Desde que asumió Javier Milei la deuda comercial por importaciones de bienes creció en más de USD 11.000 millones y explicó gran parte de las compras que realizó el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Ese dato no tiene en cuenta los USD 42.600 millones que dejó el Gobierno de Alberto Fernández y que en parte se comenzaron a postergar con los Bopreal.
Si bien es cierto que los pagos comenzaron a normalizarse, en marzo, en el equipo económico comentaron a Infobae que esto forma parte de la estrategia diseñada para sumar un colchón de divisas rápidamente para comenzar a dejar fluir el comercio ante lo que era una situación crítica de ahogamiento de las empresas.
La consultora LCG detalló que en el primer trimestre la deuda del BCRA con importadores sumó poco más de USD 7.600 millones y en lo que va de la nueva gestión asciende a USD 11.100 millones. Los datos se desprenden del último balance cambiario de la entidad.
Estos compromisos se acumularon en el marco del esquema de cuotas diferenciales de acceso a divisas para pagar en el exterior de la comunicación “A” 7.917 de la autoridad monetaria. La disponibilidad es inmediata para hidrocarburos y energía, farmacéuticos y fertilizantes es de 30 días, autos y bienes suntuarios 180 días y el resto es 25% cada 30 días. Recientemente se bajó a 30 días para unas 3.000 posiciones arancelarias de productos de la canasta básica.
En marzo mejoró el ratio de importaciones “base caja” respecto a las devengadas. El head of research de Romano Group, Salvador Vitelli, indicó que esa relación fue del 61% en marzo, por lo que se dejó sin pagar unos USD 1.700 millones. En diciembre eran el 17%, en enero el 24% y en febrero fueron el 42 por ciento.
“En marzo se pagaron 54% de las importaciones, apenas más que enero y febrero (29% y 42% en cada caso). Se trata de ratios que distan significativamente respecto a años anteriores (en promedio, 90% y 67% en 2022 y 2023)”, destacó LCG.
Es en ese marco que la autoridad monetaria lleva comprados en 2024 USD 12.000 millones y USD 14.900 millones desde que asumió Milei. Sin embargo, algunos analistas comentan que a partir de marzo se observó que las compras del BCRA en el mercado de cambios no estuvieron explicadas por la deuda de importaciones: USD 2.900 millones contra USD 1.700 millones.
En paralelo, el BCRA anunció que habilitará los Bopreal para canalizar giros de dividendos pendientes de las empresas. Serían entre USD 5.000 y USD 7.000 millones. Todo como parte de la hoja de ruta para ordenar los pasivos y poder liberar el cepo.
La otra pata es continuar con la licuadora sobre sus pasivos remunerados. La baja de tasas de la autoridad monetaria al 50% nominal anual es una señal muy clara además de que el equipo económico espera una sensible baja de la inflación.
En una medida que confirma e incluso anticipa un bajo índice de inflación, la baja de tasas que dispuso el Banco Central al llevarla de 60% a 50% nominal anual deja también en claro que, mientras haya cepo, el Gobierno persistirá en la estrategia de licuación de pesos para “limpiar” el balance del Banco Central.
Al lunes, los pasivos remunerados del BCRA se ubicaron en $33,3 billones y registraron, según la consultora Geres, una baja del 1,8% en 15 días (tras la baja de tasas de abril). Las LEDIV (en dólares), en tanto, se situaron en USD 8.995 millones y, según la consultora, mostraron una variación del 0,5% para mismo lapso
“Desde una perspectiva más amplia, la deuda remunerada en pesos se incrementó un 157,4% en marzo respecto al mismo mes del año anterior”, es decir, lejos de la inflación de 288% en el mismo período.
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