La Secretaría de Comercio iniciará desde la semana pasada una ronda de reuniones con un grupo amplio de empresas que tienen acuerdos de precios vigentes para reajustar cuestiones elementales de ese programa, desde el nivel de cumplimiento y abastecimiento hasta pedidos de dólares a precio oficial para importaciones. Será tras el dato de inflación de febrero, con un 6,6% mensual que fue más alto de lo esperado por el mercado.
En los despachos oficiales aseguran que no está en los planes modificar las condiciones de la etapa actual de Precios Justos, que implica un incremento de valores mensual de 3,2% para una canasta de más de 40 mil bienes, junto con una canasta más acotada de precios fijos. El IPC de febrero dejó muy desfasada la pauta de subas mensuales firmada por las empresas de consumo masivo, aunque en el Gobierno se atajan.
“No tenemos una fila de empresas pidiendo salir del programa”, se defendió un funcionario del equipo económico. Y asegura que los problemas de aumentos de costos desbocados que puedan tener las empresas que participan de Precios Justos podrían estar más relacionadas, eventualmente, a una aceleración del ritmo de suba del dólar oficial que habilite el Banco Central.
Eso sucede porque los insumos importados son pagados, en la medida que el sistema SIRA los habilite, con divisas a precio oficial. De hecho, una de las razones que puede explicar la necesidad de las empresas de permanecer en los acuerdos de precios sea, precisamente, que el formar parte les da posibilidades de contar con habilitaciones en el SIRA. De acuerdo a datos oficiales, las compañías que forman parte de Precios Justos accedieron en cuatro meses a USD 3.500 millones para pagar importaciones.
Con todo, la cuestión del ritmo de habilitación de acceso a divisas y los niveles de mayor o menor cumplimiento de las condiciones del programa será tratado desde la semana que viene en reuniones entre la Secretaría de Comercio y firmas que hayan ingresado al programa. No solo incluirá a consumo masivo, sino a otros como calzado o indumentaria, otro sector que tuvo algunos de los incrementos de precios más marcados de los últimos meses.
Según explicaron fuentes oficiales, se tratará de distintas “mesas sectoriales” con agenda específica para cada rubro y de la que participarán las subsecretarías de Comercio Interior, Comercio Exterior y de Defensa de los Derechos de los Consumidores. “Vamos a repasar cómo está la situación de importaciones, lo que piden, lo que tienen autorizado, lo que tienen autorizado y no está nacionalizado, el nivel de cumplimiento. Van a estar todas las empresas que tengan programas vigentes”, anticiparon desde un despacho oficial.
Hubo un par de datos, luego de conocido el IPC de febrero, que encendieron algunas alarmas en Comercio. Por un lado, detectaron que un grupo de bienes que dejó de estar en el radar de la secretaría -ya que uno de los consensos fue eliminar algunos productos de las pautas de incremento controlado- tuvieron un incremento de 9 por ciento solo en febrero.
Y, por otro, que en términos generales, al observar el acumulado de los cuatro meses que transcurrieron de Precios Justos, los valores tuvieron una variación de 18,4%, cuando en los despachos involucrados en las conversaciones con las empresas proyectaban un 16,7 por ciento.
La Secretaría de Comercio cuenta con un sistema que procesa microdatos de incrementos de precios, de manera diaria, de unos 12 mil productos a nivel nacional. Uno de los números que observaron es que, desde el 28 de febrero hasta este miércoles, la inflación acumulada de alimentos y bebidas ronda el 2,9 por ciento, mientras a esa altura del mes anterior era de 4,4 por ciento. Para darle más fuerza, señalan que algunas estimaciones privadas registran un número similar.
Una medición de LCG, que realiza seguimientos semanales de variación de precios, consideró que “en la tercera semana de marzo la suba de precios de los alimentos promedió 0,46%, desacelerando 0,41 puntos porcentuales respecto la semana anterior”. “El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 5% promedio en las últimas 4 semanas y 4,4% punta a punta en el mismo periodo. En lo que va del mes acumula un 2,7% de inflación”, midió LCG.
Otro elemento que en el equipo económico consideran central es la brecha entre el nivel de cumplimiento que hay en cadenas de supermercados, que tienen un esquema de control más aceitado con Comercio y el canal tradicional, de comercios de cercanía, almacenes y supermercados chinos. “En el canal tradicional las empresas te cagan”, definió con crudeza un funcionario.
Datos de la consultora Scentia muestran que las ventas de este último segmento -que representa un 65% del consumo de las familias- cayó casi 9% en febrero de forma interanual. En supermercados, por el contrario, creció 8,2 por ciento. Y el Indec, este jueves, dio a conocer el informe de ventas en grandes superficies comerciales. Al tomar el criterio de “tendencia ciclo” que da muestra de cuál es la película más allá de la foto mensual particular, el sector tiene números positivos de ventas desde mayo.
En los monitores diarios de precios con los que cuenta la secretaría que encabeza Matías Tombolini, un número sobresalía como una curiosidad, en una economía con un ritmo de suba de precios que ya superó el 100% interanual: en las últimas 24 horas el conjunto de productos alcanzados por sus sistemas, en todo el país, marcaba una variación de precios de 0,01 por ciento. La misma aplicación, automáticamente, calcula cuál sería la inflación anualizada si continuara ese número: 4,8 por ciento. Otro país.
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