La balanza de dólares de la energía fue negativa por USD 735 millones en los primeros seis meses del año. Sin embargo, respecto al año pasado mejoró en USD 1.971 millones, según calculó el economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Al desglosar la variación de la balanza de la energía, detalló en un breve informe, se observa que el “efecto precio” generó un beneficio de USD 654 millones mientras que el efecto cantidades, aportó una mejora de USD 1.317 millones. Es decir que el principal aporte de dólares vino por el lado del ahorro generado por las menores importaciones.
Por un lado, por el menor precio de la energía importada se ahorraron USD 1.164 millones y por, por el otro, dada la menor cantidad de energía importada el ahorro fue de USD 1.045 millones. La suma de ambas cifras arroja un resultado de USD 2.209 millones. En materia de exportaciones, las mayores cantidades exportadas atenuaron el menor precio, siendo negativo el efecto sobre la balanza de dólares en USD 238 millones (USD 273 millones más por mayores exportaciones físicas y USD 511 millones menos por menor precio de las exportaciones).
La variación del aporte neto de dólares respecto al primer semestre de 2022 es significativa. La balanza comercial total tuvo una pérdida de USD 7.365 millones en igual periodo, golpeada principalmente por la caída de exportaciones de productos primarios. Ese panorama, aseguran desde el Gobierno, comenzará a cambiar a partir del próximo año gracias a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y las obras que se prevén continuarán ese desarrollo que potenciarán las ventas externas de gas.
En un comunicado reciente, el Banco Central proyectó que en 2030, la Argentina podría alcanzar un superávit comercial de USD 41.800 millones, en gran parte gracias al sector energético. Ese objetivo se comenzaría a lograr, gradualmente, desde el año próximo.
“El superávit de la balanza comercial de bienes se duplicará desde 2024 hasta 2030, alcanzando un excedente cercano a los USD 41.800 millones, según un conjunto de proyecciones en base a informes sectoriales realizadas por el Banco Central de la República Argentina sobre la dinámica del comercio exterior de los próximos años. Esta proyección indica que el saldo comercial superavitario de bienes pasará de representar 3,9% del PIB en 2024 a alcanzar un nivel de 5,2% en 2030″, sostuvo la autoridad monetaria, que detalló que para esa fecha, las exportaciones totales de la Argentina llegarán a casi USD 144.000 millones, gracias a un crecimiento destacado de los combustibles, rubro en el que el petróleo crudo de origen no convencional tendría un desempeño determinante. Agregó también que la nueva infraestructura de transporte contribuirá a sustituir importaciones y a desplegar el potencial exportador.
En el mismo sentido -sostuvo el Central- se espera que a partir de las obras de infraestructura en marcha y planificadas para el sector energético se sustituyan importaciones, principalmente de gas. Así, las compras externas de combustibles se irán reduciendo paulatinamente con el correr de los años.
“De este modo, las exportaciones totales de combustibles pasarán de USD 10.400 millones en 2024 a USD 36.700 millones en 2030″, sostuvo el BCRA, desde donde recordaron que otro de los rubros que aportaría a ese proceso de crecimiento es la minería. “Con la concreción de los proyectos de explotación de litio, oro y plata, las exportaciones mineras totales pasarán de USD 6.100 millones en 2024 a USD 15.600 millones en 2030″, calculó con precisión la entidad monetaria al tiempo que, de no mediar un nuevo evento climático en los próximos siete años, el sector agrícola, “superados los efectos de la sequía, volverá a su nivel habitual, que está en torno a los USD 35.400 millones y que presenta posibilidades de crecimiento en los próximos años”.
En tanto, también con un alto nivel de exactitud, el Central estimó que el resto de las exportaciones de bienes, se incrementarán de USD 37.700 millones a USD 54.500 millones entre 2024 y 2030, con el sector automotriz y el petroquímico como los que más contribuirán a esa nueva realidad.
En cuanto a las importaciones, su volumen será traccionado por el crecimiento del producto, que se expandirá a un ritmo del 4,6% promedio anual.”Las importaciones totales de bienes de la economía alcanzarán aproximadamente USD 102.000 millones, en un sendero creciente en términos del PIB hasta representar 12,6%, frente a 10,4% de la pre pandemia”, concluyó el Central .
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