La primera hipótesis sobre las causas de la explosión de una toma clandestina de gasolina en el ducto Tuxpan-Tula, señala que pudo haber sido una chispa generada por la electricidad en la ropa sintética de la gente, lo que provocó la tragedia, informó el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.
"En el momento del siniestro, ese ducto estaba cargado con gasolina de muy alto octanaje y eso genera una gran cantidad de gases de una gran letalidad. Por tal razón, en el momento en que eso se da y las personas empiezan a acercarse y moverse de una manera multitudinaria alrededor de esa zona, que estaba cargada de gases, muchas de las personas usan ropa de contenido sintético, que tiene también la posibilidad de generar reacciones eléctricas", expresó el funcionario el sábado en conferencia de prensa conjunta con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad.
"Ese es un principio de investigación, no es una contundencia ni un resultado final; ese movimiento de tantas personas, en un área cargada de gases y además de los contenidos líquidos, pudo haber generado la explosión", afirmó Gertz Manero al revelar los primeros resultados de la información pericial, lo que se confirmara conforme vaya avanzando la investigación.
Adelantó que el domingo iniciarán las indagaciones testimoniales. La Fiscalía ya abrió la carpeta de investigación correspondiente.
El viernes, una toma clandestina de combustible en el ducto Tuxpan-Tula de Petróleos Mexicanos (Pemex) explotó en la comunidad de San Primitivo, en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo.
Los informes destacan que al momento de la fuga, aproximadamente a las 17:00 del viernes, acudieron decenas de personas con bidones, cubetas y galones para llenarlos con la gasolina que salía de la toma clandestina, donde dos horas después se produjo la explosión.
Antes de la explosión, elementos del Ejército estaban custodiando la fuga en el ducto, pero la gente que llegó al lugar los rebasó en número.
El sitio de la tragedia amaneció custodiado por militares mientras en el ambiente todavía se percibía un fuerte olor a combustible, como constató la agencia France Presse.
Por la mañana, en la zona permanecían cuerpos carbonizados en la misma posición en la que fallecieron, mientras que entre la maleza había ropa quemada.
Durante la madrugada, varias personas se trasladaron hasta el centro de la explosión para intentar identificar entre los cuerpos de sus familiares desaparecidos.
En la zona del desastre se realizan exámenes a personas que buscan a sus familiares para comparar su ADN con el de los restos humanos calcinados dispersos en el lugar.
El último informe oficial señala que el número de muertos llegó a 73 y número de heridos quedó en 74, algunos con quemaduras en el 90% del cuerpo.
Por la mañana, Gertz Manero aseguró que la perforación en el ducto "fue intencional, fue intencional. Alguien hizo la perforación para obtener combustible de manera ilegal. El incendio es otra cosa, pero derivado del primer delito".
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