Gremios y cámaras empresarias que operan líneas de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) llevan varias horas de reunión en la Secretaría de Trabajo para intentar destrabar la compleja negociación paritaria que ya provocó un paro de servicios hace dos semanas y que podría conducir a otro este viernes. “Está 50 y 50″, dijo al ingresar Luciano Fusaro, vicepresidente de AAETA, una de las cámaras empresarias, sobre las posibilidades de salir con un acuerdo.
Los representantes de las cinco cámaras de colectivos y gremialistas de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) comenzaron la reunión cerca de las 14. Los ejecutivos de las compañías que operan las líneas en el AMBA llegaron a la sede de la cartera laboral tras haber mantenido un encuentro de último momento con el secretario de Transporte, Franco Mogetta, que les aseguró que un recálculo de la estructura de costos realizada por esa secretaría redundaría en una porción -no especificada- de mayores subsidios desde la Nación, lo que podría acercar posiciones en la mesa paritaria.
El gremio reclama que los choferes cobren con el sueldo de marzo pagado a principios de abril una suma de $250.000 que consideran válida según el último convenio salarial homologado por la cartera laboral. Para las empresas, la ecuación no les cierra para dar ese incremento remunerativo sin una actualización de los subsidios que bajan desde Transporte o sin poder cobrar el boleto más caro.
En el sindicato también consideran que una nueva medida de fuerza que suspenda el total de los servicios en el AMBA podría ser “costosa” en términos de reputación, y analiza alternativas. Una de ellas, aunque no estaba decidido pasadas varias horas de reunión, es que los colectivos salgan a la calle con normalidad pero que las registradoras SUBE estén apagadas, es decir, que los usuarios viajen gratis. El uso de las tarjetas en las unidades es una de las formas que tienen las empresas de, luego, pedir subsidios a la Secretaría de Transporte.
Las empresas del sector creen que el Gobierno trabaja con una estimación de que al parque automotor de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) le sobran 3 mil unidades y que por eso pulsean con dureza por la cifra de subsidios. Transporte está, desde hace dos meses, bajo el ala del ministro de Economía Luis Caputo, que acaba de anunciar un superávit financiero en el primer trimestre del año tras un fuerte ajuste de las cuentas públicas. El presidente Javier Milei adelantó que no cambiará el perfil de gasto en los próximos meses.
En un documento difundido este martes, la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (Aaeta) aseguró que hay 4 millones de pesronas que utilizan el sistema de colectivos en el AMBA, y que el 82,5% de los viajes realizados en esa región se hacen en colectivos. “Cuenta con 18 mil unidades, distribuidas entre 387 líneas, empleando a más de 50 mil trabajadores”, estimaron.
“Los ingresos del sector son regulados por el Estado, quien determina el nivel de tarifas y compensaciones a percibir. Los subsidios no surgen de declaraciones juradas presentadas por las empresas, sino del cálculo de los costos del sector que realiza la propia Secretaría de Transporte. Dicho cálculo incluye los costos de operación, inversión y la ganancia empresarial”, calcularon desde Aaeta.
Las cámaras estiman que necesitan para operar con normalidad unos 50.000 millones de pesos de subsidios al menos, sin sumar en esa cuenta el costo salarial, que representa algo menos del 45% del presupuesto de funcionamiento. Si hubiese, aseguran, una recorte en el tamaño del parque automotor, podrían decidir reducciones en los servicios, con una frecuencia menor de servicios, en especial en horarios nocturnos y en lo que en el sector se conoce como los “valles” entre horas pico, como puede ser entre las 15 y las 16. Una fuente del sector fue más allá y estimó que entre todas las cámaras de colectivos podrían desprenderse de unos 10.000 empleados si la ecuación financiera siguiera sin cerrarles.
Hace dos semanas hubo un primer paro de 24 horas realizado por la UTA por la misma razón que empujaría a una segunda medida de fuerza este viernes. “Llegado a esta instancia en procura de mantener la paz social, y con el fin de normalizar el servicio público de transporte del AMBA, se retoman las tareas habituales a partir de las 0 horas del día de mañana, 12 de abril, poniendo en conocimiento de las cámaras empresarias, así como de la autoridad de aplicación, que se establece como último plazo para hacer frente a las diferencias salariales adeudadas, hasta el día 25 de abril del corriente, fecha a partir de la cual, si no se encontraran acreditadas, se retomara la retención de tareas”, advirtió la UTA el día del primer paro.
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