Desde el 1 de abril, hablar de Akio Toyoda será remitirse al que probablemente haya sido el período de tiempo más fructífero para Toyota Motor Corporation, pero que ya es tiempo pasado. No porque no sea exitoso el presente de la marca japonesa, porque sigue siendo la que más automóviles vende en el mundo desde hace algunos años, sino porque el presente tiene otro nombre: Koji Sato, el nuevo CEO de la compañía a nivel global.
El retiro de Toyoda, nieto del fundador de la marca, se interpretó con suficientes argumentos, como el paso al costado del hombre que no tenía incorporada la electrificación en su ADN de fabricante automotriz, contrastando con el perfil de su sucesor, quien proviene de Lexus, la marca de autos de lujo de Toyota que tiene uno de sus pilares en electro movilidad.
Sato dio el pasado viernes su primera conferencia de prensa en Tokio, en la que anunció el Toyota Mobility Concept, un programa que pretende incluso extender el alcance de la marca más allá de la fabricación de automóviles, como modo de encontrar nuevas fuentes de ingresos que permitan enfrentar el futuro de una industria que enfrenta cambios profundos. En el camino, la compañía contempla aprovechar la electrificación, las nuevas formas de movilidad y la digitalización, y aprovechar nuevas oportunidades en la infraestructura conectada como herramientas de un nuevo modo de funcionamiento.
Dentro de las etapas que contempla el programa, está el lanzamiento de 10 nuevos modelos completamente eléctricos entre Toyota y Lexus para 2026, pero mantener el enfoque diversificado respecto a la electrificación, que en el caso de Toyota se basa en vehículos híbridos y de pila de combustible de hidrógeno. La marca reconoce que actualmente obtiene mejores márgenes de ganancias en los vehículos híbridos que en los vehículos que solo funcionan con gasolina.
Aquí es donde hay una interesante novedad, y que se trata del segundo peldaño en la escalera hacia la electro movilidad, es decir los autos híbridos enchufables. Luego de desarrollar extensamente los híbridos autorecargables, el nuevo Prius lanzado a finales de año pasado, ha mostrado que Toyota está decidida a avanzar sobre esta tecnología, que ofrece mayor capacidad eléctrica y reduce la influencia de la motorización térmica en la propulsión de los vehículos.
Sin embargo, la sorpresa fue saber que tienen pensado producir un PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) que rompe los estándares de la industria para este tipo de vehículos. Actualmente, los híbridos enchufables no tienen más de unos 50 o 60 kilómetros de autonomía únicamente generada por el motor eléctrico, sin embargo, Toyota tiene previsto lanzar al mercado uno que tenga hasta 200 km de capacidad para funcionar sin encender el motor térmico, lo que ha generado cierta inquietud.
La realidad es que hay un equilibrio técnico que debe mantenerse entre el peso de un auto y su consumo, y esa es la razón por la que los fabricantes de autos eléctricos intentan desarrollar nuevos motores más eficiente y nuevas baterías de mayor rendimiento en lugar de simplemente colocar una batería más grande. Si el vehículo es muy pesado por la batería, el consumo será tanto o mayor, que esa energía adicional que le aporta un acumulador más voluminoso, se consumirá del mismo modo que si fuese un auto más liviano con una batería más pequeña.
Pero la cuenta no es igual en ambos casos. Un auto más pesado consumirá también más frenos y neumáticos, y para casos de accidentes, tendrá una masa mucho más grande impactando contra el obstáculo que lo haga, por lo tanto generará más daño.
Entonces, lo que encierra esta decisión de Toyota de fabricar un híbrido enchufable con 200 km de autonomía, tiene que tener “algo escondido” que rompa esa ecuación. Si es un desarrollo novedoso de baterías o de otro tipo de componente, solo se sabrá con el tiempo, pero lo que está claro es que, a partir del nuevo Prius de quinta generación, hay un cambio en la metamorfosis de los autos híbridos de Toyota.
Un vehículo de esta tecnología con esa capacidad eléctrica, permitiría a los usuarios hacer recorridos urbanos completamente eléctricos, incluso mucho más allá de trayectos cercanos. Tener el tanque de combustible y un motor dispuesto a funcionar sólo cuando sea necesario, es de alguna manera como reinventar el PHEV.
“El estado actual de la industria automotriz es una situación de vida o muerte y muy competitiva”, dijo Sato el viernes. “Queremos pensar fuera de la caja, fuera de nuestros conceptos existentes”, agregó, para dejar otra frase con suficiente peso propio como para no necesitar explicación: “el mensaje número uno es: ‘Cambiemos el futuro de los autos’. Tenemos que seguir mejorando el valor de los automóviles. Así es como debemos evolucionar.”
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