Ankara, 5 abr. La lira turca ha continuado depreciándose hasta cambiarse en nuevos mínimos históricos el martes y este miércoles, cuando el país está en plena campaña electoral y su economía lastrada por los destructivos terremotos de febrero.
Esta mañana, un euro llegó a cambiarse por 21,25 y el dólar por 19,25 liras turcas (LT), con lo que la moneda turca caía a mínimos históricos al profundizar la depreciación registrada la víspera, cuando terminó a 21,02 euros y 19,22 dólares, informó la web económica del diario turco Habertürk.
El Gobierno turco, encabezado por el presidente Recep Tayyip Erdogan, ha aplicado una serie de medidas para frenar el debilitamiento de la moneda nacional, que van desde intervenciones puntuales del Banco Central para comprar liras a la obligación de cambiar a LT una parte de los ingresos en divisas.
No obstante, ello no ha impedido que la moneda siguiera depreciándose cuando falta poco más de un mes para las elecciones generales del 14 de mayo y las dificultades económicas que afronta la población turca ha restado popularidad a Erdogan y su islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP).
A mediados de enero, la divisa turca volvió a rozar la marca de las 20 liras por euro, que había superado brevemente en diciembre de 2021 tras un periodo de fuertes caídas.
Aquel año, una intervención del Banco Central provocó aparentemente una fuerte subida de la moneda, que la estabilizó durante unos meses en torno a 15 unidades por euro y 14 por dólar, hasta que regresó a la senda bajista en el verano de 2022.
La devaluación de la moneda turca ha espoleado la exportación de bienes manufacturados en Turquía, por su bajo precio en el mercado mundial, pero también ha disparado la inflación.
Tras superar en octubre pasado el 85 %, su máxima cuota en 20 años, la inflación se ha desacelerado hasta el 50,5 % en marzo, según datos oficiales, aunque economistas independientes aseguran que es netamente mayor.
Además de la persistente devaluación de la moneda y la elevada inflación, la economía del país se ha visto lastrada por los terremotos que asolaron once provincias del sureste del país, dejando más de 50.000 muertos.
La presidencia turca ha cifrado en unos 105.210 millones de dólares los daños materiales causados, cifra que representa alrededor del 9 % del producto interior bruto (PIB) del país en 2022 y puede rebajar el crecimiento previsto en 1,4 puntos. EFE
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