Las importaciones de bienes retrocedieron 7% en julio en comparación con junio, en un mes en el que tuvo lugar, sobre los últimos días, la puesta en marcha de medidas que encarecieron el acceso a divisas para la compra de un grupo de bienes y servicios, algo que provocó el reclamo de las cámaras empresarias.
En el séptimo mes del año las importaciones habrían retrocedido, según cifras oficiales preliminares, a la zona de los USD 6.680 millones, lo que implicaría el segundo mes seguido de desaceleración en el ritmo importador. Desde el pico de mayo, que fue de unos USD 7.400 millones, el volumen mensual se contrajo unos USD 700 millones.
En la comparación interanual, por su parte, la diferencia fue de casi 20%, explicado de manera central por un desplome en la necesidad de importación de combustibles y lubricantes, que fueron en julio de este año un 61% más baja que en ese mes del año pasado. Eliminando de la cuenta a la energía y tomando el consideración el resto de los sectores, la caída fue mensual e interanual de 6% y 3%, respectivamente.
En el séptimo mes del año las importaciones habrían retrocedido, según cifras oficiales preliminares, a la zona de los USD 6.680 millones, lo que implicaría el segundo mes seguido de desaceleración en el ritmo importador
Al analizarlo por sectores, hubo menores importaciones en julio -comparado con junio- de vehículos automotores de pasajeros (-81%), combustibles y lubricantes (-11%), bienes intermedios (-8%), piezas y accesorios para bienes de capital (-6%), aseguran las cifras preliminares. Y en relación con el año pasado, cayeron con mayor notoriedad combustibles y lubricantes (-61%), vehículos automotores de pasajeros (-79%) y bienes de consumo (-5 por ciento).
En los últimos días de julio el Gobierno anunció el cobro de impuesto PAIS para el uso de dólares de un grupo de importaciones. Para el caso de los servicios, pagarán un 25% en términos generales. Los fletes pagarán 7,5%, mientras que sectores como educación y salud estarán exentos. Para la compra al exterior de bienes, se generaliza un pago de 7,5% de impuesto PAIS. Las importaciones ligadas a combustibles, lubricantes e importaciones vinculadas a la canasta básica no pagarán el tributo.
Al respecto, la Unión Industrial Argentina (UIA) manifestó su reclamo por las restricciones adicionales al acceso a divisas para la importación. “Resulta primordial eximir del impuesto PAIS a las importaciones temporarias en su conjunto, para no afectar la competitividad argentina y la generación de divisas comerciales genuinas. La UIA considera que las medidas dispuestas poseen un sesgo muy adverso para las cadenas de valor exportadoras”, por el hecho de que las importaciones temporarias están alcanzadas por el reajuste impositivo para las importaciones.
“Se va a generar en muchos casos una pérdida económica tal que atenta contra la continuidad productiva, con la consecuente caída de las exportaciones, la pérdida de mercados externos, paradas de líneas de producción y de puestos de trabajo”, continuaron.
El deterioro de la balanza y la sábana corta de divisas
Un informe del economista Nadin Argañaraz, mencionó que “el balance comercial de los primeros seis meses del año fue negativo por USD 4.388 millones. Dado esto, resulta importante analizar el flujo incremental de dólares entre el primer semestre de 2022 y el primer semestre de 2023, discriminando entre exportaciones e importaciones”, indicó.
“Lo primero que surge es que entre ambos semestres hubo un déficit incremental de USD 7.365 millones, ya que en el primer semestre de 2022 había habido un superávit comercial de USD 2.077 millones. Las exportaciones cayeron en USD 10.869 millones, un 24,5%, y las importaciones en USD 3.504 millones, un 8,5%. De esto se tiene que la caída de importaciones fue equivalente al 32% de la caída de exportaciones. Es decir que por cada dólar que se dejó de exportar, se dejó de importar USD 0,32″, concluyó.
Desde el pico de mayo, que fue de unos USD 7.400 millones, el volumen mensual se contrajo unos USD 700 millones
Para Equilibra, por su parte, el ritmo importador tenderá a caer en los próximos meses en un delicado equilibrio entre un acercamiento a una meta de acopio de reservas netas pactado con el FMI que asoma de muy difícil cumplimiento, y la actividad económica. Un ejercicio hecho por esa consultora aseguró que quitando de la ecuación algunas importaciones clave, “el resto debería ser de solo USD 14.600 millones en los restantes meses que quedan del año (agosto-diciembre) para cumplir la meta acordada para fin de año, de un stock positivo de reservas netas de USD 3.300 millones”.
“Esto implicaría que los pagos de importaciones -excluyendo energía, turismo y porotos de soja- caigan a la mitad respecto a agosto-diciembre del año pasado, un escenario compatible con una fuerte recesión y aceleración inflacionaria. Esto descarta el cumplimiento de la meta de reservas. Creemos que el pago de importaciones de bienes y servicios -excluyendo energía, turismo y soja- no se reducirán a la mitad en los últimos cinco meses del año, pero por obligación con el FMI y/o para no generar una mayor fragilidad cambiaria, podrían ajustarse para evitar una mayor pérdida de reservas en lo que resta del año”, apuntó Equilibra.
De acuerdo a ese escenario trazado, las importaciones se reducirían en lo que resta de 2023 un 14% (16% en términos de volúmenes) y que eso sería compatible con una caída de la actividad para esos cinco meses de 3% y con reservas en USD 7000 millones en terreno negativo, contra los USD 10.000 millones que estimó para la actualidad.
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