La reducción de la brecha de precios entre Uruguay y Argentina, registrada desde diciembre de 2023, fue un alivio para muchos comerciantes de Uruguay. Varios sectores, y en especial los de los departamentos fronterizos, sufrieron cuando los uruguayos viajaban de a miles para aprovechar de un país barato. Los afectados del año pasado viven un repunte en 2024 y esto se refleja en la economía del país, que muestra un mayor dinamismo.
El Informe de Política Monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU) espera que el país crezca en los próximos dos trimestres, tras dejar atrás la fuga del consumo hacia Argentina y los impactos negativos de la fuerte sequía que atravesó el país. La autoridad monetaria asegura que la economía uruguaya “recuperaría su dinamismo en 2024 y 2025″, según el texto consignado por El País.
A los factores adversos que hubo el año pasado, se le suma la parada técnica que tuvo la refinería de petróleo de la estatal Ancap y la finalización de las obras de la segunda planta de UPM, en Paso de los Toros. La suma de estos elementos “afectaron el crecimiento en 2023″, concluye el BCU.
Las previsiones para el 2024 y 2025 están enmarcadas en un “alto nivel de incertidumbre, asociado en gran medida al desempeño en la región que presenta desequilibrios macroeconómicos persistentes”, señala el Banco Central uruguayo.
“Desde el punto de vista de los componentes de la demanda, las exportaciones netas serían el principal motor de crecimiento en 2024, impulsadas por la reversión de los efectos de la sequía sobre los cultivos y las actividades pecuarias. También contribuiría al alza el gasto privado (que incluye consumo e inversión), al influjo de la recuperación de la masa salarial y la ausencia de la fuga de consumo a Argentina, registrada en 2023″, interpreta el informe.
Con respecto a la inflación, el BCU asegura que se mantendrá en todo el período estimado (24 meses) dentro del rango que las autoridades fijaron como meta (3%-6%). El último dato del Instituto Nacional de Estadística muestra que la inflación se aceleró en julio (fue 5,45%), pero sigue dentro del objetivo de las autoridades.
“En el escenario de referencia la inflación alcanza el centro del rango (4,5%) al final del horizonte de la política monetaria (junio de 2026). Esto determina un incremento en la confianza de que la inflación se encuentre por debajo del techo de la meta al final del horizonte, desde el 60% del informe anterior a 79%”, dice el texto.
Durante el último año, Uruguay mantuvo bajo control la suba de precios. La inflación está en los niveles más bajos en casi dos décadas.
Pero el sector empresarial no está del todo conforme con la política del BCU, pese a este indicador positivo. Los exportadores aseguran que el gobierno ha cumplido con su objetivo de inflación “gracias al ancla dólar”. “No fue gracias a las grandes reformas que se controló la inflación, fue con el ancla del dólar, y eso lo paga el sector exportador”, dijo el presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), Facundo Márquez, semanas atrás al quejarse del “brutal atraso cambiario”.
El BCU no utiliza esa expresión en su Informe de Política Monetaria, pero sí asegura que hay una “brecha” entre la cotización del dólar en Uruguay y la que surge de los “fundamentos”. Para el próximo trimestre, esta brecha está estimada en 14,9%.
La rentabilidad exportadora, en tanto, se ajusta 0,9% al alza en el promedio del trimestre aunque en la comparación anual este indicador se ubica un 4% por debajo de lo observado un año atrás. Este valor es otra forma de ver si las exportaciones son competitivas en el país.
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