Netflix ha retirado de su catálogo La La Land, una de las películas musicales más bonitas de la última década: el 30 de septiembre fue el último día que pudimos disfrutarla en la plataforma. Y aunque su legado ha quedado manchado por aquel error garrafal que la anunció como la película triunfal en la gala de 2017 de los Oscar (el galardón fue para Moonlight, de Barry Jenkins), la confusión generada en la 89.ª edición de los premios cinematográficos más importantes, La La Land sigue siendo una de esas cintas capaces de hacer que todo se suavice: la rutina, el dolor, la nostalgia o incluso los infernales ritmos que dictan nuestra rutina.
Damien Chazelle (director de Whiplash, Babylon o First Man) aunó su pasión por el cine y por el jazz en un largometraje protagonizado por Ryan Gosling y Emma Stone que encandiló a la audiencia -y que sigue siendo considerado como su mejor proyecto hasta la fecha-. La película, un musical muy contemporáneo que bebe de los romances dirigidos por Vincente Minnelli y protagonizados por Gene Kelly o Fred Astaire, sigue los pasos de Mia (Stone) y Sebastian (Gosling), dos soñadores que se encontrarán en la ciudad de las estrellas y que navegarán sus frustraciones en un enclave excluyente. Ella sueña con ser actriz y él con abrir su propio club de jazz. A pesar de lo que muchos digan de ella, Los Ángeles no es un lugar capaz de albergar las ensoñaciones de todos sus habitantes.
Entre canciones, bailes y citas idílicas, Mia y Sebastian irán abriéndose al amor, un enemigo en el camino de un logro a acometer. Su relación irá cambiando. La competitividad hará mella y las oportunidades laborales terminarán por quebrar un romance idóneo en el tiempo incorrecto. La banda sonora, creada por Justin Hurwitz, incluye canciones como City of Stars, Another Day of Sun o Someone in the Crowd.
Alabada por la crítica y el público (aunque con un severo backlash de opiniones negativas al considerarse como uno de los filmes candidatos para alzarse con el Oscar), el musical millennial de Chazelle respira honestidad por todos sus costados. No sólo es un bellísimo ejercicio de dirección, también es un relato de la realidad que narra la vida, además de un claro homenaje del director al cine (una pasión que también homenajeará en Babylon).
Aunque no se alzó con el Oscar en la categoría de ‘Mejor película’, La La Land se acabó llevando seis estatuillas en la gala celebrada en el Dolby Theatre en el año 2017 (partía con 14 nominaciones), entre ellas la de ‘Mejor director’ para Chazelle, la de ‘Mejor actriz’ para Stone y la de ‘Mejor banda sonora’. A partir de este martes 1 de octubre, la cinta musical deja de estar disponible en Netflix. A partir de ahora, la cinta se podrá ver en Prime Video, Apple TV+ o Movistar Plus+. Pasión, romance, ternura y música: la ciudad de las estrellas se convierte en un escenario idílico, pero realista (una dicotomía más que plausible), de una historia sobre sueños, metas y caídas.
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