especial, empleo formal y registrado”.
En entidades como la UIA o IDEA o incluso la Cámara Argentina de Comercio (CAC), admiten que para que caiga la informalidad y comience a generarse mayor empleo, el principal driver es el repunte de la actividad económica de la mano de un crecimiento de la inversión
“El empleo está estancado y en retroceso firme desde hace tiempo. Claro que la macro y la micro son mandatarias e imprescindibles de corregir, pero si esto se acompaña desde una modernización laboral eficiente, se pueden dar condiciones favorables para generar empleo formal”, explicó el experto laboralista.
También están quienes creen que este tipo de reformas, más que generar más empleo, destruirá la calidad del trabajo porque lo hará más precario. Juan Ottaviano, de Fundar, no cree que exista en las regulaciones laborales un “parámetro, ni menos aún un estándar de reducción de costos o de flexibilidad, que sirva para crear empleo o reducir significativamente la informalidad. Son realidades e indicadores que dependen centralmente de otras condiciones, en especial, de la actividad, el crecimiento y el crédito”. Coincidió con su visión Matías Maito, de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam): “Yo no creo que este tipo de iniciativas generen más empleo. La evidencia histórica, tanto en nuestro país como a nivel global, no dan cuenta de que este tipo de reformas mejoren la generación de empleo, sino que lo que hacen es reducir su calidad. Y lo mismo con la informalidad, no creo que la reduzca, sino que legaliza situaciones de trabajo precarias o directamente informales”.
Entre los puntos más importantes para las empresas que quedaron plasmados en el capítulo de reforma laboral de la ley, se destacan los siguientes:
-Ampliación del período de prueba de 3 a 6 meses, con la posibilidad de extenderlo hasta 12 meses, en el caso de pymes que tengan hasta 5 empleados. En este caso, deberá acordarse vía la negociación colectiva. Para el sector privado, es un avance importante porque puede conocer mejor al trabajador antes de contratarlo, pero quienes defienden la posición sindical argumentan que la medida implica un desamparo debido a que durante ese plazo los empresarios pueden despedir sin pagar una indemnización.
-Quedaron eliminadas todas las multas por trabajo no registrado o demora en el pago de las indemnizaciones. Este ha sido uno de los principales reclamos empresarios desde hace varios años debido al incremento de la litigiosidad que provoca la situación actual.
-Bloqueos sindicales: si bien en Diputados se había eliminado el hecho de que los bloqueos sindicales sean causal de despido, ese punto fue reincorporado en el Senado, aunque lo que quedó afuera es que un trabajador que realice un bloqueo pueda ser denunciado penalmente con pena de prisión.
-Los trabajadores independientes podrán contar con hasta otros tres (3) trabajadores independientes para llevar adelante un emprendimiento productivo y podrá acogerse a un régimen especial unificado que al efecto reglamentará el Poder Ejecutivo nacional. El proyecto de Diputados establecía 5 trabajadores, pero el Senado lo redujo a 3.
En el Gobierno están satisfechos con lo que finalmente quedó, a pesar de los recortes que tuvo la iniciativa y consideran que “es una base importante” para ir logrando cada vez mayores avances con el tiempo
-Fondo de cese laboral por sectores. El proyecto prevé la posibilidad de crear un fondo cese laboral por sectores, como rige en el sector de la construcción. Quienes lo defienden argumentan que permite prever cuál es el costo de extinción de las relaciones laborales, pero no todos los sectores están de acuerdo. Algunos empleadores, que no tienen alta rotación, no lo quieren porque implica aumentar el costo laboral entre 6 y 8%.
Estos son algunos de los ejes más importantes de esta reforma, que originalmente incluía apartados destinados a disminuir el poder de los sindicatos pero que en Diputados quedaron casi todos eliminados. El más cuestionado por la CGT era el que condicionaba el aporte sindical a que el trabajador diese su consentimiento.
En el Gobierno están satisfechos con lo que finalmente quedó, a pesar de los recortes que tuvo la iniciativa y consideran que “es una base importante” para ir logrando cada vez mayores avances con el tiempo. “Si saliera, es un avance muy bueno para la empleabilidad y también para la regularización, aunque tiene que ir acompañada de otras medidas. Va a faltar la parte de la reducción de los costos laborales y la generación de incentivos adicionales mediante la educación y la formación para el trabajo, pero es un comienzo fundamental”, indicó una fuente de la Secretaría de Trabajo.
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