La tasa interanual de inflación en Estados Unidos sigue bajando y en mayo cayó, por undécimo mes consecutivo, y se situó en el 4%, nueve décimas menos que en abril, según los datos publicados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
La caída es el segundo descenso más fuerte desde que el indicador comenzó a disminuir en julio de 2022.
En términos mensuales, los precios subieron una décima.
El retroceso se debió a la caída de los precios del combustible, los menores aumentos de los precios de los alimentos y otros artículos.
La caída de la inflación general no parece convencer a los responsables de la Reserva Federal de que están cerca de frenar la elevada inflación que se ha apoderado del país durante dos años. La Fed tiende a centrarse más en los precios “subyacentes”, que excluyen los volátiles costes de los alimentos y la energía y ofrecen en general una visión más clara de la inflación.
Y los precios subyacentes se mantuvieron altos el mes pasado, con un aumento del 0,4% de abril a mayo, el sexto mes consecutivo de aumentos a ese nivel o superior. En comparación con hace un año, la inflación subyacente bajó del 5,5% al 5,3%. Esta cifra sigue estando muy por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.
Las cifras de inflación del martes llegan justo cuando las autoridades de la Reserva Federal comienzan una reunión crucial de dos días, tras la cual se espera que no suban los tipos de interés después de imponer 10 subidas consecutivas que se remontan a marzo de 2022. El miércoles, es probable que el banco central anuncie que se salta una subida de tipos, pero podría insinuar que volverá a subirlos ya en julio. Altos funcionarios de la Fed han dicho que se inclinan por un “salto” para dar tiempo a evaluar cómo sus subidas de tipos han afectado a la inflación y a la economía en general.
(Con información de EFE y AFP)
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