El empleo informal sigue avanzando en el sector asalariado y en algunas actividades económicas parece no tener freno. Según el informe más reciente de “cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra” publicado por el Indec, al cuarto trimestre del 2022 había 16.646.000 trabajadores asalariados en el país, de los cuales 11.033.000 estaban en blanco y 5.613 -el 33,7%- en negro.
Ese valor representa un empeoramiento de 2,1 puntos porcentuales respecto a la informalidad que existía un año atrás, cuando de 15.769.000 empleados, 10.791.000 eran formales y 4.978.000 informales (31,6% del total).
No obstante, no todas las actividades económicas se comportaron de la misma manera. En algunas el nivel de informalidad empeoró más de 6 puntos, mientras que en otras cayó de forma considerable.
Las actividades “en negro”
En el balance del último año se pueden encontrar algunas actividades que incrementaron el número de trabajadores, como el sector hotelero, y otros que tuvieron más bajas que altas, como la agroindustria. En este caso, sin embargo, conviene analizar únicamente qué proporción de trabajadores formales e informales existe en cada caso, independientemente de si sumaron o restaron personal.
En este sentido, hay cuatro actividades económicas que se destacaron en el último año por su incremento en los niveles de informalidad. En el que más se agravó la situación fue en el rubro denominado “otras actividades de servicios comunitarios”, donde están incluidos por ejemplo los rubros de eliminación de desperdicios, servicios de organizaciones empresariales y servicios culturales, deportivos y de esparcimiento. Ese sector tenía un nivel de informalidad del 42,7% en el cuarto trimestre del 2021 y aumentó al 50,1% en el 2022 (7,39 puntos porcentuales más).
Empeoró mucho también el nivel de informalidad de los “servicios sociales y de salud”. En 2021 el 24,2% de los asalariados de esa rama de actividad no estaban registrados y ahora la proporción de empleados no formales alcanza el 31,1%. Si bien no es uno de los rubros más informales del mercado laboral, llamó la atención el mal resultado del último año.
Se destacó también el caso particular de la rama de “hogares privados con sector doméstico”, donde la informalidad avanzó 3,8 puntos porcentuales, pasando de 66,5% en el cuarto trimestre del 2021 a 70,4% en igual período del 2022. Ese es además el sector con nivel de informalidad más alto, apenas por arriba de la agricultura (66,4%).
Fue similar el resultado del sector de “transporte y comunicaciones”. A finales de 2021 el 31.4% de los asalariados de esa rama de actividad trabajaba en negro; un año más tarde, el nivel de informalidad había ascendido a 34,8% (3,4 puntos más).
En contraparte, hubo tres ramas de actividades que sobresalieron por la caída en los niveles de informalidad laboral. El de mejor resultado fue el sector de la “pesca”, que pasó de tener un 12,5% de trabajadores “no registrados” a solo un 6,7% de empleados informales (5,83 puntos porcentuales menos).
Es parecido el presente de la “explotación de minas y canteras”. De acuerdo a los datos publicados por Nación, en el cuarto trimestre del año pasado el 15,4% de los trabajadores de esa rama no tenían aportes jubilatorios. Un año más tarde, ese porcentaje bajó a 12,1% (- 3,24 puntos porcentuales).
Mejoró también la realidad del sector de “hoteles y restaurantes”, aunque a diferencia de los otros dos rubros mencionados, sus niveles de informalidad siguen siendo altos. En detalle, en los últimos meses del 2021 eran empleados “no formales” el 50,4% de los trabajadores de ese sector y hoy se encuentran en esa condición el 46,6% de los trabajadores.
Incertidumbre y nivel de actividad
Para entender por qué en algunos sectores cayeron los niveles de informalidad laboral y en otros crecieron de forma considerable, hay que tomar en cuenta diferentes factores. Por un lado, Nuria Susmel, economista de FIEL, explicó que el empeoramiento general y de algunos rubros en particular, tiene una estrecha relación con los elevados niveles de incertidumbre que hay en la actualidad.
“Las empresas están contratando, pero intentan atarse lo menos posible a las relaciones laborales, porque no saben qué pasará con la economía. Por eso dan empleo, pero no quieren una relación formal”, comentó la especialista.
“A eso se suma la alta carga impositiva, tanto a nivel general como en la parte laboral en particular. Ese alto costo está siempre, pero cuando se le agrega incertidumbre, el resultado es siempre el mismo, crece la informalidad”, sostuvo la especialista.
En ese contexto, señaló Susmel, se vuelcan por la informalidad los sectores que son “menos visibles” o están menos controlados por las autoridades nacionales. “Hay sectores en los que es muy difícil detectar la informalidad, como el servicio doméstico. Es por eso que son los primeros en caer en el empleo en negro ante escenarios como el que tenemos hoy”, advirtió.
También compartió su opinión el economista Sebastián Laza, quien sostuvo que los sectores a los que les va bien durante un período de tiempo relativamente prolongado, tienden a bajar la informalidad. “Por el contrario, los que están en crisis, sintiendo una recesión y achicándose, tienden a aumentar la informalidad. Pasa lo mismo en los sectores con demanda inestable”, remarcó.
“En este caso se ven por ejemplo mejoras en sectores como turismo, que viene teniendo una fuerte recuperación y el rubro de minas y canteras, que está creciendo fuerte en litio, cobre y crudo. Por el contrario, en el servicio doméstico la situación está empeorando, porque en las casas es donde más se está sintiendo la crisis y el achique de ingresos”, cerró el economista.
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