Aunque el viernes hubo alivio por la suba de bonos, acciones y la quietud de los dólares financieros, no fue una recuperación como para relajarse. El Congreso sigue siendo la amenaza a los mercados, porque muestra grietas en la gobernabilidad. De hecho, la calma del dólar se produjo debido a una mínima intervención del Banco Central (BCRA) que no fue decisiva pero mantuvo el precio todo el día en alrededor de $1.284, con la entidad absorbiendo pesos como parte de la política antiinflacionaria.
Los inversores encontraron motivos para apostar a bonos y acciones porque el presidente Javier Milei anunció la derogación de la ley de movilidad de jubilaciones que aprobó el Senado con más de dos tercios de los votos a favor.
Los bonos soberanos no encontraron motivos para despegar en esos anuncios. Subieron porque en EEUU el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, dio a entender que es casi una certeza la baja de las tasas de interés en setiembre. El dólar, por supuesto, en vista de una menor tasa, cayó en el mundo y los inversores extranjeros se volcaron a los países emergentes, en busca de mayor renta. Una parte fue a los bonos soberanos locales que subieron hasta 1,5% e hicieron bajar el riesgo país 44 unidades (-2.8%) a 1.516 puntos básicos.
Al mercado las declaraciones presidenciales después del cierre no le cayeron bien. No hay que olvidar que una parte de las alzas se debió al buen clima del exterior y a los cazadores de oportunidades que quisieron aprovechar precios de ocasión tras dos ruedas de fuerte caídas. Los bajos montos negociados hablan de la cautela de los inversores. Por eso subieron los bonos atados al CER y estuvieron tranquilas las Lecap y los bonos soberanos. En el Mercado Libre de Cambios (MLC) donde apenas se negociaron USD 250 millones, el BCRA solo pudo comprar USD 1 millón al tiempo que las reservas subían USD 189 millones a 27.845 millones.
Compra de dólares
El informe de F2 indica que en lo que va del mes, el acumulado de las compras alcanza USD 539 millones a cinco ruedas de cerrar agosto. “De cara a setiembre se plantean interrogantes como la sostenibilidad de los saldos compradores. En un mes en el que la oferta no es abundante, se avecina una baja en el impuesto PAIS que probablemente incremente la demanda por importaciones y el nuevo esquema de pagos de compras al exterior de 50% significará egresos por el 125% de las importaciones dado que sale una cuota del 25% y entra una del 50%. Por otra parte, tendríamos que ver mejorar la balanza energética pero no conocemos qué resultado final tendrá todo este combo”, indicó la consultora de Andrés Reschini.
Donde el mercado no ve motivos para desconfiar es en el frente cambiario: los futuros retomaron las bajas hacia el cierre de la semana y para fin de diciembre el ajuste fue de $1.089, muy en línea con el último REM (F2)
“Lo que quizás más preocupe al mercado -agregó- es la intervención en los dólares financieros; en la semana pudo haber sido de al menos USD 150 millones, a juzgar por los volúmenes operados en BYMA. A pesar de esto la brecha cambiaria entre el contado con liquidación (CCL) y el tipo de cambio oficial terminó la semana en torno al 36% vs 37% del cierre de la semana anterior”.
Según F2, “donde el mercado no ve motivos para desconfiar es en el frente cambiario: los futuros retomaron las bajas hacia el cierre de la semana y para fin de diciembre el ajuste fue de $1.089, muy en línea con el último REM (por el Relevamiento de Expectativas de Mercado que hace el Central). “El incremento en el interés abierto aceleró sobre el final de la semana, pero es algo que está dentro de lo habitual para los cierres de mes”, notó la cosultora. “El total de contratos abiertos sigue siendo el menor para esta parte del año desde 2021. Luego de converger a los rendimientos de la curva de LECAP, las tasas implícitas en futuros cierran algo desplazadas hacia abajo. Esto configura un marco de cierto respaldo del mercado en los lineamientos del Gobierno para el frente cambiario. Sin embargo, los pronósticos implícitos de inflación en bonos siguen proyectando un piso del 3% difícil de perforar en el mediano plazo y no se logran avances que despejen dudas sobre la capacidad de pago de la deuda en moneda extranjera”.
