Tras la sequía histórica del año pasado, la baja internacional de los precios de los commodities y la apreciación del tipo de cambio están afectando al agro. En este contexto, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, aseguró que se acercan “meses magros en materia de ingreso de divisas de exportación”.
La cosecha pasada se vio afectada por la seca que “se llevó 30 millones de toneladas de soja y unas 10 millones de toneladas de maíz”, precisó Idígoras. La de este año, sin embargo, es una buena campaña. “Granos hay, con lo cual ya es un dato alentador. Hasta el día de la fecha, han ingresado por las exportaciones del complejo cereal-oleaginoso unos USD 15.500 millones, aproximadamente”, dijo en diálogo con Radio Rivadavia. Sin embargo, hay mercadería que aún no se liquidó por un valor aproximado de USD 12.000 millones; y ello es el resultado, principalmente, de la baja de precios de los granos en los mercados internacionales.
“Particularmente, el valor de la soja cayó y este cultivo sigue siendo en la Argentina el gran dador de divisas con la transformación de la oleaginosa en harina, aceite y biodiésel, porque por suerte industrializamos en el país y vendemos productos con mayor valor agregado al mundo. Pero la soja en el mundo ha caído estrepitosamente y hoy estamos en niveles de precios que no se veían desde el año 2006, con una tendencia al menos a quedarse o a descender aun más, dada la supercosecha de Brasil, con 170 millones de toneladas, y Estados Unidos, que este año va a producir más porque las lluvias fueron más fuertes”, sostuvo.
“Con lo cual -agregó el directivo de Ciara-, Estados Unidos y Brasil van a inundar el mundo de soja y China, que no está creciendo y está reduciendo sus planteles de cerdo y su principal alimentación es a base de la soja, tracciona mucho menos. No tenemos un escenario que nos ayude”.
En este sentido, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que el gigante asiático es el primer importador mundial de porotos de soja, explicando el 61% del total de ventas externas por campaña. En el primer semestre de 2024, las importaciones de soja de China cayeron 9% con relación al mismo período del 2023, ascendiendo a 48 millones de toneladas, principalmente provenientes desde Brasil y quitándole participación a Estados Unidos.
A su vez, “se esperan buenos niveles de oferta en Estados Unidos y en el resto de los principales países productores, lo cual ha redundado en un panorama de sólida tendencia bajista para la oleaginosa en el último tiempo”, aseguró la BCR.
El mercado también está mirando la menor intensidad en el consumo de carne de cerdo en China. Sucede que este país explica la mitad del consumo mundial de carne porcina y la harina de soja representa una proporción significativa de la dieta para el ganado. Al respecto, según el último informe disponible de parte del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para el año 2024, se espera una contracción del 3% en el consumo de carne de cerdo local.
Las perspectivas hacia adelante no son alentadoras. El analista Carlos Etchepare aseguró que “el precio de la soja todavía tiene margen para seguir bajando, está dentro de los términos históricos razonables para la situación de oferta y demanda que se está viendo. No podrá recuperarse, si no aparece ninguna crisis climática; y hoy los pronósticos no están indicando eso”. “En el corto plazo no hay ningún indicador que permita alentar esperanzas de una recuperación importante”, explicó a Canal E.
Es en este contexto que Idígoras adelantó una merma en la entrada de dólares. “Esto va a llevar a que el cierre de agosto, septiembre y octubre vayan a ser meses magros en materia de ingresos de divisas de exportación”, afirmó.
De acuerdo con estimaciones de Aurum Valores, con los precios de la soja hace un año, se esperaba una cosecha de USD 18.500 millones; con los de esta semana, ese valor cae a USD 14.200 millones.
Esa diferencia implica que ingresarán USD 4.300 millones menos, el equivalente al 38% de lo que el país debe pagar de deuda a privados en 2025. Y eso quita una recaudación en concepto de retenciones por USD 1.400 millones.
Por este motivo, Idígoras propuso bajar los derechos de exportaciones a la soja: “Hay un estudio de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que dice que si bajamos del 33 al 25% los derechos de exportación de la soja para la siembra que viene en octubre, ya le estás dando una señal productor y habría una expansión de superficie de soja, con lo cual la Argentina el año que viene, a partir de mayo, podría tener USD 5.000 millones adicionales. Pero el Gobierno ya anticipó que no es el momento para hacerlo, así que vamos a tener que convivir con este nivel de escasez en los próximos meses, sumado a que la capacidad ociosa es fenomenal”, planteó.
También, dijo que “los costos tuvieron un fuerte crecimiento y esa fue la señal de alarma al Gobierno”. “Una baja de retenciones es un ganar-ganar, porque si no las bajamos, puede ser que se reduzca la superficie de siembra, por lo tanto, los dólares fuertes del 2025 sean menores. Entonces, ¿por qué no hacemos un esfuerzo todos para hacer crecer esa torta hacia el año que viene porque sabemos que este año ya no hay soluciones mágicas para implementar?”, se preguntó el dirigente.
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