El mano a mano entre Jorge Rial y Juan Martín Rago -tal el verdadero nombre de Jey Mammon- se grabó el jueves en el departamento del conductor de La Peña de Morfi, y se emitió al día siguiente en Argenzuela, por C5N. Sin su abogado, solo acompañado por una amiga, Mammon decidió por fin romper el silencio tras la denuncia en su contra por supuesto abuso sexual que hizo Lucas Benvenuto.
“Te agradezco a vos el voto de confianza -comenzó diciéndole Jey a Rial-. Te elegí porque no somos amigos. Te considero un periodista sagaz, profundo, capaz de ir al hueso, y de que vas a preguntar todo; la situación amerita. Lo pensé, no lo consulté con nadie; no quería sentarme con alguien que me vaya a cuidar. Quiero que me preguntes todo. Y necesito que seas vos el que me haga esas preguntas”.
“Quiero decirte también que el Clonazepam lo tengo encima; digo, porque hay muchos análisis de mis gestos, de mi manera de hablar, de actuar. Estoy pasando, probablemente, el peor momento de mi vida. Y lo que yo me meto en el cuerpo hace que lo esté transitando de la mejor manera posible, si se puede decir así”, comenzó detallando.
“Hay un análisis gestual, de si llora, no llora… Yo quiero contar cómo estoy porque hace una semana que no digo nada. Estoy en mi casa, acá, como me ves; mis amigos me visitan, me contienen, mi familia lo mismo. Estoy en shock, paralizado y tomo Clonazepam todo el tiempo porque es la manera que tengo de sobrellevar esta situación. Por supuesto: para la gente, como corresponde, esto no es lo más importante. Lo más importante es la charla, pero lo quería aclarar porque este es mi estado. Lo que se ve no es en el estado en el que estoy realmente”, afirmó Mammon.
La causa judicial
“¿Qué buscás con esta nota? Porque el camino judicial está cerrado. Tu causa prescribió, no podrías revertir judicialmente nada porque salió todo a tu favor. Entonces, ¿qué buscás?”, quiso saber Rial.
“Como bien decís: la causa no existe, porque judicialmente no hay un tema. El comunicado es mío, pero no soy yo el que habla: son términos técnicos, son palabras de abogados, si se quiere. La gente que me conoce sabe que yo no hablo así. Y a la vez existe, no sé si necesidad, no sé si es presión, pero hay que decir algo, hay que salir… Así como me ves sentado, yo creo que estoy así desde el primer día: sentado, tirado o abatido. Y el comunicado era una manera de ‘algo hay que hacer’. Lo que necesito hacer, desde el primer día, es lo que estoy haciendo ahora con vos. Desde el momento cero no lo pude hacer, ahora siento que lo puedo hacer. Me está costando un huevo. Pero es esto lo que tengo que hacer, lo que necesito. ¿Qué busco? No sé si lo busco: lo necesito. Yo necesito gritar a los cuatro vientos no mi verdad, la verdad. Cualquiera del otro lado puede decir: ‘Es tu verdad’. Pero yo tengo que decir que es la verdad, porque hay una verdad”.
Quién fue Lucas en su vida
“Te podría decir qué fue y qué es Lucas. Para mí fue un vínculo amoroso, hermoso. Digo vínculo porque una cosa es cuando vos tenés una relación. No sé si se entiende la diferencia entre relación y vínculo; yo entiendo que la hay. Yo tomo la palabra vínculo como cuando vos te ves con una persona, pasa esporádicamente el vínculo. A veces los vínculos son más fuertes que las relaciones. Creo que fue un vínculo fuerte con él, por eso fue lindo, implicó que hasta le componga una canción. Me animó que fue una de las pocas canciones de amor que compuse. Por eso digo que fue un vínculo hermoso. Hoy, representa otra cosa”.
La edad de Lucas
“Es el gran punto, y desde ahí tendríamos que haber empezado la charla. Pido disculpas porque la charla tiene que arrancar acá. En la denuncia que él hace dice que me conoce cuando tenía 14 años. Quiero decirlo con palabras propias y exactas para que se entienda: él dice que a los 14 años un hombre lo entrega a mí; yo lo violo, lo drogo, lo llevo a mi casa, en la cama está vestido, a la mañana siguiente aparece desnudo, con rasguñones, etcétera. Yo no puedo eludir esto porque mi necesidad de gritar a los cuatro vientos es negar rotundamente esta atrocidad. Primero y principal, a Lucas lo conocí cuando él tenía 16 años. Él dice que yo lo conocí cuando tenía 14, en ese contexto. Te lo digo porque cuando vos desmenuzás la causa, dice que lo vuelvo a ver con sus 14 y que por tercera vez lo vuelvo a ver en una fiesta en el barrio de Congreso, donde yo presento mi personaje Estelita y él seguía teniendo 14”.
