La pobreza golpeó con fuerza a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en el cuarto trimestre del 2023 y avanzó 8 puntos porcentuales en relación al año anterior. Según datos publicados por la Dirección General de Estadísticas y Censos, el 30,1% de las personas que habitan en CABA son pobres (928.000), contra el 22,1% de igual período del 2022 (680.000).
“A pesar de las altas tasas de actividad y empleo, la expansión de los ingresos no resulta suficiente para mantener las condiciones de vida de la población en los niveles del año anterior. Los aumentos en los ingresos laborales y no laborales quedan muy por debajo de la suba de los precios. Al interior de los primeros, la pérdida de ingresos reales se da en todas las categorías ocupacionales y entre los segundos, se destaca la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones”, explicaron desde el organismo.
Dentro del conjunto de hogares y personas en situación de pobreza, los que están en condición extrema (indigencia) también se incrementaron, pasando a representar el 35,5% de los hogares y del 40,5% de las personas con carencias de ingresos.
“El ingreso per cápita familiar de los hogares en condición de indigencia es de $35.260 y el de los que padecen pobreza no indigente es de $96.856″, apuntó el informe del gobierno porteño.
Algunos grupos resultan más impactados por la pobreza que otros. Cabe destacar a los hogares encabezados por mujeres (donde la incidencia de la pobreza es de 26,0%, frente a 22,6% con jefe varón), por una persona desocupada (2,6 veces más alta que la incidencia del total), o por una ocupada en servicio doméstico (55,8%). También a los hogares que están ubicados en la zona sur (34,1%) y a los que tienen niños y niñas de menos de 14 años (39,8%), estos últimos con incidencias de la pobreza y de la indigencia crecientes con el número de niños y niñas en el hogar.
En cambio, la porción de hogares con presencia de adultos mayores que están en situación de pobreza está por debajo del promedio (17,2%) y se reduce con la cantidad de personas mayores de 65 años en el hogar, producto de la amplia cobertura jubilatoria que garantiza un mínimo de ingresos.
Se destaca además que el 43,5% de los niños, niñas y adolescentes (0-17 años) residen en hogares en condición de pobreza (301.500 personas en ese grupo de edad). Un año atrás, el guarismo era de 33,8%.
Se achica la clase media
Según informaron desde la Dirección de Estadísticas, el peso de los estratos no pobres se redujo considerablemente en la comparación interanual, como contraparte del aumento de los estratos pobres.
Los hogares en situación vulnerable representan el 10,9% de los hogares (148.500 viviendas) y en ellos vive el 10,1% de la población (312.000 personas). Sumados al conjunto de hogares en condición de pobreza conforman los hogares en vulnerabilidad, que ascienden a 35,2% (unos 478.500 hogares), en los que habita el 40,2% de la población (unas 1.240.500 personas). En el último año, este agregado de población se expande desde 34,5%.
El sector medio frágil, ubicado entre los hogares en condición de vulnerabilidad y los sectores medios, está integrado por el 11,0% de los hogares y el 11,5% de las personas (148.500 hogares y 356.000 personas), sin variaciones significativas respecto al mismo trimestre de 2022.
Los sectores medios asociados a la “clase media” representan la franja más grande: 44,3% de los hogares de la Ciudad de Buenos Aires y 40,7% de la población (unos 601.000 hogares y 1.254.000 personas, respectivamente) y su participación se contrajo 7,5 pp. en hogares y 6,5 pp. en población en el último año. Los guarismos son los más bajos de toda la serie histórica y unas 199.000 personas que estaban en este estrato se movieron hacia abajo en la pirámide de ingresos.
También los sectores “acomodados” de la Ciudad de Buenos Aires tuvieron un retroceso. El porcentaje de hogares se coloca en 9,5% y el de personas en 7,6% e involucra a unos 129.000 hogares y 234.000 personas. Las variaciones interanuales no son significativas en este caso.
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