La Aduana realizó este fin de semana un decomiso récord en una zona caliente: un camión intentaba atravesar la Triple Frontera, que une a la Argentina con Brasil y Paraguay, con un cargamento de ketamina de 60 litros dentro de bidones.
El operativo realizado en el Paso Fronterizo Internacional Posadas – Encarnación resultó en la detención del conductor del vehículo, que se dirigía hacia Uruguay. Según calcularon fuentes de Aduana, el valor estimado de la droga secuestrada asciende a USD 622.500. Al chofer, un hombre de nacionalidad paraguaya, podría caberle una pena de 16 años de prisión.
El protocolo de ese paso fronterizo sostiene que la totalidad de los medios de transporte de cargas que ingresan a la Argentina deben ser controlados por medio de scanners. Tras una serie de imágenes que llamaron la atención de los agentes, el control físico del vehículo encontró una llamativa cantidad de bidones, en una variedad de tamaños.
Los inspectores de la Aduana consultaron al conductor qué traían esos contenedores. El chofer aseguró que sólo contenían agua para consumo personal. De todas formas, los agentes registraron que los envases no dejaban de ser curiosos: por un lado, varios no tenían marcas ni rótulos y, por otro, en general poseían tapa a rosca.
Los agentes aduaneros terminaron por abrir los bidones y detectaron de inmediato que emanaban un olor extraño, aunque sutil, y el agua no parecía cristalina. El puesto de control sometió el líquido a tests de campo y, en efecto, dieron positivo de ketamina, un tranquilizante de caballos con efecto alucinógeno en humanos. Aunque suele venderse como polvo, también se comercializa en forma líquida y está generalmente asociada a las fiestas electrónicas, indicó Aduana.
“Así, la Aduana dio aviso al Juzgado Federal de Posadas, a cargo de la Dra. María Verónica Skanata, quien instruyó el secuestro de los estupefacientes, la retención del medio de transporte y la detención del chofer. Se contabilizaron nada menos que 60 litros de la sustancia, cuyo valor estimado asciende a nada menos que USD 622.500. Por la maniobra delictiva, en el marco del artículo 866 del Código Aduanero, al chofer podría caberle una pena de 16 años de prisión”, indicó el fisco en un comunicado.
Drogas, armas, personas
El activismo y la inteligencia aduanera apunta en gran medida a evitar la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de importaciones, prácticas que florecen en mercados cambiarios como el actual, con amplias brechas cambiarias entre el dólar “oficial” y cotizaciones de tipo financiero. En ese cometido, sin embargo, la Aduana detectó últimamente una buena cantidad de operaciones asociadas al tráfico de drogas, de armas e incluso de personas.
Por caso, a mediados de abril en el paso de Uspallata, en Mendoza, controles de revisión de medios de transporte de importación permitieron detectar a dos personas de nacionalidad colombiana tapados con colchas entre el contenedor y la tapa del camión.
El martes pasado el Juzgado Federal de Gualeguaychú ordenó la incineración de los 2.072 kilos de marihuana que habían sido interceptadas en un camión que circulaba por la localidad con destino a la Ciudad de Buenos Aires. El chofer tenía documentación apócrifa. “Este procedimiento da un cierre definitivo a la causa y muestra de manera concreta los resultados de un procedimiento exitoso donde trabajaron de manera conjunto las fuerzas de seguridad, la Aduana-Afip y la Justicia Federal”, dijo entonces Guillermo Michel, el titular de la Aduana.
Y el jueves pasado la Aduana evitó el contrabando de municiones y armas de fuego en la “frontera seca” de Misiones, en procedimientos realizados en el marco de las facultades del artículo 123 del Código Aduanero, con la intervención de agentes especializados que secuestraron encomiendas en la localidad de Bernardo de Irigoyen. Equipos de rx determinaron que las encomiendas contenían municiones.
La posterior intervención del juez federal de Sáenz Peña, Ricardo Mianovich, quien autorizó la apertura, confirmó que se trataba de 250 cartuchos para escopetas calibre 20; 200 balas calibre 38; 100 balas calibre 32; 50 balas calibre 380, que fueron incautadas y puestas a disposición del juzgado.
El accionar de la Aduana en la “frontera seca” es estratégica, porque las condiciones geográficas facilitan el contrabando por pasos no habilitados. En ese caso, por ejemplo, se presume que el destino final de esta mercadería podía ser la República del Brasil. En marzo, además, la Aduana había detectado otros dos envíos de armas por $875.000 entre pistolas y municiones, valor que podría hasta triplicarse en el mercado ilegal.
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