“No tengo idea cuándo inicié la relación con Lucas. Para mí, lo significativo del tema es: no fue a los 16, lo conocí a los 16. Si fue a los 17 o a los 18, a mucha gente, poca o lo que sea, le va a cambiar la cabeza en dos segundos. Yo necesito que en la denuncia quede de manifiesto que no ocurrió: no hay pruebas porque no ocurrió. Porque él dice: ‘Voy a presentar pruebas’. En la causa no presentó pruebas. Las pruebas que él pudo presentar, no las presentó. El mismo abogado que lo acompañó en todas las otras causas anteriores, en esta causa no lo acompañó. No hago ninguna reflexión al respecto, es descriptivo. No lo estoy cuestionando en absoluto”.
“Él va cambiando las edades todo el tiempo: que 15, que 17, que 16… Él hablaba de mí, pero siempre con incógnitas. También se están viralizando cosas en las que él habla de otros famosos. Hay capturas de sus redes sociales donde nombra famosos. Con esto no estoy dudando de su credibilidad; todo esto es descriptivo, está. Creo en las víctimas, lo respeto…”.
La fiesta en la que se conocieron
“Fue en el 2009. En ese año, Lucas tenía 16 años. De esto tenemos manera de testificarlo: hay testigos, hay videos. Hay un link en Youtube de esta fiesta. En la denuncia, que yo en su momento no miré en profundidad, cuando se presenta la denuncia en 2020, mi papá estaba internado y se estaba muriendo. Primero él da indicios en redes sociales de que algo iba a hacer. Y presenta la denuncia formal y a mí me lo dice Fernando Burlando -su abogado- porque en realidad no me anoticiaron de la denuncia. Entonces, yo lo único que sé de parte de Fernando es que hay una denuncia de Lucas Benvenuto, que dice que a los 14 años estuvo conmigo. Yo le digo: ‘No, Fernando, yo nunca estuve con Lucas a los 14′. ¿A mi qué carajo me importa la prescripción? Yo no estuve con un chico de 14 años. Y Burlando me dice: ‘Ocupate de tu papá que se está muriendo’. En ese momento empezaba mi programa Los Mammones, mi papá se estaba muriendo y estaba recibiendo esta causa”.
“Hacía por streaming un programa de radio para la comunidad del colectivo LGBT, desde mi casa en Once. Pensemos que esto fue hace 14 años. El Jey Mammon de hace algunas semanas no era el de hace 14 años. Vivía en el barrio del Once, hacía un programa por Internet que era mi manera de comunicarme, hacía streaming, presento a Estelita. Viene esta pareja con Lucas, chicos de 22, 23 años. No un señor, porque él en la causa asegura que años atrás, cuando tenía 14, un señor me lo entrega y dice: ‘A él, que le gustan los nenitos’. Va con dos personas a la fiesta y yo, así como los vi, intercambié palabras como con un montón de gente. En esa fiesta desfilaban chicos, estaba Natacha Jaitt, a la cual le agradecí de por vida porque cuando no me conocía nadie, ella y Jorge Ibañez me daban manos en estos espacios under y uno hacía lo que podía. Ese encuentro lo hacía para juntar a los que me escuchaban, de eso se trataba”.
“Era una barbaridad que un pibe de 16 estuviera ahí. Eso fue hace 14 años. Primero, no eran todos chicos de 16. Pero que entre un pibe de 16 a una fiesta… No voy a repetir lo que escuché en televisión, pero una fiesta, donde hay música, que entró un chico que pudo haber entrado con un documento adulterado, ¿era normal? ¿Hace 14 años podía pasar? ¿Estamos discutiendo eso ahora?”.
“La persona que aquella noche fue con él me escribió hace unos días y me dijo: ‘No puedo creer lo que te está haciendo’. Ese mensaje me lo mandó él, en relación a lo que está haciendo Lucas. No solo eso, también me dijo por teléfono: ‘te voy a contar algo, cuando él antes de hacer la denuncia que hizo, me escribió por Instagram y me puso: ¿te acordás cuando yo tenía 14 años y estaba con Jey?’. No sé qué más le dijo, pero sí le dijo lo de los 14 y qué sé yo. Él le dijo: ‘no es así lo que me estás diciendo, Lucas’. ¿Lucas qué hizo? Lo bloqueó. Esto es importante decirlo”.
Lucas y el presente
“Para mí hoy, Lucas es un chico que es una víctima de una historia que yo ahora estoy dilucidando y es tremenda”.
