En medio de una marcada inestabilidad económica y cambios inducidos por medidas desregulatorias, el sector de la construcción en la Argentina experimenta una notable disminución en los despachos de cemento durante diciembre último, marcando la mayor caída desde finales de 2020.
Este fenómeno es resultado de un aumento del 50% en los costos de construcción tanto en la ciudad de Buenos Aires como en la provincia de Buenos Aires, generando una tendencia al alza en los precios de los departamentos que hoy están en ejecución.
Surge una pregunta: ¿Conviene comprar ahora una vivienda en pozo o esperar?
Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), reconoció a Infobae que los costos experimentaron un notable aumento. “Este incremento no se limita solo a los materiales de construcción, sino que abarca diversas áreas en el país desde el cambio de gobierno. A pesar de ello, los precios de venta de las viviendas aún no reflejan completamente esta situación, lo que llevó a una notable reducción de los márgenes de ganancia”.
Expertos sugieren acelerar las construcciones como una medida defensiva, ya que existe la posibilidad de que el encarecimiento se profundice, especialmente si la inflación supera al dólar.
En este escenario, se sumarían ambos fenómenos: un aumento de los costos en pesos y la estabilidad o disminución del dólar. Esta combinación resultaría en un significativo incremento del costo en dólares, un factor clave para los desarrolladores al momento de realizar ventas.
“Además, en la situación actual, el país no proporciona alternativas de cobertura frente a la inflación más efectivas que la inversión en construcción. Los rendimientos de los vehículos financieros, por otro lado, muestran resultados negativos”, señaló Tabakman.
Según el Índice de la Asociación de Pymes de la Construcción (Apymeco) el valor del metro cuadrado ascendió a $962.307,47 y trasladado a dólares se posicionó en USD 851,60 por m2, por lo cual representan una suba del 264,56% interanual y 29,81% intermensual.
Matías Hernández, presidente de Apymeco, expresó: “El impacto del alza de los precios es inmediato, ya que los flujos de fondos están previstos, y este aceleramiento tan inusitado es muy difícil de tenerlo a resguardo. Se espera un primer efecto, seguido de un reacomodamiento, dado que muchos precios experimentaron aumentos por encima de lo lógico, impulsados por la incertidumbre. Con el transcurso de las semanas, se espera que algunos de ellos encuentren un ajuste, motivado por la falta de demanda”.
Despachos en caída y ¿oportunidad?
Según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, en diciembre último los despachos de venta cayeron un 14,5%, totalizando 817.581 toneladas. Este dato contrasta con las 936.892 toneladas registradas en igual mes de 2022.
La desaceleración de la actividad se observa tanto en la disminución de los despachos de cemento como en las encomiendas (intención de obras nuevas) presentadas en el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU). En enero de 2023 se registraron 381 encomiendas, mientras que actualmente son 324 en esta entidad porteña.
Expertos sugieren que aquellos con ahorros para invertir en Real Estate aprovechen el momento actual, ya que la tendencia indica que los valores de las viviendas, tanto usadas como nuevas, podrían incrementarse nuevamente a corto o mediano plazo.
Alejandro Ginevra, del GNV Group, dijo: “Esperemos que las cotizaciones se acomoden en 60-90 días. Debemos ser cautelosos, ya que anticipamos que los precios aumentarán. El costo de construcción, inevitablemente, crecerá gradualmente, lo que llevará a un incremento en los precios de las nuevas viviendas. Aunque el comportamiento del mercado con respecto a las viviendas usadas es incierto, en el caso de las unidades nuevas, los precios tenderán a subir, alineándose con la tendencia global de aumento en el valor de la propiedad. Continuamos construyendo y proyectando edificios rentables, aunque los márgenes actuales difieren de épocas anteriores”.
Hoy el precio para construir, siempre dependiendo de la calidad de las terminaciones y la ubicación, no está por debajo de los USD 1.200 por m2
Se observa una marcada dispersión en los precios de materiales y provisiones, acentuada por la devaluación del peso. Además, el incremento salarial homologado para los trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina también arrojará un impacto.
Por su lado, la carpintería de chapa, rampas vehiculares y ascensores registraron los mayores aumentos, oscilando entre el 111% y el 68,90% mensuales. Mesadas, cemento y porcelanatos experimentaron incrementos más moderados, situándose entre el 12,12% y el 19,80% mensuales.
En viviendas estándar el precio en CABA del m2 parte de USD 1.700 en venta y las premium arrancan desde USD 2.500 y pueden trepar hasta más de USD 5.000 por m2, según el proyecto y los amenities que ofrezca.
Hernández destacó: “Con los nuevos valores de referencia, la brecha entre los departamentos terminados (actualmente con precios deprimidos) y las construcciones en pozo se redujo significativamente. Se anticipa una recuperación del precio del m2 en dólares a mediano plazo, por lo que adquirir hoy resulta conveniente”.
Especialistas subrayan la importancia de realizar un análisis detallado. Destacan la necesidad de trabajar meticulosamente en la optimización de los diseños y la colaboración estrecha con constructoras para asegurar precios competitivos.
Ginevra enfatizó que “el mercado está experimentando cambios, donde el profesionalismo, el conocimiento del mercado y del producto son esenciales. Se observa una tendencia a reducir los espacios y modificar características como balcones y parrillas. Es clave considerar estos factores al cotizar y calcular los costos de los edificios, subrayando la importancia en la toma de decisiones para enfrentar la incertidumbre futura”.
En la actualidad, se aconseja esperar a que los precios alcancen un punto de equilibrio antes de evaluar nuevos proyectos a desarrollar. Se observa una desaceleración en el inicio de nuevas iniciativas y en la solicitud de permisos de obra, reflejando la tendencia económica general.
Hernández concluyó: “Hay altas expectativas en el sector, especialmente debido a la buena cosecha anticipada, ya que este sector tiende a destinar parte de su rentabilidad a la construcción”.
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