En medio de un récord nominal histórico para el dólar libre, los negocios bursátiles en Argentina arrojaron una reducción de precios este miércoles mediante ventas selectivas por toma de utilidades, un día después de que el mercado anotara un nuevo máximo intradiario en pesos. La caída se extendió también a bonos soberanos en dólares, así como a los papeles de empresas argentinas que cotizan en Wall Street, con bajas de hasta 7 por ciento.
El índice líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires perdió un 1,2% , a un cierre de 1.562.849 puntos, luego de marcar un récord intradiario de 1.584.054 puntos en pesos. Sin embargo, medido por la paridad del “contado con liqui” implícito en las acciones, el Merval se hundió un 5,9 por ciento.
Ello se reflejó con toda su fuerza en las cotizaciones de los ADR y acciones de empresas argentinas que son negociados en dólares en Wall Street. Las más representativas del equity argentino, YPF y Grupo Financiero Galicia, se hundieron más de 7 por ciento.
La escena política dominó la operatoria ya que se espera para esta semana el aval del Senado en comisión al tratamiento de la “Ley Bases” y del paquete fiscal para avanzar en la desregulación económica que pregona el Gobierno del presidente libertario Javier Milei.
Los bonos en dólares de la Argentina también se desplomaron. Los Globales del canje -con ley extranjera- promediaron una baja contundente del 4%, mientras que los Bonares -con ley argentina- cayeron 4,2 por ciento. El riesgo país de JP Morgan escaló 100 unidades para la Argentina, en los 1.394 puntos básicos a las 17:30 horas, en lo más alto desde el 3 de abril. Por su parte, los bonos públicos operados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) cedieron un 0,4% en su promedio en pesos.
“Mantener el superávit en los actuales niveles no va a ser sencillo porque la recesión afecta a la recaudación impositiva. De hecho, la recaudaciones de marzo y de abril tuvieron importantes caída en términos reales y se espera que en mayo continúe afectada por la recesión económica”, explicó Walter Morales, presidente y estratega de Wise Capital.
“Pensamos que la recuperación de la economía va a ser en ‘U’, pero hay que destacar que los salarios parecen haber encontrado un piso en marzo. Esto no necesariamente va a reactivar al consumo en el cortísimo plazo -pero es un indicio- porque el empleo privado registrado cayó 1,4% entre noviembre y marzo, algo solo visto en los últimos 20 años con la pandemia y con la crisis internacional de 2008/2009. Es más, esperamos que 2024 finalice con un desempleo cercano a 9%”, consideró Morales.
El economista Gustavo Ber aportó que “los activos domésticos siguen inclinados hacia un ‘wait and see’, a la espera de que los operadores puedan vislumbrar un escenario político más despejado principalmente por el avance en la legislación de la Ley Bases y el paquete fiscal así como el conflicto con España”.
“Ocurre que consideran que lograr mayor consenso interno y menores tensiones internacionales resultan ingredientes importantes para poder extender la confianza de los inversores dentro del plan de ordenamiento de la economía en marcha. Así es que podría lograrse un superávit fiscal sostenible, continuar con el proceso de desinflación, reactivar el crédito privado tras la fuerte baja de tasas y que todo ello mejore la actividad económica”, agregó el titular del Estudio Ber.
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