Directivos de la empresa italiana ENEL, que controla las operaciones de la distribuidora eléctrica Edesur, se reunieron con el jefe de gabinete Nicolás Posse y con el ministro de Economía Luis Caputo y les confirmaron que la venta de esa compañía está suspendida, algo que ya había trascendido hace algunas semanas.
No sólo eso, a pesar de que ya vendió algunos activos en el país, como sus participación en dos generadoras eléctricas, la empresa cuyo principal accionistas es el estado italiano dejó trascender que si se continúa no este rumbo político económico, no se irá del país, como había anunciado a fines de 2022.
En representación de la empresa, durante la reunión de este lunes en la Casa Rosada participaron Flavio Cattaneo, CEO global de ENEL, Claudio Weyne Cunha, country manager de ENEL en Argentina, Alejandra Martínez, directora de Relaciones Externas, y Juan Carlos Blanco, presidente de Edesur.
La compañía italiana manifestó su visto bueno a las medidas de desregulación del sector energético que el gobierno de Javier Milei decidió desde el inicio de mandato y otras que están incluidas en la ley ómnibus, que el oficialismo intentará empujar por segunda vez en el Congreso en las próximas semanas.
Directivos de ENEL se reunieron con Posse y con Caputo y les confirmaron que la venta de esa compañía está suspendida, algo que ya había trascendido hace algunas semanas
Según pudo saber Infobae, los ejecutivos del holding le manifestaron a los funcionarios del Gobierno que quedó en suspenso la intención de iniciar un proceso de venta de Edesur, la firma que distribuye electricidad a usuarios residenciales y comerciales en la Ciudad de Buenos Aires y partidos del sur del Conurbano Bonaerense y que cuenta con 2,5 millones de clientes. También confirmó que buscará no desprenderse de El Chocón, la generadora hidroeléctrica que controla en la Patagonia.
ENEL es la utility más importante de Europa, con una inversión de USD 27.000 millones en la región durante los últimos años fundamentalmente en Brasil, Chile y Colombia. A principios del año pasado vendió sus plantas de generación térmica por USD 102 millones. Allí cerró el acuerdo de venta para su participación del 75,7% en Central Puerto y del 41,2% en Central Dock Sud.
El año pasado el Grupo Enel enfrentó una polémica por el servicio de Edesur. En marzo del 2024 el Gobierno de Alberto Fernández intervino la distribuidora por 180 días en medio de una ola de cortes masivos y prolongados de suministro durante una ola de calor.
En ese momento se aplicó una multa de $1.000 millones y el entonces titular del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Mertello, anticipó que se analizaba la expropiación de Edesur. Además se iniciaron acciones penales contra los directivos de la subsidiaria.
La compañía italiana manifestó su visto bueno a las medidas de desregulación del sector energético que el gobierno de Javier Milei decidió desde el inicio de mandato y otras que están incluidas en la ley ómnibus
En ese marco, se avanzó con el proceso de venta de Edesur en manos del Banco Santander. Las ofertas recibidas no fueron suficientes en medio de la incertidumbre sobre quién iba a ganar las elecciones presidenciales y se esperaba reiniciar la gestión en 2024, aunque ahora eso finalmente podría no suceder.
El CEO de ENEL Flavio Cattaneo había tenido una reunión con el presidente Javier Milei a mediados de enero, en el aeropuerto de Ezeiza, antes de que el jefe de Estado partiera hacia Suiza para participar del Foro Económico Mundial en Davos. Semanas después, durante su visita oficial a Roma, Milei tuvo una reunión con la primera ministra italiana Giorgia Meloni, una mandataria con la que trabó buena relación por la afinidad ideológica entre los dos gobiernos.
En ese visita oficial acompañó a Milei un grupo de empresarios junto con la canciller Diana Mondino, que sostuvieron una agenda en paralelo con contactos con altos dirigentes empresarios italianos, con los que se plantearon horizontes de posibles inversiones en la Argentina.
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