El hombre que mató a ocho personas en un centro comercial en Texas ha sido identificado como un hombre de 33 años llamado Mauricio García. Así lo informaron tres fuentes policiales que hablaron a The Associated Press a condición de anonimato.
Uno de los funcionarios dijo que García se estaba quedando en un motel cercano. Los detectives estaban registrando el motel y una vivienda en la zona de Dallas vinculados con el sospechoso.
El funcionario añadió que la policía halló varias armas en el lugar, luego que García fue ultimado por uno de los agentes. Entre las armas había un fusil tipo AR-15 y una pistola, dijo la fuente.
El domingo, la comunidad de Allen se convirtió en la más reciente comunidad estadounidense en llorar las víctimas de un tiroteo masivo.
Esta vez fue en un centro comercial del área de Dallas, donde un hombre armado salió de un automóvil y comenzó a disparar contra los compradores el sábado. Ocho personas murieron y siete resultaron heridas antes de que el agresor fuera abatido por un agente de policía que se encontraba cerca.
John Mark Caton, pastor principal de la Iglesia Cottonwood Creek, a unos 3 kilómetros del centro comercial, ofreció oraciones durante su servicio semanal por las víctimas, los socorristas y los compradores y empleados que “caminaron entre cosas que nunca deberían haber visto”.
“Algunos de los nuestros estaban allí. Algunos quizás en esta sala. Algunos de nuestros estudiantes trabajaban en esas tiendas y esto les cambiará para siempre”, dijo Caton.
Recordando conversaciones telefónicas con agentes de policía, dijo: “No hubo ningún agente con el que hablara ayer que en algún momento de la llamada no llorara”.
La iglesia planeó una vigilia de oración vespertina tras el tiroteo, que fue el último ataque que contribuyó al ritmo sin precedentes de asesinatos en masa de este año. Apenas una semana antes, cinco personas fueron abatidas en Cleveland, Texas, después de que un vecino pidiera a un hombre que dejara de disparar su arma mientras un bebé dormía, según informaron las autoridades.
La policía no proporcionó de inmediato detalles sobre las víctimas en el Allen Premium Outlets, un extenso centro comercial al aire libre, pero los testigos dijeron haber visto niños entre ellas. Algunos dijeron que también vieron lo que parecía ser un agente de policía y un guardia de seguridad del centro comercial inconsciente en el suelo.
Maxwell Gum, de 16 años y empleado de una tienda de pretzels cercana, describió cómo vio a la estampida de compradores. Junto con otras personas, corrió a refugiarse en un almacén.
“Empezamos a correr. Había niños que fueron pisoteados”, contó Gum. “Mi colega de trabajo recogió a una niñita de 4 años y se la entregó a sus padres”.
Un video que circula muestra al hombre armado saliendo de un automóvil y disparando a las personas en la acera. Se escucharon más 30 disparos cuando el vehículo que estaba grabando el video se puso en marcha.
El jefe de bomberos de Allen, Jonathan Boyd, dijo que siete personas, incluido el tirador, murieron en el lugar. Otras dos personas murieron en los hospitales.
Siete personas permanecieron hospitalizadas el domingo, tres en estado crítico y cuatro en estado aceptable, dijo el Departamento de Policía de Allen en un comunicado.
Un oficial de policía de Allen estaba en el área en una llamada no relacionada cuando escuchó disparos a las 3:36 p.m., escribió el departamento en Facebook.
“El oficial se enfrentó al sospechoso y neutralizó la amenaza. Luego llamó al personal de emergencia”, dice la publicación.
Los asesinatos en masa han ocurrido con una frecuencia asombrosa en los Estados Unidos este año, con un promedio de uno por semana, según una base de datos mantenida por The Associated Press y USA Today en asociación con la Universidad Northeastern.
En un comunicado, el presidente Biden dijo que el agresor vestía equipo táctico y disparó un arma estilo AR-15. Instó al Congreso a promulgar restricciones más estrictas sobre armas de fuego y municiones.
“Tal ataque es demasiado impactante para ser tan familiar. Y, sin embargo, las comunidades estadounidenses ya han sufrido aproximadamente 200 tiroteos masivos este año, según los principales recuentos”, dijo Biden, quien ordenó bajar las banderas a media asta.
Los republicanos en el Congreso, dijo, “no pueden continuar enfrentando esta epidemia encogiéndose de hombros”.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, quien firmó leyes que suavizan las restricciones de armas de fuego luego de tiroteos masivos en el pasado, calificó el ataque al centro comercial como una “tragedia indescriptible”.
El video compartido en las redes sociales mostró a personas corriendo por un estacionamiento en medio del sonido de disparos.
Fontayne Payton, de 35 años, estaba en H&M cuando escuchó disparos a través de sus auriculares.
“Había tanto ruido que parecía que estaba afuera”, dijo Payton.
La gente en la tienda se dispersó antes de que los empleados condujeran al grupo a los probadores y luego a una trastienda que se podía cerrar con llave, dijo. Cuando les dieron el visto bueno para irse, Payton vio que la tienda tenía las ventanas rotas y un rastro de sangre hasta la puerta. Sandalias desechadas y ropa ensangrentada yacían cerca.
Una vez afuera, Payton vio cuerpos.
“Rezo para que no fueran niños, pero parecían niños”, dijo. Los cuerpos estaban cubiertos con toallas blancas, desplomados sobre bolsas en el suelo. “Me rompió cuando salí a ver eso”.
Más lejos, vio el cuerpo de un hombre corpulento vestido completamente de negro. Asumió que era el tirador, dijo Payton, porque a diferencia de los otros cuerpos, no había sido cubierto.
Allen, una ciudad de 105.000 habitantes, está a unos 40 kilómetros al norte del centro de Dallas.
(Con información de AP)
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