La consultora Focus Market, especializada en consumo, elaboró un informe a través de Scanntech (lector de código en 1.000 puntos de venta) donde demostró cómo afecta la inflación en la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos y cómo se encareció el acceso a productos indispensables de la canasta básica.
El estudio determinó cuántos productos se podían comprar con 2.000 pesos -hoy el billete de máxima denominación- en 2008, y cuántos se adquieren con el mismo billete en 2023. También proyectó el valor del billete que deberíamos tener hoy para comprar los mismos productos que en 2008.
Como hace Emiliano “Dibu” Martínez, el arquero de la selección argentina, ante los ejecutores de penales, la inflación bien podría decirle a cualquier billete argentino, incluido el de $2.000, “mirá que te como”. Y tendría razón.
“Desde su nacimiento en 2017 hasta ahora, el billete de $1.000, para tener el mismo valor de compra, debería ser de $16.000, por lo cual el actual valor del billete de $2.000 debería ser de $32.000. Desde que se anunció el lanzamiento del billete de $2.000 a comienzos de año hasta hoy, para que no haya perdido su valor real debería ser de $3.500. Vivimos de nominalidad en nuestra economía, y el verdadero valor de la producción, el comercio y trabajo de los argentinos se está deteriorando profundamente”, detalló Damián Di Pace, director de Focus Market.
Por ejemplo, en 2008 la capacidad de consumo de 2.000 pesos permitía comprar 800 paquetes de azúcar de un kilo. Sin embargo salir de compras hoy con el mismo monto no llega a adquirir tres paquetes, ya que con $2.000 compramos 2,5 paquetes de azúcar.
Por otro lado, si hoy quisiéramos comprar los 800 paquetes de azúcar por kilo que comprábamos en 2008 con esos 2.000 pesos, necesitaríamos un billete de 649.600 pesos.
“Ya han pasado 15 años y la destrucción de nuestra moneda ha sido producto de una maquinaria de gasto público financiado con emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal. La relación es que cuanto menos le cerraron las cuentas al Estado menos aún le han cerrado a los Argentinos por doble vía: con más inflación y más impuestos deteriorando su calidad de vida y bienestar a lo largo del tiempo. Hoy la moneda está en discusión por que el futuro del poder adquisitivo del dinero está proyectando una futura estructura de precios al alza con un cuadro macroeconómico que en las últimas décadas no logró resolverse y actualmente está en estado crítico. El pasado forma nuestra idea sobre que el valor futuro de nuestra moneda estará en caída”, señaló Di Pace.
En el caso de la leche entera por un litro, en 2008 comprábamos 690 sachets con $2.000, mientras que en 2023 compramos apenas cinco leches (4,6).
Si hoy quisiéramos comprar la misma cantidad de sachets de leche que comprábamos en 2008 con 2.000 pesos, necesitaríamos un billete de nada menos que 300.000 pesos.
Como vemos a continuación, en 2008 con $2.000, comprábamos 635 botellas de 2 litros de agua mineral, y en cambio hoy adquirimos con el flamante billete de 2.000 solo 4,9 botellas. En el mismo sentido, si hoy quisiéramos comprar las 635 botellas de agua mineral por 2 litros que comprábamos en 2008 con aquellos 2.000 pesos, necesitaríamos un billete de 260.350 pesos.
En el caso de un producto tan habitual para los argentinos como es la yerba mate, se tomó en este caso el paquete de un kilo: en 2008 con $2.000 podíamos acceder a 606 paquetes y hoy, con el mismo importe, se llega a solo 2,6 paquetes.
Y si en 2008 nos alcanzaban 2.000 pesos para comprar 606 paquetes, hoy necesitamos para acceder a la misma cantidad de paquetes un billete de 460.560 pesos.
Otro producto esencial para la cocina argentina como es el aceite de girasol por 1,5 litro, con $2.000 en 2008 nos daban 202 botellas, mientras que en 2023 no llegamos a comprar con ese importe 2 botellas (1,7 botellas).
Si hoy quisiéramos comprar 202 botellas de aceite de girasol por 1,5 litro -que en 2008 comprábamos con aquellos $2.000- necesitaríamos un billete de 239.168 pesos.
Asimismo, en 2008 comprábamos con $2.000 unos 364 paquetes de papel higiénico , tomando en cuenta los pack de 6 unidades por 30 metros. En 2023 solo compramos solo 2,6 paquetes del mismo producto.
Y si hoy quisiéramos comprar la misma cantidad de paquetes de papel higiénico que comprábamos en 2008 con $2.000, necesitaríamos un billete de 285.000 pesos.
“Desde el año 2007 a la fecha, el gobierno nacional perdió dos capitales de gestión que fueron baluarte de la primera gestión de Néstor Kirchner, como era el superávit fiscal y comercial. A partir de ese año ese patrimonio que mantenían en pie las cuentas, con una inflación de un dígito, mercado cambiario estable y economía en crecimiento sostenido, comenzó a perderse. Han pasado ya 16 años de aquel tiempo y no se ha podido revertir el deterioro de nuestra economía en forma constante a lo largo del acumulado de todo el período. Hoy nuestra moneda refleja el deterioro de las cuentas ‘macro’ del Estado, en las cuentas ‘micro’ de la gente”, señaló Di Pace.
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