Existe una palabra en el mundo empresarial que se ha transformado en un valor esencial para el sostenimiento de un negocio y que es pretendida desde los reclutamientos y capacitaciones de personal; esa palabra, cuyo significado parece ser la respuesta a todos los males que pueden afectar el desarrollo de una organización, es “resiliencia”. En un sector como lo es el turismo de reuniones y las ferias de negocios en particular, relevante prácticamente para todas las áreas productivas de un país, desarrollar la resiliencia es una cuestión de superación permanente.
El intercambio comercial en exposiciones es casi tan antiguo como la necesidad de las personas de conectar y vincularse para abastecerse. En un período de más de 800 años, desde las primeras mesas de mercaderes y comerciantes, este sector ha atravesado toda clase de fenómenos y hechos históricos que resaltaron sus cualidades, fortalezas y su valor en la movilización de la economía. Guerras Mundiales, pandemias, revoluciones y toda clase de transformaciones sociales son ejemplos de situaciones extremas que han significado una transformación para este sector, pero jamás un punto final. Logra persistir porque, además de ser una necesidad que no puede ser saciada por otro tipo de actividades, es la pieza clave para levantar y potenciar los sectores más productivos de una región luego de un golpe duro para sus actividades económicas y sociales.
El intercambio comercial en exposiciones es casi tan antiguo como la necesidad de las personas de conectar y vincularse para abastecerse
Un país tan joven, con períodos vertiginosos de cambios económicos, políticos y sociales, como lo es Argentina, es una pista de entrenamiento más que efectiva para consolidar una identidad resiliente. En los últimos 20 años, vi en primera persona la transformación y el crecimiento de esta industria con una fortaleza implacable para adecuarse, reinventarse y seguir a la vanguardia de las necesidades de los actores que la integran.
Nuestro país y, en particular, la Ciudad de Buenos Aires ha logrado emerger como una capital de encuentros poderosos entre empresarios, proveedores, productores y actores relevantes de los sectores productivos más importantes de la región. Además, es el desencadenante de miles de puestos de trabajo provechosos para el desarrollo una economía resiliente con empresas que también ejerciten esta habilidad.
Las exposiciones de negocios se sostienen y crecen porque convocan e invitan al diálogo, la solidaridad y la cooperación entre los sectores que movilizan al mundo. Mientras que todo cambia y se transforma, la necesidad de acercarse y conectar entre pares sigue inamovible. La capacidad para reinventarnos a la par de los cambios que atraviesa la humanidad es la base para seguir concretando reuniones virtuosas.
Un país tan joven, con períodos vertiginosos de cambios económicos, políticos y sociales, como lo es Argentina, es una pista de entrenamiento más que efectiva para consolidar una identidad resiliente
En los últimos años, la posibilidad de ampliar los canales de encuentro al incorporar nuevas tecnologías fue esencial para sortear obstáculos relacionados a la distancia.
En la actualidad, el sector vive un proceso de reactivación que se está dando de la mano de una metamorfosis poderosa para el futuro. Uno de los motores principales de esta transformación es la sustentabilidad y la adaptación a recursos limpios, renovables y seguros para el planeta. La conversión a energías renovables a partir de la instalación de paneles solares en los predios, la gestión de residuos, el uso de materiales reciclables, mostrar la demanda del mercado hacia industrias más sustentables y otras acciones, son ejemplos comprobables del compromiso del sector por reducir la huella de carbono en cada evento y concientizar a los participantes ya sean empresas o visitantes.
El valor de este sector trasciende los encuentros B2B y la conformación de nuevos negocios, es clave para poner en marcha otras áreas, potenciar la industria nacional, acercar realidades y dar vitalidad a todos los sectores que son alcanzados por estos espacios de encuentro. Es un ejemplo de superación, innovación y adaptación a lo que pasa en cada contexto, sorteando obstáculos sin perder envión, y promoviendo la resiliencia empresarial en un sentido mucho más amplio.
El autor es presidente y CEO de Messe Frankfurt Argentina
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