Las mediciones iniciales del Ministerio de Economía les mostraron a los funcionarios técnicos que los precios, tras el pico de 12,7% en el índice de inflación de septiembre, avanzaron en los primeros días de octubre con un ritmo más lento, con una cadencia más parecida a la que tenía la inflación antes de la devaluación post PASO.
En el Palacio de Hacienda esperan que la fuerte suba de la tasa de interés (al 133% nominal anual) que propició el Banco Central contenga las expectativas pero no descartan, de todas formas, que haya incrementos “preventivos” por la última escalada de los dólares paralelos.
La lectura que hicieron en los despachos oficiales sobre el altísimo dato mensual de inflación de septiembre fue, a priori, que estuvo más influido por lo que sucedió en el interior del país que en el Área Metropolitana de Buenos Aires. La nueva aceleración de precios fue a contramano de lo que esperaba la mayor parte de las consultoras del mercado, que estimaban esa cifra en un rango de entre 11 y 12 por ciento.
En el Palacio de Hacienda esperan que la fuerte suba de la tasa de interés que propició el Banco Central contenga las expectativas pero no descartan, de todas formas, que haya incrementos “preventivos”
El IPC del noveno mes del año tuvo, afirman, un fuerte arrastre estadístico de la escalada de agosto, el mes en que se produjo la devaluación del tipo de cambio oficial. El Ministerio de Economía desarrollo, hasta hace poco solo como uso interno, una medición alternativa de inflación para conocer tendencias, pero tiene una metodología y fuentes de información muy distintas a las del Indec, lo que no hace comparables a ambos números.
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Este jueves en el Ministerio de Economía, minutos después de la difusión del IPC de septiembre, hicieron circular los números que recogió el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein en los últimos días. Solo en la primera semana de octubre hubo aumentos de 2,3%, lo que es explicado según los funcionarios porque siempre en las primeras semanas de cada mes el ajuste es más veloz que en el resto de las semanas. En las últimas cuatro, según Economía, el promedio de avance en los precios fue de 7,5%, lo que implicaría un recorte de ese ritmo a la mitad de lo que había sido la peor parte de agosto post devaluación, cuando aumentaban al 15 por ciento.
En ese sentido, en el Palacio de Hacienda aseveran que el impacto de esa suba del tipo de cambio oficial hasta 350 pesos el día después de las elecciones primarias ya completó su traslado a precios tras el 12,4% de agosto y 12,7% de septiembre. Queda por delante, como desafío mayor, que la última escalada de los dólares paralelos -en especial el libre- no impliquen otra presión adicional al ecosistema de precios.
“Por ahora no detectamos” que la corrida del dólar libre en lo que va de octubre que llevó a esa cotización por encima de los $1.000 esta semana, haya tenido un impacto mensurable en las mediciones del ministerio. “No detectamos ni desabastecimiento ni que se hayan disparados las listas”, se esperanzan en el Palacio de Hacienda. De todas formas, si se extendiera un clima de fuerte tensión cambiaria, reconocen que tarde o temprano el impacto en precios llegará.
“Si persistiera este clima seguramente va a terminar trasladando, pero no sabemos si ese clima va a estar cada vez peor o cada vez mejor. Esto es una suba de dólar blue, como indicador de que algo está pasando y puede llevar a conductas preventivas. Pero también puede estar más calmo y el efecto puede ser menor”, resumieron en las últimas horas desde un despacho cercana al del ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa.
Dentro de la limitada caja de herramientas con las que el Gobierno puede afrontar la corrida de los últimos días, el Banco Central activó este jueves una de ellas: una nueva suba de la tasa de interés de los plazos fijos. Si bien había trascendido, tras el IPC, que se elevaría hasta 145% nominal anual, la discusión en el directorio terminó por recortar ese reajuste hasta 133 por ciento. Lo que implicaría, así, un 11% efectivo anual para un plazo fijo a 30 días.
En las últimas cuatro, según Economía, el promedio en el ritmo de avance de los precios fue de 7,5%, lo que implicaría un recorte de ese ritmo a la mitad de lo que había sido la peor parte de agosto post devaluación
“Los indicadores de alta frecuencia continúan reflejando una desaceleración del ritmo de incremento del nivel general de precios desde el pico de la tercera semana de agosto, y sugieren que la inflación mensual mostraría una desaceleración significativa en octubre. La autoridad monetaria considera conveniente incrementar la estructura de tasas de interés de la economía para consolidar esta tendencia, acotar la volatilidad financiera observada durante el período electoral y favorecer la acumulación de reservas internacionales”, indicó el BCRA.
En el Palacio de Hacienda leyeron que “la tasa debería ayudar a bajar un poco el ruido” de los últimos días. “Los paralelos deberían estar más tranquilos”, consideraron y mencionaron que la política cambiaria seguirá, hasta mediados de noviembre, siendo la de sostener el tipo de cambio mayorista a $350 tras el reajuste post PASO.
“Está todo atado a la macroeconomía, si la situación fiscal mejora, si la situación cambiaria muestra baja en los paralelos puede ayudar a que la inflación baje, pero para el año que viene depende quién es el Gobierno, que va a hacer. Nosotros no vamos a hacer nada disruptivo”, concluyeron fuentes oficiales.
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