La economía argentina atraviesa un período de transición muy difícil, en plena recesión y con un rápido deterioro de los indicadores sociales, que contrasta a la vez con indicadores positivos como la palpable desaceleración inflacionaria, los robustos superávit fiscal y comercial, y el saneamiento del balance del Banco Central.
Probablemente los agentes de los mercados financieros estén mejorando sus expectativas sobre el futuro económico, con más énfasis en los segundos indicadores, mientras que ya venían descontando como un hecho los primeros. Por eso hoy puede advertirse una disociación tan grande entre la evolución de las variables financieras y las que muestra la economía real.
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Este lunes algunas variables clave se alinearon en sus mejores niveles en cinco meses. El dólar libre cedió por sexta rueda consecutiva, a $1.185 para la venta, un mínimo desde el 20 de mayo, cuando el billete informal cerró a 1.180 pesos.
Además, la evolución del tipo de cambio oficial, en un rígido sendero de devaluación gradual del 2% mensual, se pactó a 975,50 pesos, lo que reduce la brecha cambiaria a un 21,5%, la más baja desde el 14 de mayo (20,9%).
En sintonía, los bonos soberanos en dólares vuelven a subir, con algunas paridades en máximos del año, en especial las emisiones a menor plazo como el Bonar 2029 (AL30), que es operado a USD 67, mientras que el Bonar 2030 ya roza los USD 60 y el Global 2030 (GD30) cotiza a USD 61, con alzas en torno al 80% en 2024.
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En esta convergencia también se encuentra el riesgo país argentino, medido por la banca JP Morgan, ahora en los 1.207 puntos, un piso desde el 24 de abril.
Aunque el ajuste de los indicadores financieros no es suficiente todavía como para levantar el control de cambios y regresar al mercado voluntario de deuda, el progreso es ostensible si se tiene en cuenta que en julio, antes del blanqueo de capitales, el dólar libre tocó un récord de 1.500 pesos (-20,7% desde entonces) y el riesgo país llegó a superar los 1.600 puntos.
Los analistas explican qué hay detrás de esta consolidación de las expectativas positivas del mercado. El economista Salvador Di Stefano destacó que “el Gobierno logró ocho meses de superávit fiscal, honró la deuda y ajustó los precios relativos. La consecuencia fue que el dólar dejó de ser resguardo de valor. Los bancos muestran depósitos en dólares en niveles récord, superando los USD 30.000 millones. Esto activa a las financiaciones en dólares, que luego se transforman en pesos para invertir en el mercado local. En resumen, la venta de dólares no se detiene, el Banco Central compra dólares en forma genuina, y las reservas están aún paso de superar los USD 30.000 millones”, justificó.
Aunque los datos macroeconómicos aún no convalidan la salida de la crisis, los indicadores financieros ratifican una mayor confianza inversora
“El blanqueo suma adhesiones. Habría acumulado más de USD 13.000 millones en efectivo, cuando en el blanqueo de Mauricio Macri se habrían acumulado en efectivo solo USD 7.700 millones. Este blanqueo es un éxito, no se realizó con fines recaudatorios, sino para empujar a la economía a una reactivación. El PBI, medido a la última cotización del dólar, rondaría los USD 400.000 millones. Esto implica que el blanqueo aporta a la economía algo más que 3% del PBI, claramente, vamos a sentir su impacto”, puntualizó Di Stefano.
Desde Portfolio Personal Inversiones indicaron que “los Globales argentinos siguen diferenciándose y la deuda soberana argentina sigue llevándose todas las miradas. Factores que debemos seguir de cerca: cómo evolucionarán las negociaciones con el FMI tras la designación de Luis Cubeddu por Rodrigo Valdés como encargado de las negociaciones”.
“Se sigue percibiendo que los ahorristas estarían volcando fondos a los activos financieros, empujando no sólo las cotizaciones de acciones y bonos sino también otorgando amplio financiamiento a las empresas de primera línea para acceder a nuevos fondos, y también poder refinanciar anticipadamente vencimientos, aprovechando las favorables condiciones”, afirmó el economista Gustavo Ber.
El Gobierno concentra sus esfuerzos en alcanzar una salida del cepo sin sobresalto cambiario, reducir la inflación y volver al mercado internacional de deuda
Los expertos de Rava Bursátil señalaron que “los bonos soberanos comenzaron el mes de manera positiva, finalizaron la semana pasada todos en terreno favorable. Se observa una mayor demanda en la curva larga de vencimientos y los más solicitados fueron aquellos posteriores a 2035. Recomendamos monitorear el nivel de la brecha (de cotización entre ley argentina y extranjera), que hoy se ubica alrededor de 3,5%, un precio atractivo en caso de que la brecha vuelva a valores normales, por encima de 4%”. Agregaron que “la estrategia de carry trade se mantiene exitosa desde principios de año, genera ganancias considerables en dólares”.
Jorge Fedio, analista técnico de Clave Bursátil, observó que “el contexto bursátil no está cambiando, se está afirmando, tiene en su horizonte un exitoso blanqueo que le habilitará una fenomenal entrada a la Bolsa y, ni bien suceda, esa masa podrá provocar la disparada de precios que puede llegar a ser colosal, tanto en bonos para bajar el riesgo país, como en acciones inimaginable, tanto como para recuperar los valores en dólares del 2018 registrando máximos más allá de los 2 millones de puntos en el índice Merval en pesos”.
Un reporte del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) detalló que “entre los factores locales que ayudan a impulsar la deuda se encuentra por un lado, los buenos resultados que viene teniendo el BCRA en términos de compras de dólares en el MULC a pesar de la estacionalidad del segundo semestre. Por otra parte, la extensión de la etapa 1 del blanqueo hasta final de octubre, genera un flujo de dólares adicional que continúa impulsando las paridades”.
“Hay muchas expectativas para resolver el problema del flujo y reforzar el ancla fiscal. El Gobierno apuesta a una recuperación económica y su impacto en la recaudación impositiva, pero también espera un incremento de la recaudación por impuesto a las ganancias y adelanto de bienes personales. Adicionalmente, ingresos extras por el blanqueo y regularización de deudas impositivas”, aportaron desde Wise Capital.
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