Un trimestre para el olvido. Y lo peor, dicen los empresarios, es que no se esperan mejoras por lo menos hasta fin de año o comienzos del próximo.
Así avizoran los dueños de las fábricas la marcha de la actividad durante este año. De una caída del 12,4% registrada en enero, según el Indec, febrero mostrará una cifra en torno a 8% –según consultoras privadas– y marzo no será la excepción. También registrará números muy negativos, además de que comenzó a afectarse el empleo ante la persistente caída en las ventas. El Gobierno habla de una recuperación rápida, en V, pero los industriales creen que podrá pensarse en volver a crecer recién el año próximo, tras haber transitado la actual transición.
“Ojalá sirva el reseteo para arrancar el 2025 con una economía más ordenada que nos permita crecer”, auguraron desde el sector privado.
Son muy pocos los sectores que presentan buenas perspectivas para este año. Es el caso del agro, y los rubros industriales vinculados con ese sector; el petróleo y gas; y la minería. El resto, en mayor o menor medida, sufren una contracción de la actividad importante que los obliga a recalcular, frenar cualquier proyecto pendiente de inversión, y evaluar como quedará el mercado luego de este ajuste y del nuevo plan económico.
El Gobierno habla de una recuperación rápida, en V, pero los industriales creen que podrá pensarse en volver a crecer recién el año próximo
“Los empresarios están analizando el escenario, muchos consideran esto como una especie de año perdido, de transición; no ven ningún tipo de recuperación ni siquiera en el segundo semestre. La esperan para el 2025, pero al mismo tiempo observan un reseteo integral de la economía que no saben dónde termina”, consideró, en diálogo con Infobae, el ex ministro de Desarrollo Productivo y titular de Audemus, Matías Kulfas.
Un reciente informe de esta consultora remarcó que “la recesión en la industria es de gran magnitud, ya que en enero sumó su segunda baja de dos dígitos en el comparativo interanual (-12,4% respecto a enero de 2023) en el marco de 8 meses en contracción, por lo que se encuentra en su peor momento desde la pandemia de COVID-19″. Y respecto de febrero, precisó que los indicadores adelantados del mes “refuerzan la tendencia contractiva industrial”.
La producción de vehículos automotores (37.491 unidades) volvió a sufrir una drástica contracción (-19% vs. un año atrás); los despachos de cemento (689.425 toneladas) registraron el peor volumen para un mes de febrero desde 2006 y cayeron 23,4% interanual (onceava caída en fila); y la venta de insumos para la construcción, medida por el índice Construya, bajó un 26,6% versus febrero de 2023, remarca el documento. Finalmente, la producción de acero crudo (323.600 toneladas) descendió 9,7% interanual (novena merma en los últimos 10 meses). El sector energético es el único que continúa demandando productos siderúrgicos en niveles normales, repasó Audemus en su informe sectorial.
En este contexto, Infobae consultó a varios empresarios de diversos sectores industriales y coincidieron en que, si se observa algún atisbo de recuperación, será recién para finales de este año, ya que no sólo debe mejorar el salario real para que vuelva a traccionar el mercado interno, sino que también debe mejorar la competitividad para exportar, que en los últimos meses se vio afectada por la estabilidad del dólar y la aceleración inflacionaria.
“No vemos que se pueda repuntar mucho del lugar en el que estamos porque el 80% de nuestras pymes vende al mercado interno. Además, cuesta mucho más exportar; el tipo de cambio se apreció y cada vez sos más caro en dólares. Para sostener una política de exportaciones necesitamos un tipo de cambio competitivo”, afirmó el metalúrgico Carlos Garrera, dueño de Agro Industrial y miembro del comité de presidencia de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra). Para él, “este año no se verá un cambio sustantivo” y “si la política es seguir en el camino actual, nadie llegará a ningún lado”.
“La gente se está volcando a marcas alternativas por una cuestión de precio, y también compra menos. Recién la demanda se va a empezar a mover un poco en el cuarto trimestre” (Bolleti)
Miguel Zonnaras, presidente de Georgalos, también dio su visión de cómo ve la marcha de la actividad industrial durante este 2023 y enfatizó que si bien la recuperación de la economía será heterogénea, no proyecta un repunte del consumo masivo para este año. “Eso se va a dar cuando crezca el empleo genuino y eso se va a dar cuando la economía real empiece a funcionar, pero falta, no va a ser este año. Veo más rápido que el Gobierno tome medidas para mejorar la competitividad y que podamos aumentar la exportación”, manifestó el joven empresario, al tiempo que remarcó que el objetivo de la firma es crecer en los mercados externos y que para eso están trabajando.
Dijo, casi con satisfacción, que la firma registró una caída interanual de sus ventas del 8% por haber implementado una “agresiva política de precios, sacrificando mucha rentabilidad”, cuando en el sector las mermas son de dos dígitos. Y que también los ayudó el hecho de tener marcas que secundan a las líderes, cuando hoy el consumidor está buscando sellos más económicos.
“La gente se está volcando a marcas alternativas por una cuestión de precio, y también compra menos. Recién la demanda se va a empezar a mover un poco en el cuarto trimestre. Mientras tanto, atravesaremos un bajón en unidades de entre 10% y 15%, y hasta 30% en algunas categorías más de lujo”, aportó el dueño de la firma de cosmética Algabo, Alberto Bollati.
“Soy optimista”, aseguró el empresario del café Martín Cabrales. Su sector tuvo una contracción en el consumo de la infusión del 18% respecto del mismo período del año pasado. Festeja que no sea peor, como le ocurre a empresas de otros rubros que registran caídas de ventas de hasta el 50 por ciento. “Este es un año de reacomodamientos con una tendencia a mejorar a fines del segundo semestre y con buenas expectativas de cara al 2025. Es un año de transición, con sinceramiento de precios y eso trae recesión. Pero el nivel de expectativas se mantiene y eso es bueno”, precisó el industrial marplatense.
Por su parte, desde el sector autopartista, Norberto Taranto también cree que la recuperación de la actividad llegará el año próximo. “La planta de engranajes y ejes que tenemos en Córdoba trabaja casi en su totalidad para Volkswagen Córdoba, que está en plena actividad porque exporta cajas de velocidad. Y en lo que respecta al mercado de reposición, exportamos la mitad a Brasil, y de la otra mitad, destinada al mercado interno, ahí tuvimos una caída del 50%”, explicó el dueño de la firma que lleva tu apellido.
En promedio, su empresa registra una contracción del 20% versus marzo del 2023, pero también se muestra esperanzado en que el año próximo el escenario se revertirá.
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