El banco de inversión JP Morgan, una de las entidades más influyentes de Wall Street, anticipó en su último informe que tras la victoria de Javier Milei en el balotaje de este domingo espera en el corto plazo una devaluación que lleve al dólar oficial a la zona de tipo de cambio “libre”. El documento señaló que “no hay espacio para el gradualismo” si se quiere abordar los desequilibrios macroeconómicos y, si bien reconocieron una agenda de reformas “audaz” por parte del presidente electo, advirtió por el desafío de generar gobernabilidad.
“Milei ofrece una agenda de reformas audaz, pero el principal desafío es que puede verse obstaculizada por la maniobrabilidad política. Se avecinan riesgos de gobernabilidad dada la falta de estructura partidaria y también la distribución del poder en el Congreso después de las elecciones generales”, puntualizaron los analistas de JP Morgan.
El documento hizo foco en la necesidad que tendrá el nuevo presidente de negociar con otros partidos, en particular con el PRO tras el apoyo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich en el balotaje. Las propuestas de La Libertad Avanza requieren de reformas muy profundas que se discutirán en el Parlamento.
“Los principales pilares sobre los que Milei construyó su narrativa a lo largo de la campaña han sido la dolarización y la reducción del tamaño del Estado en la economía. Es cierto que la posible presencia de miembros del PRO en el Gabinete puede mitigar los intentos de reformas más audaces, en particular la dolarización. Por último, los riesgos de implementación también parecen elevados dados los amplios desequilibrios macroeconómicos”, alertó el JP Morgan.
La entidad afirmó que “no hay espacio para el gradualismo a la hora de abordar los desequilibrios macroeconómicos”. En ese sentido, y en línea con el discurso que dio Milei el domingo por la noche aseguró: “Cualquier programa de estabilización que apunte a reducir con éxito la inflación debe abordar el déficit consolidado del sector público en su conjunto, abarcando tanto el déficit fiscal general como los pagos de intereses del Banco Central sobre pasivos remunerados, junto con el fortalecimiento del balance del banco central en medio de la reconstrucción de las reservas de divisas”.
¿Qué va a pasar con el dólar?
El JP Morgan mencionó que la dolarización fue un pilar clave en la campaña de Milei, aunque reiteraron que la escasez de reservas puede generar una transición desordenada hacia ese horizonte. “La probable llegada de miembros del PRO al Gabinete, particularmente en el puesto de Ministro de Economía, estaría alineada con un acuerdo bimonetario en lugar de una dolarización”, consideró.
El informe anticipó que después del 10 de diciembre esperan una devaluación que lleve el precio del dólar oficial más cerca del “libre” o los financieros, con una quita gradual de cepo: “En el corto plazo, al asumir el cargo, esperamos un realineamiento del tipo de cambio anticipado, con un nivel consistente con el tipo de cambio paralelo, para realinear los precios relativos de manera firme, permitiendo que los controles de capital se eliminen gradualmente. Dicho ajuste debería ir acompañado de un ajuste fiscal draconiano para compensar la pérdida de ingresos por señoreaje y así crear los incentivos necesarios para comenzar a reconstruir las reservas de divisas del BCRA”.
La siguiente discusión será, dijeron, proceder con la dolarización o implementar un régimen cambiario fijo desde el segundo semestre del 2024. “Esto sería coherente con la idea de tender un puente entre el bimonetarismo y la dolarización. En este último caso, los desafíos a mediano y largo plazo asociados con los regímenes cambiarios fijos (de los cuales la dolarización es un extremo) son bien conocidos. El ajuste a los shocks negativos se procesaría a través de cantidades y no de precios en medio de las fricciones prevalecientes (como las rigideces nominales de los salarios)”, precisaron.
Ajuste fiscal
En cuanto al frente fiscal, el JP Morgan destacó la necesidad de llegar rápidamente al equilibrio fiscal de manera sostenible como eje de un programa de estabilización y un ancla para generar estabilidad.
“Incluso si se logra una consolidación fiscal a corto plazo, el principal desafío a mediano plazo es sostenerla una vez que la inflación comience a desacelerarse. Eso requeriría la aprobación de reformas estructurales de segunda ronda, incluidas reformas de las pensiones y del sector público, para lograr un superávit primario sostenible en el tiempo”, consignó el informe de la entidad.
Inflación
Respecto a la inflación, estimaron que la necesidad de corregir rápidamente la distorsión en los precios relativos puede generar una fuerte aceleración durante el primer semestre del año que viene que lleve las variaciones mensuales del IPC en torno al 17 por ciento.
“Sin embargo, la implementación exitosa del programa sería consistente con una desaceleración de la inflación en la segunda mitad del año. En este contexto, esperamos una inflación anual del 210% anual el próximo año (350% anual en promedio), con diferentes trayectorias del IPC interanual entre el primer y el segundo semestre. Para 2025, esperamos que el proceso de desinflación se prolongue, con una inflación anual del 40% a finales de año. Es cierto que los riesgos para nuestro pronóstico para 2024 siguen sesgados al alza debido a un proceso de estabilización desordenado”, concluyeron.
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