“Yo soy abanderado de esto que hoy todos decimos ‘yo le creo a la víctima’. Entonces cuando sale una historia de estas, yo le creo a la victima. No me pongo en contra de ningún periodista o quien sea que le crea a la víctima, porque yo siempre fui así. Ahora a mí me está pasando esto y tengo que decirlo. Empatizo en que es un chico que para mí, la vida lo rompió todo. La sociedad lo rompió todo. La sociedad es la gente que le hizo daño, la justicia que le dio vuelta la espalda. Porque él dice: la prescripción es la historia de mi vida. En mi caso, es por un hecho que nunca sucedió.
El último contacto con Lucas
“¿Sentís que sos parte de la vida que lo hizo pedazos?”, le preguntó Rial. Su respuesta fue contundente: “No, en absoluto. ¿Sabés por qué? Primero, porque lo que él cuenta… yo no quiero decir que él miente, me cuesta decir que es un mentiroso. Una persona que vivió lo que vivió. Lo escuché a él decir en una nota: ‘se me confunden los hechos, los días, los datos, las personas’. Claramente una persona que vivió lo que vivió en su vida, no está parado en el mismo lugar en el que estamos parados nosotros. El vínculo con él duró hasta que tuvo 25, 26 años. En este teléfono, por boludo o lo que sea, guardo todo, tengo toda mi historia de amor con él. Incluido el último mensaje que me manda. Yo no me acuerdo si estaba en el Bailando o fue después. Lucas me dice: ‘¿no me vas a contestar más los mensajes?’. Yo ya estaba de novio”.
“Esto fue en el 2019, un año antes de la denuncia. Es un mensaje de audio. No lo voy a mostrar porque lo respeto. Aunque te parezca mentira, sigo empatizando con su historia. El audio dice: ‘Yo no soy de esas personas que van a ir a la televisión a decir estuve con Jey Mammón’. No me dice ‘me violaste, me drogaste, abusaste de mí, tenía 14 años’. En ningún momento me dice eso. ‘Yo sé que sos un tipo ansioso, que te pasan esas cosas, yo te conozco bien, no tengas miedo, no lo voy a hacer, quedate tranquilo, yo no voy a ir a la tv a decir esto’. Acto seguido, me bloquea, no le pude contestar. Estaba haciendo radio y no sé si fue por mi personalidad o qué, pero yo me fui a vomitar”.
“Tuve miedo (al recibir el mensaje). Lo conocí a los 16 años. Empecé a salir con él… qué sé yo, ¿a los 17, a los 18? Fue hace 14 años, no lo recuerdo. Pero en definitiva, el punto central es que hace 14 años ser puto era vivir en la marginalidad total. No me estoy justificando en absoluto”.
La condena social
“Se está instalando que yo salía con él a sus 16 y en definitiva, si fue a los 17, a los 16, a los 18, acá el eje es que hay una denuncia de que cuando él tenía 14 años yo lo violé. ¿Se puede identificar esto? Saquemonos la careta, se lo digo a la gente que de repente… en definitiva si alguien necesita ver el número 18, discutamoslo en un debate moral. Esto fue hace 14 años. Esto no es motivo de justificación, pero es un debate moral. Absolutamente moral. Si estamos hablando del día de hoy, primero que yo hoy no tengo la edad que tenía hace 14 años, no es la sociedad de hace 14 años, la ley también afortunadamente cambió, no es la misma que hace 14 años. ¿Ese es el debate o el debate es que yo me estoy comiendo una condena social por una denuncia de violación, drogar, abusar, de un nene de 14 años? Mis sobrinos me escribieron para decirme: tío, esto es una locura. ¿Qué pasa si yo quiero tener hijos? ¿Podemos hablar de esto también? Si yo quisiera adoptar un pibe, con todo esto, ¿podría?”.
“Si vos me preguntás cuándo arrancó ese vínculo o relación, con honestidad total te digo que no lo sé. Pero sí te puedo asegurar que yo lo conocí esa noche, que esa noche yo no me fui con él, estos chicos que estaban con él lo pueden testificar. Después pasó un tiempo y lo volví a ver y podría tener 17 o tener 18. Si yo estoy crucificado, porque estoy crucificado, y no puedo salir de mi casa porque está lleno de gente en la puerta, hay prensa. Tampoco estoy rogando ir a trabajar, yo no sé si voy a volver a ser el mismo, Pero si es por eso, por esto que estamos hablando, a mí me parece que estamos frente a un debate equivocado. Yo lo que necesito, porque es una necesidad, es que quede claro, clarísimo, que yo no violé ni drogué ni abusé de un nene de 14 años. Las razones por las cuáles él hizo esa denuncia falsa, las desconozco. Yo no voy a demandarlo a él ni a ir contra él porque te juro que entiendo su historia. La entiendo. Lo que no puedo entender es por qué me está causando este daño. No él, sino la circunstacias de la vida que lo llevaron a hacer lo que me está haciendo”.
