“El gran problema de las cadenas de valor ahora es el ‘pricing’. Antes los precios reflejaban cierta cobertura porque no sabíamos que iba a pasar con el dólar y las elecciones. Ahora tenemos el diario del lunes y, además de cubrirnos, también tenemos que tener en cuenta que el consumo se planchó completamente”, dijo a Infobae un referente del Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Esa afirmación resume uno de los efectos del “sinceramiento” de precios en el que avanzó el Gobierno de Javier Milei desde la devaluación de diciembre y la liberalización de controles sobre la economía. En ese proceso se encuentran el aumento de las tarifas de electricidad, el impuesto PAIS del 17,5% para las importaciones y un tipo de cambio que consideran “no es competitivo” para la industria exportadora.
Además, por la retracción de las ventas en el mundo empresario advirtieron que se aceleraron los despidos y las suspensiones debido a una producción mostrará caídas en 2024. Como es de esperar, los más perjudicados son las pymes y los pequeños comercios que tienen menor espalda para soportar el costo del ajuste.
Todo tipo de incremento en la electricidad es una suba de su costo operativo y, por lo tanto, incide en el precio de venta (Savore)
Es en ese proceso que el “pricing”, o fijación de precios en los productos y servicios de las empresas, será fundamental en los tiempos que vienen. Para los negocios más pequeños eso puede definirse como cintura comercial o promociones al público.
El vicepresidente de la Confederación Nacional de Almaceneros, Fernando Savore, afirmó que todo tipo de incremento en la electricidad es una suba de su costo operativo y, por lo tanto, incide en el precio de venta. Esa ecuación saltó del 17% al 19% en los últimos seis meses. Para el bolsillo de los consumidores, eso es más inflación.
Los comerciantes pequeños y las pyme industriales recibirán desde marzo boletas de luz con aumentos de hasta 300% respecto a lo que habían pagado el mes anterior. “En el caso de los almacenes, la luz es un insumo fundamental porque vendemos muchos productos que necesitan frío como lácteos, carnes, gaseosas; es mayor a lo que esperábamos. Esto lo tenemos que resolver con cintura comercial: buscar ofertas en mayoristas y poner promociones en las góndolas”, comentó Savore.
El almacenero destacó que ese aumento en el costo operativo se da en medio de una fuerte caída del consumo. “En enero teníamos estimado para Buenos Aires una caída del 40% en las ventas, porque suele ser un período en el que mucha gente se va de vacaciones. Al final fue del 15% pero mucha gente se quedó; febrero venimos con una baja del 25% y marzo va a ser malo porque hay mucho gasto para el comienzo de las clases, la vuelta de las vacaciones y la inflación”, explicó Savore.
Por el impacto de los aumentos en la energía los precios en góndola podrían sufrir un 30% de suba (Rosato)
El presidente de la asociación Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, advirtió que por el impacto de los aumentos en la energía los precios en góndola podrían sufrir un 30% de suba. “Provocará un círculo vicioso, que redundará en caída del consumo, pérdida de empleos, inflación y destrucción de fábricas”, sostuvo.
Al explicar las consecuencias del incremento sostuvo que “habrá más inflación, el dólar atrasado genera problemas en el comercio exterior, y la crisis del mercado interno, por caída de poder adquisitivo y la producción, agravará la situación de los trabajadores, y otra vez, pegará en el consumo”.
Es en ese marco que la demanda comenzó a migrar hacia productos más baratos y eso se nota a la hora de programar la producción. “En nuestra fábrica de papel higiénico comenzamos a ver que ahora se venden mucho más los rollos de 40 metros y mucho menos los de 80 m, por ejemplo”, contó Rosato.
Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba) contó a Infobae: “El problema se viene notando desde hace tiempo” pero añadió que “las dificultades que enfrentan las pyme se profundizaron en el último mes”.
Las dificultades que enfrentan las pyme se profundizaron en el último mes (Rappallini)
El representante industrial dijo que “es necesario acomodar las variables macroeconómicas para retomar la actividad” y remarcó la urgencia de “recomponer el mercado interno”.
El último informe presentado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) resulta preocupante. Las ventas minoristas de enero cayeron, en términos interanuales, 28,5%. Si se comparan con el último mes del año pasado, la reducción fue del 6,4% desestacionalizado.
El relevamiento de CAME arrojó que los consumidores se ajustaron y realizaron compras más cuidadosas, priorizando lo urgente. Para la mayoría de los comerciantes, enero fue un mes perdido. Desde la entidad afirmaron: “La inflación hace perder rentabilidad a las pymes y la baja demanda encuentra a las pequeñas y medianas empresas en una situación económica y financiera muy débil”.
Si bien hubo una caída en todos los rubros, Alimentos y Bebidas fue uno de los que más disminuyó y se contrajo un 37,1 por ciento.
Contracción fabril
La UIA prepara un informe en el que se va a reflejar la fortísima caída de la producción en enero, que puede estar en la zona del 20% interanual, algo que puede inferirse a partir de los primeros informes sectoriales y los datos de recaudación.
Desde la entidad enumeraron que el rubro de minerales no metálicos se desplomó 25%, los textiles 30%, alimentos y bebidas otro 15% en la comparación contra el mismo mes del año pasado. Los sectores más vinculados al mercado internacional, como hidrocarburos o automotriz, pueden tener algo más de aire.
El Gobierno proyecta a que el peor momento de la crisis se verá en mayo-abril y que la economía tendrá un “fuerte” rebote a partir de ese momento impulsada por las exportaciones, la inversión y una mayor estabilidad de la macroeconomía. Si la estabilización es exitosa la caída del PBI podría estar en torno al 3% en 2024, aunque los riesgos de que eso no sea así son altos, y por eso las empresas ponen la lupa sobre sus costos, para no excederse con la suba de los precios de sus productos y servicios.
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