Los belenes napolitanos son unos de los nacimientos más antiguos del mundo. Como su propio nombre indica, su origen se encuentra en la ciudad italiana de Nápoles y el primero de todos se representó con figuras de barro en el siglo XV. Desde este momento, se han convertido en toda una tradición que ha traspasado fronteras, pero que sigue teniendo su germen en esta localidad, pero más concretamente en la calle San Gregorio Armeno.
En esta arteria se puede contemplar una de las colecciones de belenes más impresionantes del mundo. Su situación, en el centro de la ciudad y rodeada de pequeñas callejuelas, crean una atmósfera navideña de lo más especial. Así, los talleres y tiendas de belenes inundan cada palmo de la calle, donde también se pueden observar monumentos de gran valor como la iglesia de San Gregorio Armeno, donde se conservan las reliquias del patriarca de Armenia.
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A esto le acompaña un templo romano dedicado a Ceres, diosa de la tierra y la fertilidad, conmemorado por un bajorrelieve de una sacerdotisa con una antorcha y ofrendas en las manos. “De este culto surgió la tradición de las estatuillas del santo, elaboradas por los artesanos locales, que empezaron a ser reconocidos y, con los años, a representar escenas religiosas y la Natividad”, cuenta el National Geographic.
Belenes durante todo el año
Sin embargo, el belén napolitano, tal y como lo conocemos hoy en día, no surgió hasta el siglo XVIII. Así, se caracteriza por su detalle y realismo, así como por la riqueza y la variedad de sus figuras, que no solo incluyen las tradicionales del pesebre, sino también una amplia gama de personajes y escenas cotidianas que reflejan la vida napolitana de la época.
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Así, la calle San Gregorio Armeno se ha convertido en un ícono en Nápoles durante la Navidad, pues el viajero queda fascinado con la variada muestra de figuritas y obras de arte tradicionales, además de poder contemplar a los maestros artesanos trabajando. “Los belenes de San Gregorio Armeno son famosos por ser los más variados, grandes y decorados del mundo, una combinación de lo sagrado y lo profano, figuritas como caricaturas que muestran la imaginación y la creatividad de los artesanos”, detallan.
Por si fuera poco, los puestos navideños de San Gregorio Armeno no son temporales, sino que están ahí todo el año congregados en los apenas 200 metros con lo que cuenta la calle. Así, el visitante puede disfrutar de alrededor de 50 tiendas dedicadas exclusivamente a esta tradición.
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Los belenes napolitanos más bonitos de España
Desde el siglo XVIII, los belenes napolitanos han sido un clásico en cualquier casa. Así, en España no puede faltar esta tradición, de la cual surgen numerosos nacimientos que son dignos de mención:
- Cada año, el Palacio Real de Madrid expone cerca de 200 figuras napolitanas, genovesas y españolas de entre los siglos XVIII y XXI, a las que en cada Navidad se incorporan nuevos elementos y escenarios que hacen que cada visita sea diferente.
- El Museo Salzillo de Murcia alberga uno de los belenes napolitanos más importantes del mundo. Con piezas de terracota, madera pintada o barro esculpidas al detalle dan lugar a un nacimiento que es una maravilla. También se recomienda visitar el Belén de Salzillo, de estilo español y parte de la colección permanente.
- Aunque se puede ver todo el año, en Navidad es realmente especial acercarse hasta el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. En él se desarrolla una magnífica representación de la sociedad napolitana del siglo XVIII a través de las más de 600 minuciosas figuras que componen uno de los belenes más importantes de Europa.
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