“Yo puedo decirte que no recuerdo si tenía 17 o 18. Si te digo que tenía 18, ¿terminamos la discusión acá? Judicialmente la discusión está terminada, no hay nada más que hablar. Pero socialmente, ¿no es una discusión un poco careta?”.
“A mi no me corran el eje, no me corran el eje. A mí me están denunciando de algo tremendo, me están cancelando por algo tremendo y eso es lo que me está matando. Me están asesinando 24/7 en la televisión con la excusa de cuántos años tenía”.
“Para los que dicen: ‘Lo que más le importa es la opinión pública y no la Justicia’. No. A mí me importa decir las cosas cómo fueron y cómo son. Por eso vuelvo una vez más a lo mismo y que quede claro: yo no violé, no abusé, no drogué, no engañé, yo no recibí a alguien que me entregaron, a un nene de 14 años. No pasó, no pasó”.
“No puedo soportar que sigan repitiendo y repitiendo y repitiendo que porque proscribió, sucedió. Tu frase textual cuando te vi en televisión fue: ‘Que haya prescrito no quiere decir que no haya pasado, esto pasó'. Te vi en la tele decirlo. Apagué la tele y dije: ‘La concha de la lora, esto se terminó. Si lo dice Rial en la tele…’. Ahora, ¿cuál es el debate? ¿Ese, o cuántos años tenía cuando arranqué una relación con una persona, en la cual nos amamos, nos cuidamos y nos quisimos? ¿Cuál es el debate? No tengo nada contra Lucas. Si dije que quiero juicio a la verdad es porque no soporto que digan lo que están diciendo. No soporto esto. Pero, ¿te digo la verdad? No quiero nada de eso”.
“No estoy enojado con los medios, no tengo idea cuándo inicié la relación con Lucas. Para mí en este momento, lo significativo del tema, si fue a los 17 o a los 18, estamos hablando de un dígito que a la gente, mucha o poca, le va a cambiar la cabeza en dos segundos”.
Su futuro y los medios
“No quiero pertenecer a la televisión. Si la tevé es esto, no. A los que dicen: ‘Esto lo hace porque quiere volver a la televisión’. Si la televisión es esto, ni en pedo”.
“Esto pasó hace 14 años. Cuando estaba de gira o lo que sea… Hay un tuit que dice: ‘Soñé que garchaba con mi ex, Lucas’. Y dicen: ‘¡Hagan captura antes de que lo borre!’. A la fecha del tuit, la cuenta la hizo mi sobrino, que me mandó un mensaje y me dice: ‘Lucas tenía 19 años en la fecha del tuit’. Yo vi que en un programa dicen: ‘Ah, habla de Lucas, habla de él’. ¿Se puede seriamente hacer ese análisis en un programa de televisión? ¿Se puede hacer mierda a una persona de esa manera en televisión?”.
“Yo no estoy enojado con el medio. Sí me molesta el tratamiento del tema de ciertas personas, que no es lo mismo. No voy a juzgar a nadie porque no sé que hubiera hecho si esto le pasa a un amigo. Es más: les pediría a todos que no se metan, ni para bien ni para mal, que se corran. Una cosa son los que hablan al aire, para bien o para mal; otra cosa es lo que pasa acá (señala su celular). Pero esto no es un Boca-River: ‘Yo le creo Lucas’, ‘Yo le creo a Jey’. Tomémonos el tema en serio. Ahora, yo prendo la tele y la apago al toque, pero si la prendo, están hablando de mí todo el día. Y eso sí me parece careta. La destrucción masiva, por un lado, la presunción de inocencia, más allá de que la causa no existe, frente al escarnio público, no existe, me están matando… y están pasando cosas tremendas. Cuando hablan del tema (Marcelo) Corazza, el graph es Jey Mammón. Pero no hay ninguna relación entre las dos cosas”.
La acusación pública
“Si algún perito psiquiátrico me quiero hacer un perfil para ver si soy un violador en potencia, que vengan a hacérmelo; acá estoy. Que venga un perito que yo no conozca, que me odie: que me saque el perfil a ver si soy un violador. ¿No son reincidentes los violadores? Iba a entrar en una que no sé si entrar… Yo he trabajado muchos años en espacios donde nunca, jamás, en la puta vida, no solo nadie ha dicho: ‘Che, tuve un problema con esta persona…’. Sino que además estoy recibiendo mensajes de exalumnos que si yo te los mostrara, no paro de llorar al ver o escuchar sus mensajes”.
Si sos víctima de violencia familiar o sexual, o sabés de alguien que lo sea, llamá a la línea 137. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año.
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