Luego de 7 meses consecutivos de superávit comercial, el saldo de 2024 podría cerrar con un resultado positivo de USD 21.237 millones. Sería el más alto desde 2009 ajustado por inflación en dólares histórica. El principal motivo se relaciona con la fuerte baja de las importaciones por la recesión. Mantener la competitividad con el actual esquema cambiario será uno de los principales desafíos en la segunda parte del año.
Son proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), similares a las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del gobierno nacional, que establecieron el superávit comercial de 2024 en USD 19.400 y USD 21.918 millones, respectivamente.
El desempeño del comercio exterior resulta fundamental para el Gobierno de cara a un año próximo en que los vencimientos de deuda en moneda extranjera ascienden a USD 24.000 millones. El riesgo país por encima de los 1.500 puntos básicos se explica, en parte, por las inquietudes del mercado ante esta concentración de vencimientos. En la actualidad, las reservas netas son negativas por USD 4.200 millones, según Ecolatina.
En detalle, las exportaciones totales podrían ubicarse en torno a USD 78.788 millones, lo que representaría un aumento de 14% interanual en términos reales (+ USD 9.794 millones) y un máximo desde 2014. Respecto a las importaciones, podrían alcanzar los USD 57.551 millones, marcando una caída de 24,4% (- USD 18.596 millones) y registrando el tercer valor más bajo de los últimos 15 años.
“La gran mejora del superávit comercial esperada se explica por un doble efecto, un aumento de las exportaciones y una contracción de las importaciones. No obstante, vale aclarar que, la dinámica final a ser observada en el comercio exterior de bienes podría verse afectada por las decisiones finales de política económica y el ritmo de la actividad económica de cara al segundo semestre”, señaló el informe de a BCR realizado por Julio Calzada y Bruno Ferrari.
El resultado del primer semestre
Hasta el momento, en el primer semestre el superávit comercial fue de USD 10.708 millones, el más alto de los últimos 15 años pero por detrás del año 2009 y del trienio 2002-2004.
En el caso de las exportaciones, que totalizaron USD 38.176 millones, la recuperación de envíos al exterior de Productos Primarios explica buena parte de la mejora, dado que registra un crecimiento de USD 2.874 millones interanual o 40%.
También, se recompusieron las exportaciones de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) en USD 1.140 millones interanual, mientras que Combustibles y Energía aumentó en USD 1.019 millones. De esta manera, el rubro exportador de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) fue el único que se contrajo en USD 331 millones.
Sobre las importaciones, que alcanzaron los USD 27.468 millones y cayeron 27,6% interanual, el único rubro que creció en el primer semestre de 2024 fue Automotores en solo USD 37 millones en términos interanuales. Todos los demás disminuyeron. En el caso de Bienes Intermedios, la contracción fue de USD 3.798 millones; Combustibles, USD 2.527 millones; y Piezas y Accesorios para Bienes de Capital, USD 1.938 millones.
Por destinos, Brasil, China y Estados Unidos continúan siendo los principales socios comerciales del país.
Cabe recordar que en 2023 la balanza comercial terminó con un rojo de USD 6.925, como resultado de compras al exterior por USD 73.714 y exportaciones por USD 66.789, lo que significa una baja del 25% con respecto al año anterior. Fue la mayor caída exportadora en términos relativos desde 1975 debido a una sequía histórica. En este sentido, la participación de la agroindustria en las ventas al exterior fue la menor en una década, aunque las principales cadenas del sector acapararon el 55% de los envíos totales.
Ahora bien, en julio de este año las empresas exportadoras de granos liquidaron USD 2.616 millones, lo que implica un incremento del 35,8% con relación a igual período del año anterior. En tanto, si se lo compara con junio de 2024, se verifica un aumento del 32,3%, según un informe de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). “Julio ha sido el mejor mes del año en ingreso de divisas de la agroexportación”, aseguraron.
El aporte del agro en lo que va de 2024 asciende a USD 13.640 millones, lo que refleja un crecimiento del 5,2% con relación a los primeros siete meses del año anterior.
El problema de la competitividad
Sin embargo, el actual esquema cambiario podría representar un problema para la competitividad y la acumulación de reservas en lo que resta del año. Sucede que el Gobierno está utilizando el tipo de cambio como ancla inflacionaria: mientras que el crawling peg o ritmo de devaluación mensual corre al 2%, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) se ubica en torno al 4%.
“El tipo de cambio multilateral está hoy por abajo del promedio histórico, lo cual, como dice el gobierno, no es evidencia de atraso cambiario. Sin embargo, hoy estamos en una coyuntura en la que hay que acumular reservas internacionales para salir del ‘sótano’, en momentos en que estamos lejos de conseguir acceso al mercado de capitales. Argentina necesita un fuerte superávit en la cuenta corriente del balance de pagos, y el estimado para este año, que es de USD 3.000 millones suena a muy poco”, señaló un informe de Econviews.
“Es cierto que el tipo de cambio actual tiene anabólicos: el impuesto país para importaciones y el blend para exportaciones. Pero el impuesto PAIS baja en septiembre y el blend es parte del problema para acumular reservas que tiene el Banco Central. Usar el tipo de cambio de forma excesiva puede traer problemas para muchos sectores relativamente competitivos en la economía argentina. Recordemos que aún estamos en un nivel de actividad bajo con consumo interno afectado, con lo cual la competencia de importaciones o las dificultades de exportación para algunos sectores pueden ser complejos. Además, la señalización de un peso fuerte de largo plazo quizás también pueda ser un desincentivo a invertir”, agregó.
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