La producción industrial del sector de pequeñas y medianas empresas (Pymes) cayó 6,4% interanual en septiembre, informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Se trata del cuarto mes consecutivo de retracción de la actividad manufacturera pyme, que acumula una caída de 0,8% en los primeros nueve meses del año. A su vez, tanto el nivel de actividad como el uso de la capacidad instalada (73%) se mantuvieron sin cambios respecto de agosto, mes que a su vez había sufrido una caída interanual del 5% respecto de agosto de 2022, el mes en el que asumió funciones el actual ministro de Economía, Sergio Massa.
Incertidumbre
“La incertidumbre política y económica puso en compás de espera inversiones programadas, y eso afectó la capacidad productiva de algunas fábricas”, dice el informe del “Índice de Produccción Industrial Pyme” (IPIP), que también destaca que se acentuaron “los problemas para obtener materias primas y otros insumos” y que la empresas del sector “tampoco consiguieron repuestos de maquinarias y debieron demorar o reducir escalas de producción”.
Por otra parte, agrega CAME, “la cadena de pagos fue un problema constante” ya que por temor a las disparadas de precios “los proveedores solicitaron pago contado e incluso anticipado para entregar mercadería, condiciones que las pymes no pudieron cumplir”.
CAME elabora el Índice en base a una muestra de 443 industrias pyme de todo el país a las que releva mensualmente. El reciente relevamiento arroja de que los 6 sectores en que se agrupa la muestra, 5 experimentaron retrocesos y uno solo, Textiles e Indumentaria, tuvo un crecimiento interanual, del 5 por ciento. En cambio, experimentaron retrocesos Químicos y plásticos (-17,2%), Papel e impresiones (-15,7%), Metal, maquinaria y equipo y material de transporte (-.8,1%), Madera y muebles (-6,6%) y Alimentos y bebidas (-0,5%). Esto es, los mayores retrocesos se registraron en industrias “de base” y fue menor en el sector de cuyos productos menos pueden prescindir los consumidores.
De hecho, aunque retrocedió levemente en septiembre, en el acumulado de los primeros 9 meses del año el mejor desempeño sectorial fue el de “Alimentos y bebidas”, con un crecimiento interanual del 4,2%, y también crecieron levemente los niveles de actividad en el sector “Textiles e indumentaria” (1,9%) y en “Madera y muebles”, mientras mostraron variaciones adversas el sector “Papel e impresiones”, que se desplomó 16,1%, “Químicos y Plásticos” (-2,4%) y “Metal, maquinaria y equipo y material de transporte” (-2,6%).
Duro de importar
A su vez, es de destacar que incluso en el sector menos prescindible, Alimentos y bebidas, que tuvo una caída interanual muy leve y en el acumulado todavía muestra una variación positiva, el nivel de actividad de septiembre fue 1,9% inferior al de agosto. “Las empresas consultadas manifestaron problemas para conseguir toda la gama de insumos importados, ya que además de las restricciones aduaneras para ingresar algunos productos, los proveedores del exterior empezaron a cortar envíos por retrasos en los pagos”, dice el informe, que cita el testimonio de una fábrica en Pergamino, provincia de Buenos Aires, según la cual los aumentos de precios “los aumentos de precios afectaron mucho el consumo de productos panificados. La gente compra, pero menos, lo justo y necesario. Además, se van a productos de menor calidad”
Incluso en el sector indumentaria y textil, el único que en septiembre registró un crecimiento interanual, dice el informe, “las empresas explicaron que no se están consiguiendo telas importadas y que las nacionales se entregan en menores cantidades a las solicitadas, lo que podría afectar la producción en el último trimestre del año”. Un fabricante de Morón dijo que mantuvo el nivel de producción porque se había stockeado previamente, mientras uno de Mendoza denunció fuertes incrementos de costos y financiamiento más caro, por lo que –dijo- “se produce bien, pero apenas alcanzamos a cubrir los costos fijos”
El sector de “Metales, maquinaria, equipos y material de transporte se vio más afectado por el corte de financiamiento de proveedores y las dificultades para girar pagos al exterior y en el de Químicos y plásticos (el de mayor caída interanual) “la falta de precios del mercado paralizó completamente las ventas. Hubo empresas que incluso anticiparon vacaciones frente a la baja actividad. Quienes tenían contratos ya cerrados se vieron perjudicados por las subas de precios, ya que los insumos no se acopian con anticipación y se perdió rentabilidad”.
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