NUEVA YORK — Las autoridades realizaban una inspección de rutina a bordo del M. S. C. Carlotta en febrero cuando notaron un contenedor algo desgastado: parecía que los sujetadores de las puertas habían sido manipulados.
El Carlotta, barco carguero, acababa de llegar a Newark desde Buenaventura, Colombia, y el contenedor supuestamente contenía frutos secos. Cuando los oficiales abrieron las puertas se encontraron en vez algo que sorprendió hasta a los agentes aduanales más experimentados: sesenta bultos bien empacados de polvo blanco, cada uno del tamaño de un baúl pequeño.
Los bultos sumaron más de 1400 kilogramos de cocaína, el envío de drogas más grande interceptado en el puerto de Newark en un cuarto de siglo, con un valor total estimado de 77 millones de dólares, de acuerdo con las autoridades, que dieron a conocer el decomiso el 11 de marzo.
El hallazgo de la droga dejó particularmente en claro que los puertos de ingreso legales a Estados Unidos siguen siendo el principal punto de cruce de narcóticos ilegales, pese a que el presidente estadounidense Donald Trump afirma que las drogas están pasando por secciones no resguardadas de la frontera sureste para construir ahí un muro.
La droga incautada ese 28 de febrero también sugiere que el mercado de la cocaína en Nueva York está de nuevo en auge, según oficiales, después de varios años en los que la heroína y el opiáceo sintético fentanilo han dominado el ambiente de narcóticos ilícitos de esa ciudad.
Ray Donovan, director de la Administración de Control de Drogas (DEA) en la zona metropolitana de Nueva York, dijo que los traficantes han empezado a combinar el fentanilo con la cocaína para crear un producto mortífero. Dijo que el envío enorme de cocaína interceptado es una señal de que los narcomenudistas quieren "crear una base emergente de usuarios con la mezcla".
"Esta incautación récord dirige la atención a esta nueva amenaza y demuestra los esfuerzos colaborativos de las agencias policiales para confiscar drogas ilícitas antes de que lleguen a las calles y a las manos de los usuarios", dijo Donovan.
Los investigadores del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos intentaban determinar de dónde proviene la cocaína y cómo terminó en Newark. Al 11 de marzo no se habían hecho arrestos.
La operación fue realizada en conjunto por oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la DEA y el Departamento de Policía de Nueva York. El puerto en Newark es de los más grandes de Estados Unidos y un núcleo de los intentos por pasar drogas ilícitas desde China y México.
La cocaína ha retrocedido en los últimos años ante el avance de opioides como la heroína y el fentanilo, dijeron los funcionarios. La heroína usualmente es mezclada con el fentanilo para añadirle potencia, una tendencia que ha resultado en el aumento de muertes por sobredosis.
En los últimos meses, empero, las mismas tácticas de mezcla han sido usadas con la cocaína que se trafica en la ciudad. Donovan ya emitió una alerta respectiva a finales de 2018 a residentes y turistas de Nueva York para advertir respecto a la posible presencia de fentanilo en la cocaína que los narcomenudistas venden ahí.
*Copyright: c.2019 New York Times News Service
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