Finalmente, el Congreso aprobó tanto la Ley Bases como el Paquete Fiscal por el cual aumenta el Impuesto a las Ganancias para la Cuarta Categoría de asalariados y disminuye la alícuota para Bienes Personales.
Luego de la aprobación de estas leyes, hablaron tanto el ministro Luis Caputo como el presidente del BCRA, Santiago Bausili, y también el presidente, Javier Milei, anunciando el ingreso a la segunda etapa del programa económico, que sería la de la reforma monetaria.
Sin embargo, ni el viernes, ni ayer, el mercado de bonos y acciones operó en alza. Por el contrario, cayeron de precios, y todas las cotizaciones del dólar subieron y también el índice de riesgo país.
Claramente, existe un problema de credibilidad o el discurso no es lo suficientemente claro como para transmitir confianza a los mercados.
Existe un problema de credibilidad o el discurso no es lo suficientemente claro como para transmitir confianza a los mercados
Por un lado, hace meses Milei había dicho que íbamos a un esquema de base monetaria congelada. Es decir, que no iba a subir y que, al congelar la base monetaria, si el mercado demandaba más moneda esa demanda iba a ser cubierta por una oferta que iba a salir de los dólares que están en los colchones de la gente. De esa forma, afirmó el Presidente, se iba a ir dolarizando de hecho la economía.
Su idea era que, al ir dejándose de usar el peso, la economía se dolarizaba sola. En ese momento se cerraba el BCRA. Tema sobre el que siguió insistiendo hasta pocos días atrás. Sin embargo, no hubo tal congelamiento de la base monetaria. Por el contrario, la expansión de dinero primario muy importante a partir de mediados de marzo.
Como se ve no se cumplió con la regla de que la base monetaria iba a quedar congelada, y que la oferta monetaria adicional iba a provenir de los dólares que estaban en el colchón.
Y cabe aclarar, que no es correcto ajustar la base monetaria por inflación, porque la moneda es una mercadería como cualquier otra y, por lo tanto, hay un precio relativo moneda versus el resto de los bienes y servicios de la economía.
No es correcto ajustar la base monetaria por inflación, porque la moneda es una mercadería como cualquier otra y, por lo tanto, hay un precio relativo moneda versus el resto de los bienes
Es como si aumentara la oferta de papas y quedara constante la de tomates. El precio relativo de papas-tomates cambia y habrá que entregar más papas por cada tomate si su demanda se mantiene constante. El mismo razonamiento le cabe a la moneda con el resto de los bienes.
Es claro que la demanda de moneda no aumentó junto con la expansión de la base monetaria.
Como puede verse en el gráfico, a medida que aumentó la base monetaria, subió la cotización del dólar en el CCL. Esto está indicando que la expansión de la base no respondió a mayor demanda de moneda.
El circulante, que es uno de los componentes de la base monetaria, viene aumentando a un ritmo creciente, empezó al 8%, siguió al 12% y el último mes aceleró a 17%, lo cual es suficientemente inconsistentes con una economía que pretende bajar la tasa de inflación.
Fase dos del programa
Ahora bien, el otro tema que hay que tener en cuenta son los anuncios que formularon Caputo y Bausili el viernes pasado.
La estrategia del ministro Caputo y del presidente del BCRA, Bausili, de pasarle la deuda de pasivos remunerados al Tesoro Nacional, a cambio de una Letra de Regularización Monetaria (Leremo), no es otra cosa que canjearlos por las Lecap.
La estrategia del ministro Caputo y del presidente del BCRA, Bausili, de pasarle la deuda de pasivos remunerados al Tesoro Nacional, no es otra cosa que canjearlos por las Lecap
Además, significará que la mayor deuda en cabeza de la Tesorería genere más carga de intereses y, por tanto, la consecuente necesidad de mayor esfuerzo fiscal para obtener el buscado superávit primario y no caer en déficit financiero.
Cabe destacar que el superávit fiscal primario vino en clara tendencia decreciente desde enero hasta abril. En mayo acusa un rebote al alza por la recaudación extraordinaria de Ganancias fruto de la devaluación de diciembre que impactó en las empresas que tenían activos ligados al dólar.
La insistencia de Santiago Bausili de sostener un crawling peg al ritmo de 2% mensual con un dólar que, por definición, comenzó atrasado y continuó perdiendo terreno frente a la inflación, genera incertidumbre cambiaria, y se refleja en los precios del mercado. O, para decirlo de otra forma, está usando el tipo de cambio como ancla para desacelerar la inflación, y ya se sabe que este mecanismo termina mal.
Se podrá argumentar que ahora hay superávit fiscal y el BCRA no emite para financiar al Tesoro, pero la única causa de emisión monetaria no es el déficit fiscal. En sistemas cambiarios como el que tiene la Argentina, el sector externo es otra fuente de emisión. También lo son los Adelantos Transitorios del BCRA a la Tesorería de la Nación, y el denominado déficit cuasifiscal.
No alcanza con que Economía consolide el superávit fiscal para cortar la emisión primaria de dinero
De ahí que no alcanza con que Economía consolide el superávit fiscal para cortar la emisión primaria de dinero, porque seguirá habiendo por el lado del superávit del comercio exterior, y también del cuasifiscal, por el atraso cambiario frente al ritmo de los precios y de las tasas de interés.
Una vez más cabe preguntarse si al demorar tanto la salida del cepo el Gobierno no se metió en un problema más grave que el que genera postergarlo, en términos de costo para la sociedad.
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