La Argentina quedó primera en el ranking de inflación de América Latina en marzo, con una cifra muy superior a Venezuela. El Indec informó que la suba de precios del mes pasado fue del 7,7% y la tasa anual ascendió a 104,3%, mientras que en el país gobernado por Nicolás Maduro llegó al 4,2% y 501%, mensual e interanual, respectivamente, según el Observatorio de Finanzas (OVF), una medición confiable.
De este modo, según la Fundación Libertad y Progreso, la inflación desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández acumuló 387% hasta ahora, frente a 295,5% de toda la gestión de Mauricio Macri, 177,2% del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, 122% en el primero (con los datos reales, no los publicados por el Indec entre 2007 y 2015) y 67% de Néstor Kirchner.
Para este año, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó un aumento promedio de los 12 meses del 400% para Venezuela -cuyo banco central todavía no informó datos del índice de precios al consumidor de este año- y del 98% para la Argentina, aunque los analistas consultados por el Banco Central prevén 110% para diciembre entre puntas, unos 20 puntos porcentuales más que en el relevamiento anterior.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó para 2023 un aumento promedio de los 12 meses del 400% para Venezuela y del 98% para la Argentina
De este modo, la Argentina se ubica en los primeros tres lugares del podio de inflación global, solo superada por Venezuela y por El Líbano, que hasta febrero registró el 189,7 por ciento.
Un caso curioso es el de Zimbabue, que estaba segunda detrás de Venezuela, pero cambió su medición para comenzar a medir sus precios al consumidor con “un promedio ponderado de artículos cotizados en dólares zimbabuenses y dólares estadounidenses”, según Reuters.
Previamente, la tasa oficial se basaba solo en artículos en la moneda local. De este modo, en marzo el país africano registró una inflación del 87%, frente al 244% con el que terminó en 2022.
En Estados Unidos la inflación del último año fue del 5%, en Italia del 7,7%, en España del 3,3% y en Francia del 5,6%; Turquía también se ubica entre los países con más inflación del mundo con el 50,5% y Sudán con el 63 por ciento.
La situación regional
En América Latina, todo el resto de los países se ubicó muy por detrás de Venezuela y la Argentina y, a tono con las naciones desarrolladas, exhibe una tendencia descendente en materia inflacionaria.
Brasil registró en marzo una suba de precios del 0,7% y del 4,6% el último año. El FMI proyecta que llegará al 5% en diciembre próximo. Para México estos datos son: 0,2%, 6,8% y 4,5 por ciento.
La inflación más baja del mes pasado fue en Ecuador, el país que adoptó la dolarización hace dos décadas, con 0,06%, mientras que en el último año llegó al 2,9% y el FMI proyecta que llegará al 2,5% en diciembre próximo.
La inflación más baja del mes pasado fue en Ecuador, el país que adoptó la dolarización hace dos décadas, con 0,06 por ciento
Con otro régimen económico, Bolivia también registró una suba de precios insignificante el mes pasado, con el 0,08% y el 2,5% en los últimos 12 meses; el Fondo prevé que termine el año con un aumento de los precios del 4 por ciento.
En tanto, Paraguay y Uruguay también quedaron por debajo del 1% en marzo. El primero tuvo una inflación del 0,4% (6,4% en un año y 5,2% en diciembre próximo) y el segundo del 0,9% (7,3% y 7,6 por ciento).
A su vez, en la zona del 1% quedaron Perú, Chile y Colombia. El primero 1,2% (8,4% en un año y 5,7% para 2023 según el FMI), el segundo 1,1 (11,1% y 7,9%) y el tercero 1% (13,3% y 7,9%), respectivamente.
Según el informe de perspectivas globales del FMI (WEO en su sigla en inglés), “el endurecimiento masivo y sincrónico de la política monetaria de la mayoría de los bancos centrales debería comenzar a dar sus frutos, con la inflación retrocediendo hacia sus objetivos originales”.
“En nuestro último pronóstico, el crecimiento global tocará fondo en 2.8 por ciento este año antes de subir modestamente a 3 por ciento en 2024. La inflación global disminuirá, aunque más lentamente de lo inicialmente previsto, desde 8,7 por ciento en 2022 a 7 por ciento este año y 4,9 por ciento en 2024″, aclaró el FMI.
En este contexto, con una inflación del 104% -y una devaluación del tipo de cambio mayorista oficial del 90% en el último año, lo que augura una suba de precios mayor en 2024- al próximo gobierno argentino le quedará por delante un complejo desafío de estabilización.
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