Las campañas informativas para disuadir la migración tienen muy poco impacto entre quienes desean emigrar o incluso un efecto contrario animándoles a hacerlo, según se desprende de un estudio realizado por el centro de estudios Peace Research Institute Oslo (PRIO).
Para ello, se han realizado entrevistas a 13.000 personas de entre 18 y 39 años en un total de 25 enclaves en diez países de África y Asia –Afganistán, Pakistán, Turquía, Somalia, Etiopía, Nigeria, Ghana, Guinea, Cabo Verde y Túnez– que reflejan la diversidad de los contextos en los que se origina la inmigración.
El objetivo del estudio, que se enmarca en el proyecto investigativo Aligning Migration Management and the Migration-Development Nexus (MIGNEX), del que forman parte nueve centros de estudio de Europa, Asia y África y que coordina PRIO, es analizar si las frecuentes campañas informativas que se llevan a cabo tienen el impacto deseado.
"Lo sorprendente de estas campañas de información es que pese a la creciente inversión en ellas se sabe aún muy poco sobre su impacto y efectividad", resalta Nicolás Caso, coautor del estudio, en un comunicado. No en vano, la Comisión Europea ha destinado más de 40 millones de euros a campañas informativas para prevenir la inmigración irregular desde 2015.
"La comunidad científica se ha venido cuestionando cada vez más sobre si es sensato hacer campañas de información sobre la migración", incide el otro coautor, Jorgen Carling, incidiendo en que el estudio viene a sumarse a "esas preocupaciones con datos únicos y de largo alcance, financiados por la propia Comisión Europea".
EXPOSICIÓN A INFORMACIÓN
A todos los encuestados se les preguntó si habían visto u oído información sobre migración en televisión; radio; redes sociales o internet; en un taller o evento o el algún póster o anuncio en prensa. Además, a quienes habían visto información en este sentido, se les preguntó el mensaje principal que transmitía.
En algunas de las zonas analizadas, hasta el 86% de los encuestados habían visto u oído algún tipo de información relacionada con la inmigración, mientras que en zonas de Pakistán el dato es próximo a cero. En general, en Afganistán, Guinea y Etiopía, más de la mitad de los consultados habían estado expuestos a este tipo de información en el último año.
El mensaje que transmitía esa información estaba en general encaminado a advertir en contra de emigrar, aunque algunos de los encuestados también apuntaron a mensajes para explicar qué es la inmigración o cómo emigrar.
La televisión fue el canal más común por el que llegó esta información en 14 de las 25 áreas estudiadas, mientras que las redes sociales e internet lo fue en otras ocho. En las tres zonas restantes, la información llegó esencialmente a través de la radio, según el estudio consultado por Europa Press.
PREFERENCIA Y DISPOSICIÓN A MIGRAR
Asimismo, el estudio analizó tanto la preferencia por migrar, con la pregunta "le gustaría marcharse y vivir en otro país en algún momento en los próximos cinco años, o preferiría quedarse", y la disposición a migrar, con el planteamiento de "si alguien le diera los documentos necesarios para vivir y trabajar en un país más rico, se marcharía o se quedaría".
También aquí se constata una disparidad entre el 4% que muestran una preferencia a emigrar en una zona de Pakistán al 86% en otra zona de Nigeria. "La disposición a emigrar es generalmente más alta, lo que refleja la tendencia de la gente a aprovechar una oportunidad que surge, incluso aunque no sea la más deseable", explica el estudio. Aquí, los valores van desde el 23% en la misma zona de Pakistán al 92% en la misma zona de Nigeria.
Junto a estas variables, los autores del estudio han tenido en cuenta toda una serie de factores que se asocian con un menor deseo de emigrar –como el hecho de ser mujer, estar casado, tener hijos o tener un empleo– o con mayores aspiraciones de hacerlo –como un mayor nivel de estudios, conocer a alguien que ha fracasado en el intento, tener a algún familiar en un país rico o haber recibido remesas–.
MÁS DESEO DE PARTIR TRAS RECIBIR ADVERTENCIAS
El análisis realizado ha determinado que las campañas de advertencia contra la emigración pocas veces tienen un impacto en las aspiraciones a hacerlo y que, cuando lo hacen, con mucha frecuencia están asociadas a un mayor deseo de marcharse del propio país. Así, según destaca PRIO, en más de dos terceras partes de las comunidades analizadas, la exposición a advertencias está asociada con un mayor deseo de emigrar.
Solo en una zona de Somalia, en Baidoa, la exposición a advertencias disuadiendo de emigrar está asociada con una menor aspiración a hacerlo. Así, entre quienes habían visto u oído mensajes de advertencia había un 19% menos de probabilidad de que se mostraran dispuestos a emigrar si surgía la ocasión. En el caso de quienes habían estado expuestos a través de cinco canales distintos, las probabilidades eran el doble.
En otras doce de las restantes zonas, se perciben diferencias entre quienes habían estado expuestos a advertencias en contra de emigrar y los que no, si bien las pautas no son consistentes. Con todo, en más de dos tercios de los casos la exposición estaba asociada con mayores aspiraciones de emigrar.
Los autores consideran que hay dos posibles explicaciones a esta última pauta. Por un lado, ver repetidamente información sobre migración hace que las personas estén al tanto de la misma como una posibilidad.
Por otro, las personas que ya tienen aspiraciones de emigrar están más alerta a la información sobre este asunto y por tanto es más probable que detecten y recuerden las campañas. Sin embargo, resaltan su atención a estos mensajes no significa que su actitud hacia la migración vaya a cambiar.
Asimismo, "otro hallazgo notable" del estudio, según sus autores, es el hecho de que conocer a alguien que ha fracasado en el intento –porque ha sido detenido, deportado o ha muerto– está asociado con una mayor aspiración a emigrar. "Esto quizá se debe a la voluntad de las personas a asumir riesgos o a su creencia en su propia capacidad para evitar el peligro".
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