FMyA de Fernando Marull destacó los últimos datos de Actividad del Indec; en junio, caídas de 0,3% mensual y 3,9% anual (que si no fuera por el aporte del agro habría sido superior al 9%), corrección para peor de los números del segundo trimestre e inflación que en las primeras tres semanas de agosto no mostró bajas y la consultora proyecta para agosto en 3.8% mensual. El informe destaca que la brecha por ahora se mantiene en 35% “con baja intervención en las últimas dos semanas. El Central volvió a comprar reservas y el Tesoro va a seguir con superávit fiscal. La falta de reservas sigue siendo el Talón de Aquiles”. Si bien en la última semana el Central promedio USD 80 millones de compras diarias, señala, tuvo la ayuda de que los importadores postergan pagos hasta que baje 10 puntos (de 17,5 a 7,5%) el impuesto PAIS. Otro puntualización es que sigue el furor por las Lecap (rinden menos de 3,6% mensual) y el mercado se vuelve a volcar a los bonos CER, tras cierto repunte en las expectativas de inflación.
La falta de reservas sigue siendo el Talón de Aquiles (FMyA)
“No fue una buena semana para los bonos soberanos y para las acciones, golpeados por el nerviosismo que genera la expectativa de continuidad del cepo hasta 2025, el ruido político con el PRO y el revés en el Congreso por Jubilaciones”, subrayó FMyA. “Sigue la incertidumbre de qué va a pasar con el cepo. El mercado se pone ansioso, porque sin cambios las reservas netas pueden empeorar a USD 8.000 negativas a fin de 2024 y el 2025 es aún más desafiante. El mercado hoy no pricea la salida del cepo en 2024. Nosotros pensamos que sería el escenario más deseable, ya que pensamos que el costo de salir del cepo en términos de inflación y actividad hoy es menor a lo que se imagina”.
El cuadro político
El informe también expresa preocupación por el cuadro político. “Dura semana para Milei. Escaló por la designación de Lijo como juez de la Corte, donde Milei tuvo críticas dentro de su mismo espacio con la vicepresidente Victoria Villarruel y el senador Francisco Paoltroni. También se tensó la relación con Mauricio Macri. El jueves el PRO apoyó el proyecto de recomposición jubilatoria y la oposición consiguió dos tercios en el Senado. Milei vetará el Proyecto, pero vuelve al Congreso y si consiguen dos tercios en ambas cámaras, sale automáticamente”, destaca. Y respecto del paro universitario precisa que el salario de un docente de la UBA, en julio estuvo 23% debajo del de noviembre 2023, dato que compara con la oferta que recibieron, de aumento del 3% en agosto y 2% en septiembre. “Hay un riesgo alto de una nueva marcha masiva por la universidad pública como la de abril”, advierte.
Para EconViews “hay varios temas económicos que ahora pasan a depender directamente de criterios políticos, alianzas en el Congreso, vendettas y más. El caso más evidente fue la aprobación en el Senado, por abrumadora mayoría, del cambio en la fórmula de pagos jubilatoria. Esto, de aplicarse, implica un costo fiscal de 0,2% este año y 0,9% del PBI en 2025. Las jubilaciones tendrían en 2025 un aumento real del 13%, según nuestras estimaciones. El presidente Milei dijo que vetará la iniciativa. Sin embargo, de acuerdo con las votaciones en ambas cámaras, es probable que haya dos tercios de los votos para insistir en la medida y esterilizar el veto. Ahora el expresidente Macri sugiere el veto y esto abre la puerta para que no haya dos tercios y en consecuencia el Congreso no le maneje la política fiscal al Gobierno”.
