En días recientes, los pares de aretes Cartier fueron el centro de atención de algunos usuarios en X, pues un joven ingresó al sitio de lujo para comprar unos aretes y descubrió que su costo no superaba los 200 pesos mexicanos, así que adquirió dos pares.
Los precios de los productos de Cartier, al ser artículos de lujo, pueden variar significativamente dependiendo del diseño, los materiales empleados y la cotización de monedas y metales preciosos en el mercado internacional; sin embargo, se sabe que los productos de dicha marca no son tan accesibles, ya que en ocasiones ni siquiera la joyería de fantasía o imitación vale menos de 300 pesos mexicanos.
Esto abrió una gran conversación en redes, por una parte hubo quienes defendieron que el joven recibiera los aretes y por otro hubo quienes lo llamaron “aprovechado” por no haber alertado a la empresa por el supuesto error en el precio. Al parecer, la historia de este joven ya tuvo un final, pues celebró que la marca está “cumpliendo”.
Eso dejó entrever a través de una publicación en la que expresó que ya no daría más explicaciones tras la viralización de su caso:
“War is over. Cartier está cumpliendo. No soy moneda para caerle bien a los lambiscones. No sé quién es el empleado ni su status, si quieren saber pueden preguntarle a la marca, a mi no, yo no lo contraté. Ustedes ya solo están debatiendo entre socialismo y capitalismo”, escribió.
De igual forma, estalló contra las personas que lo criticaron duramente: “Andan de doble moralistas sacando el cobre dándose golpes de pecho con principios y ética y sale su lado más clasista a relucir, eso no es de muchos principios y ética como tanto se jactan”.
Es probable que el usuario de X anuncie cuando por fin le entreguen los productos que adquirió, pues el precio que vio en pantalla.
Qué pasó con los aretes de lujo
El joven adquirió los aretes con la intención de obsequiárselos a su madre como agradecimiento por financiar su educación universitaria. Tras detectar el error, Cartier intentó solucionar el impase ofreciendo a Rodrigo un reembolso por el monto pagado más una compensación que incluía una botella de champagne y un artículo de piel de la marca.
Sin embargo, Rodrigo se negó a aceptar esta oferta y en su lugar, optó por acudir a la PROFECO, buscando que se respetara el precio originalmente publicado y argumentando su derecho como consumidor bajo la ley mexicana.
La ley Federal del Consumidor en México establece que los proveedores deben respetar las condiciones bajo las cuales se ofrecieron o convenieron bienes y servicios, incluyendo precios, cantidades y calidad, sin negarlos injustamente a ningún consumidor. En este caso, la discrepancia entre el precio real y el precio publicado de los aretes de Cartier ha puesto a prueba esta legislación.
Rodrigo ha enfrentado llamadas intimidantes de representantes de Cartier, quienes han intentado persuadirlo de desistir de su demanda.
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