En una decisión de relevancia para el sector agropecuario de la provincia de Buenos Aires, el gobierno de Axel Kicillof optó por no actualizar la segunda cuota del Impuesto Inmobiliario Rural, manteniendo así el monto igual al del período anterior. Esta medida busca proporcionar un respiro financiero a los productores rurales, especialmente a los de menor escala, en un contexto económico desafiante.
La decisión se tomó después de una serie de reuniones entre el gobernador y representantes de la Mesa de Enlace Bonaerense, que incluye a entidades como la Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Carbap y Coninagro. Durante estos encuentros, se plantearon preocupaciones sobre aumentos excesivos en el impuesto que estaban previstos en el 20% y, según algunos reportes, alcanzaron hasta el 500% en ciertos casos, aunque el gobierno asegura que los incrementos se mantuvieron dentro de los límites establecidos por la Legislatura. Los aumentos, argumentaban los dirigentes agropecuarios, eran mayores por la inexistencia de descuentos.
La provincia ya había tomado una decisión similar con el aumento de las patentes en el distrito.
Esta medida de congelamiento del impuesto Inmobiliario Rural se suma a una serie de políticas presentadas por la administración de Kicillof como destinadas a apoyar al sector agropecuario de la provincia. Entre ellas, la introducción de nuevos créditos y herramientas financieras que facilitan la compra de insumos y maquinaria esencial para la producción agrícola.
Mediante el Banco Provincia, se dispusieron $100 mil millones destinados a la producción de trigo a través de dos instrumentos financieros principales: Procampo Digital y Línea Siembra. Procampo Digital ofrece a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES) acceso a financiamiento para adquirir semillas, fitosanitarios, fertilizantes y combustibles, con préstamos que tienen tasas desde el 34% a 270 días. Por su parte, la Línea Siembra permite a productores, arrendatarios y aparceros, principalmente de pequeña y mediana escala, obtener hasta $318 mil por hectárea para el cultivo de trigo, con tasas desde el 42% anual.
Además, la Tarjeta Procampo habilita la financiación para la adquisición general de semillas y otros insumos en comercios adheridos, con una tasa de interés desde el 42% y plazos de hasta 360 días. Esta iniciativa se complementa con otros $50 mil millones asignados a créditos para inversión y adquisición de maquinarias a través de la línea Expoagro, que ofrece tasas desde el 24,5% y plazos de hasta 48 meses.
Por otro lado, el sector ganadero también recibe apoyo a través de $20 mil millones distribuidos en dos herramientas financieras: la Línea Inversión y una extensión de Procampo Digital. La primera proporciona financiamiento a largo plazo, con plazos de hasta 60 meses y seis meses de gracia, y tasas desde el 45%. La segunda ofrece un año de plazo con tasas desde el 28,5% para diversos fines dentro del sector ganadero.
Estas medidas se ven acompañadas por la continuidad de las líneas REPYME, destinadas a financiar capital de trabajo con tasas desde el 39% y plazos que varían entre 180 días y 24 meses, además de variantes específicas para el descuento de e-cheqs y cheques, con plazos similares y tasas competitivas.
En un esfuerzo adicional por fomentar la innovación y el desarrollo en el campo, el Ministerio de Desarrollo Agrario lanzó la Convocatoria 2024 para proyectos estratégicos de agregado de valor e industrialización. Esta convocatoria está dirigida a cooperativas agropecuarias, agroalimentarias y agroindustriales de Buenos Aires, con el fin de financiar y cubrir los costos de iniciativas que busquen aumentar la competitividad y fomentar los procesos productivos de agregado de valor en origen.
El congelamiento del impuesto Inmobiliario Rural es un intento del gobierno provincial por mostrar un mayor compromiso con el sector agropecuario. En palabras del propio Kicillof, refleja una política de “puertas abiertas” para sostener la actividad y promover el desarrollo rural.
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