El efecto no terminaría ahí. “Detrás de esto viene el Fondo Docente (Fonid) y la aprobación del presupuesto que debería aterrizar en la Cámara de Diputados el próximo 15 de setiembre, en sólo tres semanas. Uno puede decir que parte de todo este circo es el juego normal de la democracia. Pero esta es una situación sui generis. Políticamente hablando, es un Gobierno con popularidad, pero con pocos legisladores y escasa experiencia política. Del lado de la economía estas iniciativas le pegan a la línea de flotación del programa ya que el ancla de la estabilización es y será la política fiscal. Más allá de los berrinches de uno y otro lado, lo que más credibilidad otorga al programa económico de Milei es el saber que de alguna u otra manera los gastos no superarán a los ingresos”, notó Econviews, amén de considerar que si bien esas iniciativas no llegan a desestabilizar, “generan dudas que el Gobierno no necesita”.
Más allá del miedo lógico, las autoridades económicas están pensando en cuándo y cómo salir del cepo. Registran los beneficios y tratan de cuantificar los costos. Pero la política es otro negocio (Econviews)
Según la consultora que encabeza Miguel Kiguel, “si se quiere hilar más fino, hoy la salida del cepo depende más de la política que de la economía. La percepción que tenemos es que más allá del miedo lógico, las autoridades económicas están pensando en cuándo y cómo salir del cepo. Registran los beneficios y tratan de cuantificar los costos. Pero la política es otro negocio. La preocupación política más grande de Milei hoy parece ser el tema de un rebrote inflacionario. Acumuló credenciales bajando la inflación mensual del 25% al 4% y teme que un mes de 7 u 8% le queme la popularidad. No estamos en condiciones de saber cuál es la elasticidad de la popularidad a la inflación de un mes o dos. Pero sí tenemos en cuenta dos cosas importantes. En primer lugar, Milei es un gran comunicador y así como explicó que habría que bancar una recesión en diciembre pasado, podría tranquilamente explicar que el costo de la salida del cepo es un poquito de inflación de manera temporaria. Más aún cuando la economía ya da señales de rebote. No son fuertes, pero ya muchos sectores empezaron a sentirlas”.
La consultora pronostica un crecimiento en 2025 de 5% sin cepo “asumiendo como escenario más probable que se levante en el cuarto trimestre, aunque podría ser también en el primero de 2025. Pero para que eso pase, el análisis político tiene que ir de la mano de los riesgos económicos. Somos optimistas con la Argentina. Creemos que, así como Milei tomó riesgos con el ajuste que derivó en un fuerte superávit fiscal y salió bien, es momento de tomar un riesgo político (menor al que se tomó en diciembre) para salir del cepo. Y esa victoria probablemente va a domesticar a todos los que empujan en el Congreso más gasto público”.
Como se observa, los informes de las consultoras cambiaron el enfoque. Ahora no pueden prescindir de la mayor incidencia del factor político en la economía para los días que se avecinan donde el daño mayor es que puede postergar la salida del cepo.
Mientras, el ministro de Economía, Luis Caputo, está preocupado porque además de los embates de la oposición recibe fuego amigo del Congreso. Involuntariamente los operadores políticos le están jugando en contra a las medidas que debe tomar, en particular la baja del impuesto PAIS. Por eso, tras la paz del viernes, este lunes se verá si se disiparon las dudas. El mercado hablará con las cotizaciones, pero no se ve optimismo. Milei, el viernes, lejos de tender un puente con los legisladores para que le aprueben las leyes que necesita, los destrató en un discurso donde hasta Mauricio Macri y Victoria Villarruel fueron objeto de ironías. En este clima se espera la licitación del Tesoro del miércoles y se aguardan novedades sobre la baja de impuesto País que, en acuerdo a lo prometido, debería regir desde setiembre.
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